El capitalismo mundial no sólo somete a la clase obrera a la miseria, al empleo precario, sino que arruina también a la clase media urbana y rural, pequeños comerciantes y emprendedores, y todos los sectores intermedios entre la clase obrera y la clase capitalista. La revolución del socialismo bolivariano para satisfacer las aspiraciones del pueblo trabajador y las clases medias debe desarrollar un plan de expansión de las fuerzas productivas en manos de los productores reales: la clase trabajadora, los campesinos y demás clases oprimidas.
La contrarrevolución encabezada por la MUD para combatir las aspiraciones de profundización del socialismo que posee la clase obrera y ante la unidad cívico-militar, debe buscar una base de masas que sea su brazo armado. Una dictadura militar clásica tal vez no serviría completamente para ese propósito. Los capitalistas venezolanos encontraron que la experiencia del fascismo podría servirle ya que engaña a la clase media desilucionada mediante promesas demagógicas seudo socialistas.
Mientras que la posición social de la clase obrera crea su consciencia de clase, la clase media está a medio camino entre los capitalistas y los trabajadores. Si la revolución bolivariana no ofrece soluciones revolucionarias para la clase media, éstase puede volver hacia la clase capitalista y se convierte en el principal pilar del movimiento fascista.
Los capitalistas buscan una salida a la crisis de su sistema mediante la destrucción de las organizaciones obreras y populares ya que son las únicas armas de defensa de sus derechos y condiciones básicas de existencia. En situaciones de crisis los capitalistas crean y auspician a los movimientos fascistas para aplastar a las organizaciones y partidos del pueblo trabajador.
Lo que persiguen los capitalistas mediante el uso del fascismo es aplastar y perseguir a las organizaciones obreras y populares, para que entren en un estado de apatía completa y no defiendan la perspectiva socialista.
Los movimientos fascistas son organizaciones que asumen nombres engañosos de justicia, libertad, progreso, incluso “socialistas” con el fin de atraer a las clases medias desesperadas y desesperanzadas. Los capitalistas están utilizando al fascismo, lo financian, lo emplean contra la amenaza “castro-comunista”, las empresas más grandes y representantes políticos burgueses mantienen su simpatía con esos movimientos. En verdad los capitalistas venezolanos no pueden confiar el gobierno a los fascistas para que defiendan sus intereses, ya que podrían emprender agendas independientes de la burguesía financiera internacional, la real dueña de los burgueses de los países no imperialistas. En la actualidad la burguesía nacional prácticamente no existe ante la concentración de los capitales en los países imperiales.
La manera histórica de enfrentar el fascismo, desde una perspectiva socialista, es mediante el combate decidido encabezado por las organizaciones proletarias y populares que permitan crear las condiciones para empezar un proceso de transformaciones revolucionarias que cristalice la democracia proletaria y popular.
La revolución bolivariana tiene infinitas posibilidades de avanzar si se basa en esta perspectiva. Chávez ha dejado las bases fundamentales para derrotar al fascismo y continuar construyendo el socialismo bolivariano. El pueblo trabajador seguirá apoyando la revolución y al Camarada Maduro para derrotar el golpe de estado contrarrevolucionario, mediante acciones decididas y la utilización de la legalidad e institucionalidad revolucionaria.
Independencia y Patria Socialista…viviremos y venceremos
CBST Miranda/Sintraintevep-FUTPV