El estado (Parte I)

EL ESTADO (I)

“Las relaciones jurídicas como también la forma de Estado,
no pueden comprenderse por sí mismas, sino, que tienen
sus raíces, en las condiciones materiales de vida”
C. Marx.

Las premisas de las ciencias sociales.

En las ciencias sociales, la verdad y sus resultados no pueden ser apriorísticos. Se llega al conocimiento total a posteriori. Para este propósito, se requiere de un método que devele todo ese mundo interior en su dinámica dialéctica; es el método dialéctico concreto de C Marx. La trampa cartesiana que parcela y fragmenta la visión del mundo, la individualiza y le da autonomía a cada una de sus partes, hace que “los árboles no nos dejen ver el bosque”. La complejidad de la sociedad, es la misma de las ciencias sociales. Entender la existencia humana, su comportamiento diario y sus contradicciones, no es simple tarea. “Ciencia sin conciencia es ruina del alma” afirmaba el médico Rebeláis. Si en Hegel la verdad está “con la cabeza hacia abajo y los pies hacia arriba”. Marx coloca el asunto como debe ser: “los pies hacia abajo y la cabeza hacia arriba”. En todo el pensamiento de Marx, está siempre presente la dialéctica. Ella es sólo aplicable en las ciencias sociales. Las ciencias naturales no pueden hacer uso de la dialéctica, ellas no se piensa así misma. La aplicación de la dialéctica, es una labor que debe realizarse desde adentro de la sociedad misma (praxis social). No es una visión a distancia. Es la praxis humana creando conciencia social y ejerciéndola, para dinamitar lo que existe, y crear lo nuevo. Es la “Revolución Permanente”. En este desafío, siempre la teoría y la praxis van juntas. (praxis-teórica).

La necesidad del método

“La naturaleza suele ocultar su interioridad” afirmaba Heráclito. Para llegar al develamiento del todo-concreto, es indispensable el método, esto es, dar un recorrido de descubrimientos y afloramientos de múltiples nexos en el interior de lo que se quiere conocer. La manera como la población de una sociedad produce sus medios de vida y reproduce su existencia cotidiana, y la del mismísimo sistema dominante, no se descubre a simple vista, permanece oculta. (La ideología oculta la verdad y reproduce la dominación). Para poder detectar esta realidad, hay que reconstruir y hacer visibles todos los nexos que dentro de ella existen. He aquí la necesidad y fundamentación del método. Este recorrido (de lo concreto a lo concreto por la vía de lo abstracto) o método inductivo dialéctico-concreto, tienen que ser ejecutado dialécticamente. Cualquier otra aproximación mecánica confunde. Nada de definiciones ni conceptos, el camino del método es categorial.

El Estado.

El Estado contiene dentro de sí, instituciones, leyes, normas, valores, territorio, lenguaje, símbolos patrios, autoridad, personas, costumbres. En términos concretos: cultura. Dentro de toda esta trabazón, se mueven las contradicciones. Pretender y entender la conformación y los objetivos fundamentales del Estado, observando simplemente su apariencia funcional, es una visión menguada. Estudiarlo a partir de un concepto, se corre el mismo peligro, por lo limitante que es el concepto. La clave está en estudiar al Estado como categoría, para encontrar los vínculos, nexos, contradicciones y relaciones que hay en toda esta superestructura. Las categorias, no son arbitrariedades ni caprichos del investigador, ellas son auténtica expresión de la realidad; representaciones de lo real. No se va hacia ellas, se debe ver uno dentro de ellas. Aspirando a entrar un poco más en complejidades, dejaremos la interpretación marxista del Estado, para las últimas acotaciones. Por razones de espacio, fugazmente rastrearemos la evolución del Estado.


La evolución histórica del Estado.

