Oposición completa y absoluta entre personas, cosas, conceptos o proposiciones, en ese concepto se desarrollan los hechos de forma coyuntural entre las dos economías, Venezuela y Colombia, en la frontera más dinámica de América Latina, dos modelos políticos y económicos con marcadas diferencias en el aspecto social que luchan para sostener las consecuencias de desequilibrios causados por factores al margen de toda política económica fiscal y monetaria en cada uno de los países, manifestado en forma de CONTRABANDO, con lo cual se lucha generando controles y acuerdos en ambas naciones cuyos resultados no se harán esperar.
El secreto a voces consiste en la creación de un laboratorio financiero por parte de las mafias, que apunta en principio a desestabilizar tanto política como económicamente a Venezuela con el propósito que ya todos conocemos y dirigidos por el imperio, pero que además cuyos resultados generan una masa de dinero de peso, muy importante que los favorece y les permite el lavado de dólares.
Las consecuencias del contrabando se avizoran en el corto plazo en ambas economías, ya se siente en la frontera del lado de Colombia la crisis, manifestada por el cierre de micros, pequeñas y medianas empresas todos los días, dada la disminución de la demanda de productos cuyo efecto conduciría en un mediano y largo plazo a un fenómeno económico conocido como deflación.
La deflación es el fenómeno contrario a la Inflación es decir la caída generalizada del nivel de los precios de bienes y servicios que conforman la canasta familiar, por lo general es causada por la disminución de la demanda, lo cual representa un problema mucho más grave que la inflación, toda vez que una caída de la demanda significa una caída general de la economía.
La deflación puede desencadenar un círculo vicioso del cual es difícil de salir, puesto que las empresas tienen que vender sus productos para cubrir al menos sus costos de producción, para lo cual bajan los precios. En tales circunstancias, las empresas tienen que trabajar con un Margen de contribución bajo e incluso negativo, proceso del cual muchas no se recuperan.
Con precios bajando de forma generalizada, la demanda se disminuye más, porque los consumidores entienden que no merece la pena comprar si mañana todo será todavía más barato. Comportamiento que es contrario cuando lo que existe es inflación, donde el consumidor se apresura a comprar sus bienes antes de que suban de precio, lo cual, inevitablemente presiona la subida de los precios.
Dado este círculo vicioso, la deflación se convierte en causa y efecto a la vez de la falta de circulación del dinero en la Economía, porque todos prefieren retenerlo. Esta sería la funesta y fatal situación para Colombia si el estado no hace los correctivos a tiempo, ajustando los controles sobre las casas de cambio que funcionan en la frontera a fin de que respeten el cambio establecido por los Bancos centrales de cada país, dado que son ellas los que mantienen obligada la devaluación de nuestra moneda, por la supuesta o ficticia economía de mercado.
Por su parte en la economía Venezolana se observa una inflación como consecuencia de la guerra económica aplicada por las mismas mafias que participan de ese laboratorio financiero, en ambos países, cuyos intereses obviamente son políticos, motivado única y exclusivamente por las ansias de poder. La excesiva especulación y el acaparamiento junto al CONTRABANDO DE EXTRACCION, generan desequilibrios en nuestro índice general de precios (IPC) cuya consecuencia se hace sentir en las familias venezolanas por la escasez, no obstante el Gobierno Bolivariano de nuestro presidente Nicolás Maduro agudiza los controles ante la guerra económica desatada tanto en la frontera, como en el resto del país, evalúa y monitorea las acciones del hampa contrabandista, quien se mueve atraído por el cambio de nuestra moneda principalmente, lo que hace cada vez más bajos y atractivos los precios de nuestros productos, y no precisamente porque son subsidiados.
Es el caso del cierre parcial de la frontera , una medida que permite al estado evaluar en el menor plazo medir variables importantes que darán como resultado aplicar políticas de mayor rango específicas para la frontera, activar proyectos importantes de las zonas de integración fronteriza y de las zonas económicas especiales decretadas.
Ahora bien no cabe duda de que tal situación es coyuntural, porque las consecuencias finalmente no se harán esperar y afectara los intereses de absolutamente todos los miembros de la sociedad incluyendo los mismos poderes económicos que se esconden detrás de esta oleada de acciones programadas. Próximamente se tendrán otras medidas sobre el tapete por parte de nuestro Gobierno Bolivariano y esperamos que entre esas se encuentren la de hacer valer los tipos de cambio establecidos por los dos Bancos centrales, dado que pese a que en Colombia se maneja una economía de mercado, la misma debe ser real y no superpuesta por el lavado de dólares. En el momento en que se respete el cambio se retornaría a la normalidad en la frontera puesto que dejaría de ser atractivo el intercambio ilegal de productos.
Así mismo los gobiernos estadales, en el caso nuestro por el lado del estado Táchira, con el Gobernador Vielma Mora, se reafirma el compromiso de velar por los intereses de la nación y se mantiene en pie de lucha las 24 horas del día a fin de que los resultados generen el impacto esperado.
Economista Mirla López.
economistamirla5@hotmail.com