...y los infiltrados quieren instaurar en PDVSA
El día 26 de agosto la Inspectoría del Trabajo aceptó la solicitud de reenganche a la nómina de PDVSA de donde fui expulsado el 21 de agosto vilmente y sin contemplación ninguna gracias al engreimiento, el caciquismo, la prepotencia y las intenciones de amedrentamiento que un jefecito mal intencionado, y con ganas de echar el jalón de su vida a su jefe, me mandó a botar sin importarle que con ello violara flagrantemente el Art. 422 de la Ley Orgánica del Trabajo y violara las normas y procedimientos pertinentes del patrón ante la calificación de despido a un trabajador. Sin importarle que con su actitud de cacique atropellara la constitución, a la ley de Trabajo y a los más elementales derechos del trabajador y los derechos humanos. Gracias a un gris anónimo, que aún no ha tenido la valentía para dar la cara sino que se ha escondido tras del anonimato y a estas alturas del juego aún no me ha hecho llegar nada por escrito, ni por mensaje de texto ni por señales de humo para comunicarme que a él le había dado la perrísima ganas de botarme de PDVSA. es decir, me botó, se aceptó la apelación, se revocó la medida de expulsión, se me reenganchó restituyéndoseme en mi puesto de trabajo y aún el Gris Anónimos no ha dado la cara y se supone que ahora menos la va a dar, con qué valor, con qué moral la va a dar, no creo que la soberbia y el engreimiento no le van le permitir reconocer el craso error que cometió, como tampoco va a permitir que todo el mundo lo conozca y le grite que es un inepto, un incapaz y un ineficiente y que si tuviera un mínimo de vergüenza debería renunciar, no importa que lo haga clandestinamente para que nadie se entere.
Hoy a siete días de ser reenganchado en la nómina de PDVSA quiero darle las gracias a todos aquellos camaradas que estuvieron allí, a los amigos que se mostraron patria o muerte y que no les importó que mi expulsión los salpicara de una forma u otra. Quiero darle las gracias a los hermanos que rodilla en tierra, me alentaron siempre para que no me amilanara ante la adversidad, que se mantuvieron conmigo dando la pelea para que la injusticia de mi expulsión no se concretara, a los camaradas que en todos momentos nos mantuvimos en comunicación, armando estrategias, de reunión en reunión, analizando la situación, a ustedes camaradas vaya este triunfo de la justicia, esta bofetada y esta patada en el trasero a la impunidad. A los Camaradas que se mantuvieron firme, sin temor y de frente para derrotar el amedrentamiento y el terrorismo laboral, un abrazo de hermano, revolucionario y comprometido, ya que ahora es cuando nos quedan luchas por librar en defensa del gobierno de de Nicolás Maduro, del proceso y en procura de eternizar el legado del Comandante Eterno. Gracias Camaradas por el apoyo incondicional, tanto moral, como práctico. Gracias Camaradas por estar allí verticalmente comprometidos, codo a codo, siempre esperanzados en que la justicia triunfaría. Gracias a Aporrea, a Ensartaos.com y a todas las paginas de la red que prestaron sus espacios para difundir el capricho y el empepamiento del Gris Anónimo del cual fui víctima. Gracias a los articulistas que prestaron sus creaciones y sus plumas para defender lo justo, oponerse a la injusticia y a la impunidad. Gracia al alientos y apoyo que llegó de todo el país y de otros países a través de correos electrónicos. Gracias a los twitteros y a todos aquellos que de una u otra forma se hicieron eco y fueron voceros de mi expulsión de PDVSA.
El reenganche a la nómina de PDVSA no se puede ver como un simple reconocimientos de los derechos del trabajador, ya que va mas allá de un reenganche y hay que darle una connotación política, hay que darle una lectura de lucha porque se demostró que en este país hay justicia, que se puede confiar en las instituciones y el Estado de Derecho funciona y en las leyes de la patria, que la activación de la socialización de la participación lo que garantizará la optimización de este cumplimiento. Con el reenganche se derrotó y se desmontó, por ahora, las intensiones de la oposición, de los quinta columnas y de los enquistados despreciables de querer callar la voz de protesta dentro de la corporación, es una victoria de la verdad, de la justicia en contra de la impunidad, en contra del amedrentamiento y en contra del caciquismo de los que pretenden callar a todos lo que queremos y creemos en una patria mejor encausada hacia la cristalización del Legado del Comandante Eterno. Vaya pues un abrazo de hermanos y de camaradas a todos aquellos que tenemos fe en la construcción del socialismos y en la construcción de un mundo mejor de la mano de nuestro presidente Nicolás Maduro, de todo su Tren Ejecutivo y de todos aquellos luchadores que día a días entregan su vida a la consolidación y a la conquista de nuestra soberanía nacional.
