Que nadie venga conmigo ahora a etiquetarse de puritano en relación con justificar que desde un medio del Estado, simplemente por demagogia politiquera se diga que el escribir “konducta” con “k” no es un estereotipo de confusión hacia la escritura que hoy tienen nuestros jóvenes en los distintos espacios de la sociedad.

Desde hace un tiempo, los medios del Estado, en vez de convertirse en canales para el fortalecimiento del aprendizaje en todos sus niveles, siguen la ruta de la contaminación sociológica del resto de los canales, en su mayoría, ubicados en la llamada televisión “por cable”. Tal vez, por ello, Venezolana de Televisión (VTV) no puede quedarse atrás y ha permitido desde su pantalla, una degradación lingüística, la cual lleva por nombre: Zurda “Konducta”.

En tal sentido, qué puedo explicarle a mi hijo cursante de educación primaria, cuándo me pregunta: ¿papá por qué en VTV escriben con “k” la palabra conducta? No imagino al ministro de educación explicando junto con el grupo de malandros del lenguaje, que esa palabra se escribe con “c”, pero como el programa es “revolucionario”, escriben conducta con “k”. Entonces, ante esa disyuntiva, supongo que al estar en presencia de un gobierno en revolución, pues en lo sucesivo, tendremos un ministerio de “Edukación”, y el cual para hacer justicia y equilibrio con el resto de los estudiantes, queda a libertad del educando y hasta del docente, escribir, si así lo desea, “edukasión”. Para eso estamos en revolución educativa.

Lo irónico es que al aplicar esa analogía hasta el terreno de lo político – ideológico, no es la “K” la letra más autóctona, sino en contrario, es una de las menos ajustadas al español. Y si asumimos tal proliferación, nadie podría considerar como error que hasta pudiera “eskrivir” y no escribir. Y si esa “regla” de la “K” es válida para determinada(s) palabra(s), entonces surgen algunas interrogantes: ¿Podría escribir “surda” por zurda? ¿Zupremo por supremo? ¿Rebolusión en vez de revolución? ¿Zhaves por Chávez? ¿O será que los responsables de facilitar el aprendizaje de la lengua materna, en este caso el español, debemos ir hacia la construcción de una nueva “hortografía” que sustituya a la actual “ortografía? ¿Será que debemos sustituir los errores por “herrores” y los horrores por “orrores”?

Resulta hipócrita, el intentar desde la escuela ser formadores de ciudadanos y generadores del conocimiento, si el propio Estado degenera la escritura (¿o eskritura?) en ámbitos de su conveniencia política, o si los docentes, en el aula practican una cosa y fuera de ella otra. Eso sólo contribuye a que las grandes confusiones que tiene los estudiantes, como por ejemplo, el seseo (uso de la s, c o z), o el uso de la “b” o “v” se multipliquen cuando se inventan estructuras morfo-sintácticas como las descritas.

Que cada quien asuma su propia responsabilidad en el contexto de la formación o deformación educativa. Esperemos que algunos sectores comprendan que el significado de la imprecación se hace cada vez más evidente en el plano de la educación. La deformación de la escritura es el principal medio para la anomia del aprendizaje, y por ende de la sociedad.

Por ahora, mientras en VTV, tengamos la escritura de “konducta”, tendremos unos malandros del lenguaje que juegan al propio fracaso de la educación bolivariana, porque en definitiva, no es la educación lo que les importa, sino en demostrarnos el fracaso de esa “edukación” que ellos mismos nos demuestran entre ignorancia histórica y filosófica, y peor aún, analfabetismo morfológico, semántico y sintáctico. Con esa “konducta”, lo que nos sobra desde VTV son platelmintos y bazofia del lenguaje.