Eliécer Otaiza y su pensamiento político deportivo

Recordar momentos de acción revolucionaria con el Camarada Eliezer Otaiza es recordar la reciedumbre de un Revolucionario Bolivariano a carta cabal, militar, y de una lealtad monolítica a su compañero y camarada de armas Hugo Chávez. Varios camaradas del Movimiento Civil Insurgente 27-N del Barrio Central-Valencia tuvieron la dicha de tenerlo cerca para protegerlo en momentos difíciles de su vida revolucionaria y fuimos leales a él en momentos en que el gobierno de Carlos Andrés Pérez lo buscaba para desaparecerlo.

Una de las vivencias más impactantes fue cuando Eliecer le da un abrazo a su hermano Juan Carlos a quien tenía casi un año sin verlo ya que se encontraba en la clandestinidad; esta reunión se realizó frente a la cancha del Barrio la Guacamaya, teníamos que hacerlo con mucha precaución ya que el acoso que tenía el Gobierno de aquel entonces a Eliecer era constante, se rumoro en el colectivo que habían ofrecido 10 millones, de los viejos, a quien aportara datos de su paradero.

A Eliecer lo movilizamos en la camioneta del camarada Argel la cual utilizaba para vender panques, por cierto Eliecer, quien iba dentro de la cava, comento “… bien sabroso los panque camarada…” y a Juan Carlos lo llevamos en el Toyota viejo de Segundo; luego del abrazo se dio la reunión y en el cual también se encontraba Francisco Ameliach y otras personas más, de tal manera de darle continuidad a los planes de insurrección cívico militar del 27 – N, al final de la reunión, se activó las medidas de seguridad para trasladar a Eliezer Otaiza a su concha en el sector 4 de Ricardo Urriera de Valencia.

Leer el pensamiento Político – Deportivo de este atleta revolucionario nos enseña que el deporte es un acto político y el mismo nos orienta para, en lo deportivo, formar la patria socialista que deseamos. El 06 de Enero del 2.008, día del deporte en el país, Eliecer Otaiza escribió en el diario Ultimas Noticias un artículo el cual trascribo:


FELIZ DÍA ATLETAS Y DEPORTISTAS.

Esta fecha tan especial debe representar para la familia de deportistas y atletas un día de conmemoración, un día de logros, un día para la reflexión y un día para compartir.

En nuestro país hemos obtenido triunfos y logros importantes a nivel nacional e internacional que nos demuestra la inversión pública que destina el gobierno bolivariano y el Estado a sus tetas; podemos corroborar el nivel técnico que se ha venido desarrollando en el país en los últimos años y sobre todo las perspectivas que existen para que nuestra nación goce, con todas las garantías, de una actividad social tan importante para la humanidad como lo es el deporte.

Sin embargo, lejos estamos los atletas de conquistar los objetivos merecidos por la práctica de nuestros respectivos deportes y por el esfuerzo diario, la fatiga, el cansancio, el sacrificio y el logro del triunfo.

Tenemos en principio que estar consciente que no se puede obtener una actitud deportiva únicamente por la obsesión de conseguir medallas, menos aún por la recompensas -términos monetarios o metálicos- que ello implica, peor aún por el reconocimiento mediático. La lucha diaria es por la consecución y la conquista del bienestar colectivo, para que todos los ciudadanos tengan acceso a actividades saludables que les permita cultivar el cuerpo y la mente; impidiendo caer en la enfermedad del triunfalismo que conlleva al uso de sustancias prohibidas y esteroides, desvirtuando con esto el verdadero espíritu combativo de la disciplina deportiva y deteriorando lo más sagrado -la salud y la vida- de los atletas.



Tenemos que lograr satisfacer a nuestras familias, que se sientan orgullosos de que algunos de sus miembros compita, se mida; que reconozcan la gallardía y el honor de participar en una competencia deportiva; la justa y honorable aspiración de obtener el triunfo. Pero lejos de la virtud, algunos padres llegan a ver a sus hijos como "oportunidad económica de sus vidas", los ven como "una inversión".

Orgullosos debemos sentirnos de representar a nuestros estados, municipios, a nuestros colegios, a nuestra patria, dando lo mejor de sí en esta justa deportiva, tratando de no ser un simple "banderín politiquero", para que las personas de turno se vistan de gloria y traten de "prostituir el deporte comprando el honor".

El compromiso de respetar la norma, las reglas, el rival, el juez, en la lucha por obtener el triunfo, es no prestarse para hacer el juego a falsas autoridades en su vulgar "forma mercantil" de ver el deporte.

El imperativo que tenemos que exhortar a aquellos que intentan hacer del deporte una transacción financiera o simplemente un acto de compra y venta en su intento de sobornar la moral a punta de dólares; identificar y sancionar a aquellos que no respetan el esfuerzo, la tolerancia a la fatiga y al dolor, la disciplina de los verdaderos atletas.

Urgente es hacer cambiar nuestro anticuado modelo educativo universitario venezolano que nos obliga a retirarnos de nuestra actividad deportiva, cuando estamos en nuestro mejor momento -tanto psicológico como físico-. Se nos obliga a "definirnos", a decidir entre ser atleta o estudiante; o a incorporarnos en unos juegos mediocres que organizan las casas de estudio superior, para seguir vistiendo de luces a autoridades que desconocen el valor al esfuerzo, la dedicación y el empeño del entretenimiento diario y la disciplina constante. Debemos evitar el chantaje mercantil explotador que dos o tres disciplinas imponen como "modelo y ejemplo" sobre el resto de las actividades. Tenemos que trabajar y luchar por la medalla de la dignidad.

ELIECER OTAIZA CASTILLO

DIRECTOR PROGRAMA NATACIÓN TERAPÉUTICA VENEZUELA.





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Carlos Briceño

Militante del Movimiento Civil Insurgente 27-N del Barrio Central-Valencia y Presidente de la Federación Venezolana de Fútbol de Salón

 jccfutsal30@gmail.com

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