El 21 de febrero de 1961, en un emotivo discurso en la Catedral de Caracas, el Cardenal José Humberto Quintero finaliza así sus palabras:
“Estoy firmemente convencido de que amar al Libertador es amar a Venezuela, de acuerdo con aquella famosa sentencia por Juan Vicente González: El amor a Bolívar es parte esencial del sentimiento de la nacionalidad, y no puede uno ser venezolano sin ser bolivariano”
Se han cumplido siete años de revolución bolivariana, sobre un país que, por 41 años consecutivos, fue desangrado en sus entrañas sociales y económicas por una dictadura adeco-copeyana… Dictadura criminal apoyada por el imperio norteamericano, expoliada por la oligarquía criolla, ocultada por los medios de comunicación, y santiguada por la iglesia venezolana.
Luego de siete años de una revolución que ha intentado retomar el camino que nos guió el Padre de la Patria, y que ha sometido al país a un encarnizado debate mundial que oculta lo bueno y resalta lo malo, estamos obligados a señalar las siete cosas buenas y siete cosas malas de la revolución bolivariana; tomando en cuenta las reservas y las advertencias de nuestro Libertador, por cuanto una revolución busca imponer la cultura de la justicia donde reina la injusticia, la anarquía y la tiranía.
“La revolución es un elemento que no se puede manejar. Es más indócil que el viento”
Simón Bolívar
LO BUENO: La inclusión de una población olvidada por los gobiernos de turno, y hoy integradas a la acción efectiva del gobierno, en una verdadera democracia participativa, a través de la Contraloría Social, las misiones, los Concejos de Planificación, las ONG, y la participación directa de los sectores indígenas, campesino, pesca y de trabajadores en general… LO MALO: Una cúpula empresarial que añora sus perdidos privilegios, luego que el gobierno ejecuta un estricto control de precios, tasas de interés, servicios bancarios, y que se apoya en la iglesia católica que conspira también por los privilegios perdidos, cuando el gobierno recortó los miles de millones que subsidiaban a la iglesia católica, y al declararse el celibato y libertad de culto en las escuelas que son adoctrinadas por el catolicismo.
LO BUENO: El desarrollo endógeno, la protección industrial, la protección de las empresas básicas del Estado, la Ley de Tierras, la Ley de Pesca, y el rescate de la industria petrolera a favor del desarrollo social del país… LO MALO: La conspiración de Washington y de su vocero, el presidente George W. Bush, en contra del gobierno venezolano, al declararlo como un gobierno terrorista que apoya el narcotráfico y la guerrilla.
LO BUENO: La revolución educativa para declarar a Venezuela “Libre de Analfabetismo”, las becas estudiantiles, los programas de masificación de la educación que colocan al país como el número uno con el 40 % de sus habitantes incorporados a la educación… LO MALO: La conspiración de los medios de comunicación en una estrategia sistemática de crear una matriz de opinión en contra de Chávez, para crea un ambiente de angustia, incertidumbre y pesimismo en toda la población, con la mal sana intención de dividir a la sociedad venezolana, alejar al inversión y apostar al Golpe de Estado.
LO BUENO: El programa “Barrio Adentro” para llevar salud a la población más necesitada, donde se registran, en tiempo record, más de 150 millones de atenciones médicas… LO MALO: La conspiración internacional para bloquear al país en sus planes de desarrollo; como el veto de los Estados Unidos en las ventas de armas y equipos militares para Venezuela.
LO BUENO: Las bondades de una revolución pacífica, humanista y socialista, que ha llenado las esperanzas del pueblo, y más allá de sus fronteras, para convertir a Venezuela en el país amigo de todo, con una hermandad con Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Colombia, y Chile, como nunca antes se había visto en la historia diplomática del país, y que logró que Venezuela ingresara al MERCOSUR… LO MALO: La amenaza de una invasión imperialista, en reacción belicosa a la imposibilidad de que los Norteamericanos impongan el ALCA en América, mientras en Venezuela exista la Revolución Bolivariana que apuesta al desarrollo endógeno del país, y combate el Libre Comercio con Estados Unidos.
LO BUENO: La defensa de los recursos naturales del país, para ser explotados en circunstancias beneficiosas para los venezolanos, como las tierras productivas, las aguas, el gas, el oro, aluminio, y demás recursos minerales… LO MALO: La campaña de descrédito llevada a cabo por los Estados Unidos y sus países aliados en los escenarios internacionales, para alejar la inversión extranjera y estimular la fuga de capitales.
LO BUENO: La política económica proteccionista en defensa del “Bolívar”, regularización de las salidas de divisas, creación de la conciencia tributaria, ajustes salariales, programas de pleno empleo, plan de vivienda, y la promoción de Organizaciones Civiles para la prestación de servicios al Estado… LO MALO: La aversión del gobierno Estadounidense hacia el pueblo venezolano, tal cual se evidencia en el mal trato en la Embajada de dicho país.
Ante esta realidad y luego de siete años de Revolución Bolivariana, hoy debemos invocar las palabras aleccionadoras del Padre de la Patria:
“Si hay una violencia justa, es aquella que se emplea en hacer a los hombres buenos y, por consiguiente, felices; y no hay libertad legítima sino cuando ésta se dirige a honrar la humanidad y perfeccionar su suerte”
Simón Bolívar.
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