Compromiso

     Soy brisna de paja al viento, soy uno más de los treinta millones, soy sujeto y objeto humano, que la naturaleza mantiene vivo; soy derecho y deber que las leyes naturales y humanas formaron; soy amor en la tranquilidad y pensador en la tempestad; soy astuto como el gato y paciente como el pescador; soy religioso de la verdad y ateo de la mentira; soy venezolano, patriota revolucionario.

 
     Llego la hora, el momento, el ya; en que los venezolanos nos definamos si en verdad con un compromiso realista estamos dispuestos a dar el todo por el todo; para el engrandecimiento de este país, no con falsas postura, con acciones camufladas, con actos tan sólo por figurar.
 
     La patria hoy más que nunca necesita del concurso de todos, pero en igualdad de condiciones, Hagámonos de cuenta que somos un panal en construcción por las laboriosas abejas. donde existe la reina "Venezuela" los zánganos los arrinconamos y la abejas, todos nosotros qué, sin diferencias de clases sociales, económicas, intelectuales o raciales y en el terreno que cada uno ocupamos, seamos abiertos si es posible al sacrificio., para hacer lo que tanto nuestro Comandante Supremo "Hugo Rafael Chávez Frías" Pregono: "Venezuela país potencia" pero no potencia para invadir, para meternos en los asuntos internos de los demás países; sino saciados de nuestras necesidades internas, procurar producir más para nuestros hermanos latino- Americanos y si es posible del mundo.
 
     Para llegar a todo esto hay que tocar una parte muy neurálgica "la clase trabajadora" o para ser más claro el PROLETARIADO, pero no ese proletariado que definió Carlos Marx, los asalariados; no, proletariado es todo aquel que depende  de los grandes capitales burgueses: el dueño de la mediana o pequeña zapateria, del mediano o pequeño almacén de ropa, del mediano o pequeño abasto o bodega surtidora al consumidor de la canasta básica, del taller mecánico, de la mediana o pequeña industria o empresa, del pequeño radiodifusor que tiene que mendigar publicidad, etc.Etc.
 
     ¿Por qué el proletariado, con mayor énfasis, el trabajador: obrero o empleado; es la parte neurálgica de todo el común? El mismo poder económico se dio a la tarea de crear una cultura para su propia guillotina. Enseño de una forma indirecta al trabajador a reclamar y no cumplir con sus deberes. Y se preguntaran y dirán: eso es insólito, ¿como el poder económico burgués, pudo enseñar al trabajador a reclamar sus derechos y a mermar en sus deberes? pues la misma presión, el mismo acoso, la misma explotación; hizo que el trabajador se diera de cuenta, que él, el trabajador, no trabajaba para producir más, sino para hacer más rico al patrón. Por que éste, el patrón, lo que hacia era almacenar más capital y no aumentar la producción para abrir más fuentes de trabajo. Y nunca piensa el patrón 2 cosas muy importantes;1° el patrón puede tener mucho dinero, Ej. Bsf. 10.000.000,oo pero él sólo no los puede trabajar. Tiene que buscar quien le ayude a producir; entonces: él, el patrón, pone su capital monetario y el trabajador su capital o fuerza de trabajo y en un año, patrón y trabajador se sostienen de esa producción y al final del año como todo el mundo trabaja para ganar, el patrón octubo una buena ganancia, lo más lógico es que esa ganancia sea partida en partes iguales; no darle limosnas al trabajador que lucho para que esa producción saliera adelante. 2° El trabajador vende su trabajo como cualquier persona vende su mercancía, se regatean las condiciones, en este caso derechos y deberes y a funcionar lo que tiene que funcionar. 
 

     Al llegar esta revolución bolivariana, las cosas poco a poco se van invirtiendo. El gobierno esta abriendo todas las compuertas de ese caudal de oportunidades, para que el país sea productivo en todos sus ámbitos; solo nos queda al proletariado, a la clase trabajadora, a reclamar nuestros derechos y que se cumplan. Pero también el firme compromiso de poner por delante nuestro deberes, de hacer un pequeño sacrificio para que salga productivamente adelante nuestra patria y para eso no sería mucho pedir: si por lo menos 2 o 3 años, volver a las 8 horas de trabajo diario, 44 horas de trabajo semanales. Por que entiendace bien: estamos sometidos a una hipertensión de un sionismo, no sobre un lugar en particular, sino el imperio yanqui aprendió bien la lección, para aplicarla mundialmente, con preferencia en Latino-América y muy especialmente en Venezuela, con el soporte de una burguesía rancia criolla, que como no pueden derrotar la revolución políticamente, ni con la fuerza de las armas que de por si no las tienen: apuestan que económica y financieramente se hunda el país, para salir de una vez por todas de la revolución, por incapaz, por no desarrollar y progresivamente sacar adelante esta adorada nación. ¿QUEDA CLARAMENTE ENTENDIDO!



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Leopoldo Hernández


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