¡¡Arriba el capitalismo!! ¿¿Abajo el socialismo??

¿Qué piensa la burguesía venezolana?. Que el pueblo trabajador tiene problemas debido a que sus matrimonios son muy fecundos y tienen muchos hijos más que lo que puede mantener. Esto a pesar la demostración fehaciente que los salarios reales han disminuido en relación al aumento de la plusvalía de los grandes industriales. La solución de la burguesía es que el Estado debe construir casas para los desamparados.

La alegría fallida de la burguesía era que una vez se realizaran importaciones masivas de materia prima más baratas ellos podrían reducir el salario para así poder exportar con ventaja a los países con una clase trabajadora con salarios más altos. No contaban con la protección del salario por parte de la revolución bolivariana. Imaginemos una situación en la cual la burguesía tuviese al pueblo trabajador pasando hambre mientras ellos festejan las crecientes ganancias producto de sus exportaciones. Resultado excelente para la burguesía y hambre para los explotados.

Por su parte, los terratenientes reclaman las importaciones del gobierno bolivariano, olvidando que se recurre a la importación ante el precio elevado de las legumbres y verduras que ellos producen e intentan vender como si fuera oro.

Los burgueses piensan que el pueblo trabajador es tonto y cree en sus buenos deseos de producir mucho para bajar los precios de las mercancías, mientras que ellos son los mismos que no cesaron de boicotear la jornada de ocho (8) horas en la nueva LOTTT, que fijó la reducción de la jornada de trabajo para la clase trabajadora. La burguesía pide millones de dólares para importar materia prima con la promesa de producir mientras que intentan desviar lo producido mediante el contrabando al exterior. Y para colmo la burguesía descuenta los salarios cuando el obrero asiste a las jornadas revolucionarios en apoyo al socialismo bolivariano.

A costa del trabajo del pueblo trabajador la burguesía ha podido levantar sus fábricas y las sedes de Fedecámaras, desde donde planifican enviar a los profesores universitarios, economistas, sindicalistas aburguesados y periodistas por toda la geografía de la patria bolivariana para que los defiendan y vendan las bondades del capitalismo, pagan publicaciones que distribuyen por millones para engañar a los obreros para que los defiendan a ellos contra el Gobierno Bolivariano y comprar los editoriales falaces de la prensa y la televisión.

Pero la burguesía tiene argumentos para demostrar que el libre mercado que solo ellos saben gerenciar aumenta las fuerzas productivas y aumenta la demanda de trabajo, que finalmente aumenta el salario. Se intenta demostrar que la mejor condición para el obrero es el crecimiento del capital. Pero se olvida explicar que el crecimiento del capital implica la acumulación de capitales que conduce a una mayor división del trabajo y a un mayor empleo de las máquinas. Esta situación reduce a la nada especialidad del trabajador y, coloca en lugar a un trabajador menos calificado para hacerle la competencia.

La competencia entre la clase trabajadora se incrementa ya que la división del trabajo y la máquina permite al obrero realizar él solo el trabajo que antes hacían cinco. A su vez la gran industria arruina a los pequeños industriales y en definitiva despiden a una mayor cantidad de obreros.

Finalmente, lo que la burguesía venezolana hace pasar como favorable al pueblo trabajador es el aumento de la competencia entre los obreros, la crisis sindical por cupos de trabajo, la caída de los salarios por el trabajo realizado, y el aumento de la intensidad del trabajo para algunos trabajadores.

La respuesta de la burguesía a esta desgracia para el pueblo trabajador es que los obreros manuales están destinados a la miseria de todo trabajo que se aprende fácilmente y que puede ser reemplazado rápidamente; que el  bien nacional (el de la burguesía) no se puede lograr sino mediante calamidades individuales y que la industria no avanza sino a expensas de los perdedores. Se presenta al pueblo trabajador como medios de producción que se pueden reemplazar por otros medios de producción menos caros. La burguesía con esta explicación nos devela que las penurias del pueblo trabajador es inseparable para el progreso de la industria capitalista, y reconoce que la infelicidad de la clase trabajadora es condición necesaria para el enriquecimiento de la clase burguesa.

Como vemos, la burguesía venezolana ofrece miseria, pero algunas veces la clase obrera conocerá momentos más felices en que reciba un salario superior al mínimo; pero en el ciclo que recorre la industria de prosperidad y de crisis, la clase obrera si saca la cuenta de las veces en que gana por encima de lo necesario y las veces que gana menos, solo se quedará en el salario paupérrimo.

Por muy buenas que sean las condiciones en que se haga la producción y el intercambio de mercancías, mientras existan las relaciones entre el trabajo asalariado y el capital, siempre existirán la clase de los explotadores y la clase de los explotados. Es incomprensible que existan personas que se imaginen que la expansión del uso del capital erradicará el antagonismo entre los capitalistas y los trabajadores.

Entonces, cuando la MUD pide libertad de prensa y la libertad de manifestación, no se trata de la libertad individual o colectiva, sino que se trata de la libertad del capital a los que ella representa para destrozar al trabajador. Este mismo cuadro se repite cuando un país se enriquecerse a costa de otro.



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Lucidio García


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