Homofobia, sexismo y racismo son términos que a menudo se ven ostentados dentro de la escena de la cultura underground del heavy metal. Este género musical se ve predominado por hombres blancos heterosexuales presentados con una imagen anglosajona y de masculinidad heteronormativa que dan pie a una serie de prejuicios en la comunidad del metal, los cuales no dejan de ser un reflejo del resto de la sociedad influida por las ideologías dominantes del capitalismo.
Sin embargo, actualmente la dinámica política y social del metal está empezando a dar un giro. Esto se ha demostrado en estos últimos años cuando figuras importantes de la escena se han mostrado públicamente como feministas, gays, trans, etc. Un ejemplo influyente es Rob Halford, vocalista de Judas Priest que anunció públicamente su homosexualidad en 1998. Halford afirma que “el heavy metal actual es un mundo completamente diferente en comparación al de los 80, al igual que el de la comunidad LGTB. Todos hemos crecido hasta cierto punto, pero todavía hay un largo camino por recorrer y un montón de cuestiones para abordar, pero creo que poco a poco nuestras vidas son cada vez mejores”.
Otro ejemplo de empoderamiento femenino dentro del abundante sexismo de la cultura lo encontramos en algunas vocalistas y miembros de grupos que han tenido mucha influencia en el género del metal. Tasha Hoffman, cantante del grupo de death metal Identity Crisis cree que “las mujeres hoy en día recién ahora se están dando cuenta de que pueden hacer las mismas cosas que hacen los hombres, si no igual, mejor que ellos”. Hoffman afirma que “gritar en la cara de la gente no está considerado como algo atractivo para una mujer, pero eso es precisamente lo que es el empoderamiento”.
Aunque hoy en día siguen habiendo casos extremos de racismo dentro de la comunidad del black metal (subgénero del metal) hay que recordar que el resto del mundo del metal ha crecido y se ha desarrollado a lo largo de los años a partir de la fusión de géneros que son predominantemente escuchados por otros grupos étnicos, como el hip-hop y el reggae. Un ejemplo de esto sería el famoso grupo de thrash metal llamado Sepultura, originario de Brasil y que fusionan música brasilera tradicional con la agresividad del metal. O el grupo británico Skindred, que mezcla metal, reggae y música electrónica. Estas combinaciones de estilos ayudan a crear una comunidad más multicultural que reivindica el antirracismo, elimina los prejuicios y permite un desarrollo más internacional de la música metal.
(@Itzy_Cs) es militante de En lluita / En lucha
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