Como sí se tratara de un salto de talanquera en cámara lenta, como en cámara lenta es el golpe de estado nada suave, que se cocina desde el USA departamento de estado, los padawanes o aprendices de JJ Rendón volvieron a la carga, con otro bodrio divisionista preñado de cizañas. "El Capitalismo se instala en el corazón de la revolución", fue el título de ayer, con una seguidilla de cizañas disfrazadas de críticas dizque audaces, amplificadas por otros divisionistas que habían acusado a Nicolás Maduro de traidor, de entreguista y hasta lo compararon con alimaña.
Con su cara de amargado y empavado sempiterno, otro de los difamadores de oficio y beneficiario del régimen de pensiones que volvió con Chávez y que Nicolás Maduro ratifica, recientemente había acusado al presidente de haber negociado con los empresarios el aumento del salario, que estaría por debajo del precio de inflación y que hasta el salario sería desmejorado. Pero ayer el supuesto "entreguista" y "traidor", les tapó la boca a los difamadores de oficio endógenos dentro del proceso bolivariano, cuando anunció con los trabajadores a bordo, que el aumento sería del 30%, sin fraccionamientos y que por supuesto, se mantendrían los incentivos de siempre. De igual manea ratificó el mantenimiento de las pensiones con todas sus garantías.
Como los hechos son superiores a las cizañas que siembran, los supuestos "revolucionarios" de una demagogia que se hace llamar marxista leninista, como sí esta fuera la única verdad revelada en el difícil campo de la política - sobre toda la venezolana- y; cómo sí fuera la única dentro de una coalición de cambio más amplia, que hace vida en el Gran Polo Patriótico, ayer los dueños de Marx y Engels y Gramsci y de todos los revolucionarios y revoluciones habidas y por haber, después de haber consultado el oráculo/manual de sus soberbias cizañeras, se tiraron la siguiente paja preñada de alacranadas:
“En la última semana el gobierno se ha reunido con no menos de dos mil empresas capitalistas para planificar la “ofensiva económica”. A disposición de estas empresas, que duplican o triplican la cantidad de comunas, se ha puesto el fondo chino (sic), el fonden (sic) y otras fuentes de financiamiento; se promete, además, comprar la producción […] Con esas condiciones tan cómodas, lo único que falta es suspender la ley del trabajo y, entonces, podrían decretar el paraíso del capitalismo. Para allá van.”
El gobierno demostró ayer que no va para esos lados para donde ya están luchando las gramíneas transgénicas y que por el contrario, fue el proceso revolucionario el que se instaló en el corazón del capitalismo dejado por la cuarta república, pues fue en revolución que se promulgó una ley del trabajo hecha por los trabajadores, fue en revolución que volvieron las pensiones de los trabajadores, que se eliminaron en los gobiernos con supuesta participación de izquierdistas puros – como los que difaman desde adentro- que van derechito para donde Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff.
No está lejos el día que en El NAZIonal o en Tal Cual o en el Univer[SS]al de Caracas, empecemos a ver crecer las gramíneas transgénicas, vomitando ponzoña y divisionismo contra un proceso que jamás entenderán ni entendieron, porque la soberbia obnubila el juicio; y mucho más cuando quienes se creían dueños de la verdad revolucionaria, llamados a gobernar a un pueblo ignorante –eso creen estos padawanes de JJ Rendón- que en lugar de ellos los ungidos por la prepotencia de lecturas mal digeridas, el destino de ese pueblo magno escogería como presidente, a un conductor de buses y sindicalista de carrera, llamado Nicolás Maduro Moro.
