La muerte es el final de la vida en esta tierra y el inicio de otra,
presuntamente, la muerte es algo que no aceptamos como normal e
inevitable, y por ello siempre decimos ¿Por qué Señor te lo llevaste?,
pero hay muertes que nos afectan más que otras por el amor, afecto,
amistad o familiaridad que nos unía con la persona fallecida y, la
muerte del comandante Chávez es una de esas muertes que nos afectó a
millones de venezolanos, latinoamericanos y de otras latitudes del
planeta.
Mañana 28 de julio a mi comandante Chávez le estuviéramos cantando a
él su feliz cumpleaños 60º, estuviéramos felices al verle y oírle
cantar, declamar y soplar las 60 velitas en una de las tantas tortas
que seguro tendría frente a él, pero mañana será un día triste para mí
porque mi comandante Chávez no estará físicamente entre nosotros para
esa fiesta que el pueblo seguro le dará en toda Venezuela y en otras
latitudes del planeta, pero igualito la Milicia Bolivariana del
Agrupamiento de Milicia Costa Oriental del Lago, Cacique Nigale, de
Santa Rita, le cantaremos el feliz cumpleaños y le partiremos la torta
chavista y miliciana en la Plaza Bolívar de mi municipio Santa Rita,
estaremos junto con su pueblo cantando y declarando una vez más ser
leal a él y a su legado revolucionario.
Han pasado 16 meses y 23 días de su partida, tiempo este que no ha
habido un solo día que no se me venga a la mente y recordar sus
lecciones, sus órdenes, sus enseñanzas, sus chistes, sus anécdotas, no
lloro su partida, pero me duele en el alma, me siente y acepto a
regañadientes su pronta e inesperada partida, la partida de mi
comandante Chávez, su muerte física ha sido un duro golpe que nos ha
dado el destino y debemos recuperarnos de él, hoy Venezuela está
siendo atacada con todas las fuerzas y poder que tiene el imperio y la
derecha y ultraderecha nacional y mundial, siempre ha sido así, pero
desde su partida el hijo que dejó, Nicolás, ha estado soportando junto
con el pueblo chavista un ataque inclemente para acabar con su legado,
con la revolución que él llevó adelante y por la cual murió tan
temprano, a los 58 años y unos meses.
Pero así es la vida, el Comandante Supremo se nos fue físicamente y
debemos hoy más que ayer ser fuertes ideológica, moral y éticamente
para no dejar que las campañas mediáticas que ordena el imperio del
norte y cumplen sus lacayos nacionales e internacionales afecte
nuestra moral revolucionaria y chavista, hoy cuando mi Comandante
estaría cumpliendo sus 60 digo; ¡YO SOY CHÁVEZ CARAJO!