Una cosa es hacer la crítica comprometida y la autocrítica, porque la crítica y la autocrítica, se diferencian de la difamación en la sustentación y el deseo por construir, sumar y mejorar un proceso, mientras se lo blinda contra los enemigos de un proceso como el de Venezuela, que muchos desde nuestras naciones vemos como propio, hasta para dar el debate y la pelea. Y digo esto porque la criticadera y la difamación son sinónimos de traición, son parte de un tsunami moral interior que deja caer máscaras, al darse la sacudida telúrica violenta moral, de quien salta talanqueras y al saltar se tongonea.
Este tipo de críticas que la MUD envidiaría hacer, han estado campeando en APORREA, y el propósito es claro: dividir al chavismo, restarle pueblo, desmoralizar la base popular a la que se llama con desprecio "masa", recurriendo a argumentos que saben más a Fausto Massó o Moisés Naim, que a Eliecer Otaiza, cuando afirman sin rubor no hay dirección política, que la dirigencia y el presidente vendieron el proceso por 30 denarios; la cuota femenina divisionista que trina igual que Marta Colomina, iguala a Maduro con Obama.
El más decente de este contingente de dispersores de la opinión chavista, el señor de nombre Heiber Barreto, hace un buen análisis de porcentajes y precios pero en medio de un estudio juicioso mete una ponzoña cuando titula y compara las medidas con un paquetazo del detal. Esto es mala intención, porque: ¿Subió Maduro los impuestos? ¿Quitó los subsidios y pensiones? ¿Eliminó los cesta ticket? ¿Eliminaron los CDI? ¿Privatizaron los mercales? ¿Privatizaron los servicios públicos con aumentos que asfixian al pueblo?
El señor Heiber, sabe que eso no pasó, que lo que hay es sobreprecio, especulación, corrupción de todos los colores, y todas esas cosas que se frenarían si los criticones que cada día están más cerca de la MUD que de Chávez, en lugar de andar dividiendo y difamando, le sumaran la dirección política a las comunas y a las bases para tomar fábricas estafadoras, comercios y todo negocio especulador que existe en Venezuela y que genera la espiral inflacionaria.
Ayer Toby y Toño, se escribieron una de las más sucias columnas contra el líder electo por el pueblo venezolano, dejando un olor a azufre peor al que dejaría todo el USA departamento de estado junto, cuyos ciclos y tesis comienzan a coincidir y parecerse mucho a los jadeos contrarrevolucionarios de Toby, Toño: incluyendo a una señorita que dice escribir desde una trinchera rosa. Parecen tan acoplados en su misión articuladora de las tesis de la MUD en Aporrea, como los amantes que traicionan a su pareja y le han tomado tanto gusto a la tarea que ya no disimulan sus maneras de Caín y de Judas, que plasman en cada palabra que vierten en el indefenso papel.
¿Para qué CNN, NAZIonal y Venevisión cuando tienes a elementos dizque de copartidarios y amigos, que se la pasan disparando contra su propio comandante? Toby y Toño, las gramíneas transgénicas, arando en el cielo y en el mar de la traición y la soberbia, llegan a forzar un número de fábricas en Venezuela a embuste fundido, para posicionar la matriz de opinión MUD-a, con un símil forzado sobre los 30 denarios que Judas recibió por su traición: olvidan que denarios no pegan con Maduro, pero sí con los dólares que deben estar cobrando los pichones de JJ Rendón en