No siempre ha existido el Estado. No es cierta la afirmación de Aristóteles, de que el Estado existe por naturaleza. El Estado, ocupa la menor parte de la historia humana. Debió descomponerse la propiedad comunal, para que aflorara la propiedad privada, la división del trabajo, la plusvalía, las clases sociales y las luchas de clases. Esta descomposición no fue espontánea ni natural, ni casual, ni el producto de un impulso divino, fue el desarrollo de las propias contradicciones internas. Las contradicciones sociales, producto de las contradicciones de la vida real y concreta de la sociedad, la manera como producen sus bienes y reproducen su existencia, van configurando la arquitectura de lo real. Lo que vemos como relaciones entre cosas, realmente son relaciones entre personas. (Clases). “El mundo de la seudo-concreción es un claro oscuro de verdad y engaño. El fenómeno muestra la esencia y al mismo tiempo la oculta” Karel Kosik. El Estado es un producto de estos antagonismos sociales. No sale del consenso, sino del disenso humano, llamado a defender los intereses de sus creadores. El Estado no iguala, por el contrario fragmenta, confronta, desiguala. Tampoco es válida la estimación de Rousseau, de que nacemos desiguales por naturaleza, pero las leyes nos igualan. Depende de que sistema sea el marco de estas leyes. Que los hombres depusieron su interés particular en una entidad llamada Estado para buscar la paz, es otra interpretación discutible. No viene del consenso social el Estado, es una imposición de la minoría, por eso el Estado representa en verdad a esta minoría.

Cuánto aprendieron los griegos de la cultura mesopotámica y egipcia, no lo sabemos con exactitud. Llámese Graeci, Helenos, Kellada, lo cierto es que los arqueólogos muestras la presencia de culturas paleolíticas mesolíticas y neolíticas, a lo largo del Mar Negro y el Asia Menor. ¿Cuánto sincretismo y cuánta originalidad hay en el pensamiento clásico griego? Egipto, Persia, La India y China, cuanto aportarían a este florecimiento descomunal. “Somos griegos en el exilio” afirma Borges. El pensamiento pre-socrático, libre, lúdico, mágico, creativo, dio paso a un pensamiento orgánico. Querían conocer a la naturaleza, para luego conocerse así mismo y fundar una sociedad, con modelos racionales. Los mitos y las tradiciones fueron la base inicial de la cultura griega. Al liberarse de sus dioses, entran a indagar sobre El Ser. Se requería de un método que fueron construyendo los inicios del método científico. La mayéutica, la virtud y la moral, los llevaron a la sabiduría. La cicuta no detuvo los cambios. Son los orígenes de la civilización occidental.

El Estado griego, fue esclavista, racista, machista. La democracia fue un privilegio sólo para las personas libres. Cada Ciudad-Estado mantenía sus particularidades, y la unidad entre ellas estaba en el idioma, y en las alianzas circunstanciales entre ciudades. Aristóteles logró coleccionar más de mil cuatrocientos Constituciones de Ciudades-Estados. Los testimonios de Platón (428-307 a.C.) y Aristóteles (384-322 A.C), reflejan el carácter clasista de aquella sociedad. “La justicia (la esclavista) es el orden de la naturaleza”, decía Platón., con lo cual se naturalizaba la opresión. La democracia es “un régimen mediocre, el peor de los mejores gobiernos y el mejor de los peores”. Aristóteles corrige (parricidio) a su maestro: “no se puede hablar del mejor de los peores, sino del menos malo”, de los gobiernos. Para Platón la sociedad debe tener tres clases: Filósofos, Guerreros y Artesanos. Cada una cumplirá con deberes específicos. En Aristóteles, la justicia es la máxima preocupación social. (La justicia de los propietarios). “Excluir al pueblo del gobierno es llenarlo de enemigos” sostiene el inmortal pensador. Hablamos de una justicia clasista. El propósito era imponerle la autoridad al pueblo. Las polis griegas, tenían un Concejo de Ancianos, que representaban la autoridad máxima. Y cada poli, tenía sus leyes y cultura particular. Bajo algunas circunstancias defensivas, se unían y formaban ligas de ciudades. Al considerar al Estado, expresado en las Ciudades-Estados, como auténtica manera de convivencia, Aristóteles, afirmaba, que quien no convive, es “una bestia o un Dios”.

Cuando los romanos, se hicieron conquistadores, y se apoderaron de Grecia, quedaron fuertemente impactados por el colosal pensamiento griego. “La Grecia conquistada, conquistó al bárbaro conquistador” afirmó el Romano Horacio. La civilización egea, acentuada por los aportes Minoicos, Cretenses y Micénicos, impulsaron progresivamente el conocimiento de las matemáticas, la astronomía, la biología, el Derecho, la filosofía, la arquitectura, el teatro, la poesía, aportes que hoy siguen impresionando a la humanidad. (Continuará el próximo fin de semana).

JESUS M VIVAS. HISTORIADO PROFESOR UNIVERSITARIO.

jesusm_vivas@hotmail.com.



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Jesus Vivas

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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