El reenganche es una bofetada en pleno rostro a las campañas y políticas y de terror que la quinta columna y los infiltrados quieren instaurar en PDVSA, es un no rotundo al silencio y a cualquier acción de coacción con la que quieren callar el derecho que nos da la constitución (Art. 57. de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela) con la finalidad de amedrentar y cercenar el derechos de disentir y de hablar y más cuando lo que se quiere callar son las posibilidades de hacer críticas constructivas en aras de que se corrijan entuertos para que no hayan consecuencias nefastas por no haber implementado a tiempo el golpe de timón y la activación de las 3R, ya que no es penalizando, castigando o reprimiendo que se va a lograr el redireccionamientos, no es con las posturas revestidas de prepotencia y de engreimiento, como tampoco es con actitudes ebrias de poder y embriagadas con las mieles de autoridad, del señorío y supremacía que se solucionarán los problemas del pueblo, tal como fue la postura despreciable, soberbia y anti patria del Gris Anónimo quien con un desconocimiento descomunal o poniéndose de espalda a la realidad del país y en contra de la de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, caprichosamente expulsa a los trabajadores por el solo hecho de aportar, a través de sus críticas y análisis constructivos, campanazos que sirvan para alertar que algo anda mal, sabe mal y hule mal.
A los compañeritos que escondieron sus gritos de guerra y se despojaron de su traje de revolucionarios por miedo y por culillúos, se les informa que ya lo pueden sacar de las cajas donde los metieron o rescatarlos del rincón donde los tiraron para que nuevamente se vistan de rojo y sigan dándose con una piedras en los diente. No se preocupen que nadie les va a pasar factura, el miedo el es libre y de gratis y las puerta de sus filas están abiertas de par en par para que militen y lo practiquen cuando quieran, como quieran y donde quieran. Se les recomienda cargar sus cajitas de Loperan, Lomotil, Guanicar o de cualquier diarreico en los bolsillos porque no sabe en qué momento lo van a necesitar de nuevo. A todos aquellos seudos camaradas, compañeritos, que desde un primer momento se enculillaron, me quitaron el saludo y mi nombre se les convirtió es un sinónimo de Guácala o de fuchila, que además se les generó sentimientos paranoicos, se inventaron historias de teléfonos intervenidos y de persecuciones montadas, se les participa que ya pueden estar tranquilos, ya pueden seguir siendo revolucionarios y seguir escribiendo estupideces, en las cuales ni ellos mismos creen. A todos estos compañeritos se les participa que ya pueden sacar las camisas rojas o todos los atuendos vinculados a la revolución, que ya pueden seguir disfrazados de patriotas y pueden darle riendas sueltas a sus convicciones políticas, que ya pueden seguir gritando en los pasillos de los diferentes edificios de PDVSA “CHAVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE. Adelante compañeritos que el puesto que abandonaron desde el 21 de agosto, cuando me botaron, aun espera por ustedes y no se preocupen que nadie se ha dado cuenta de los malestares estomacales que sufrieron cuando la campaña de amedrentamiento y el miedo se anidó en ustedes convirtiéndolos en presa fáciles del guabineo y de la blandenguería. Adelante compañeritos, el miedo es libre y es de gratis.
Camaradas este triunfo de la justicia, es una patada a las pretensiones de callarnos y debe tomarse como un llamado a la consolidación de lo que tanto nuestro Comandante Eterno insistió, UNIDAD, UNINAD Y MAS UNIDAD, debemos entrelazar diferencias y coincidencias, armarnos hasta los dientes de mucho amor patrio porque se nos avecinan nuevas batallas en donde la única opción que nos queda es desmoronarle las pretensiones a la oligarquía criolla y extranjera, amparada por el músculo del norte. No hay que perder de vista que la guerra de la oposición es a muerte, manifiesta entre otras cosas, en la guerra económica, en el desabastecimiento, en las guarimbas, y en tanto otros males que nos están acogotando con la finalidad de crear descontento y preparar el terreno para las elecciones parlamentarias del 2015, donde la oposición se vienen con todo para ganar espacio y activar el revocatorio a nuestro presidente legítimamente electo Nicolás Maduro. Es ahora o nunca cuando debemos visualizar que no tenemos más opción, o ellos o nosotros, desmontémosles sus pretensiones de volver y para ello está terminantemente prohibido cansarse, hay que cerrarles el paso para que más nunca vuelvan adueñarse de nuestro país, de nuestra soberanía y de nuestros derechos de vivir en paz sin la sonrisa fracturada.
Y AHORA MÁS QUE NUNCA CHÁVEZ SOMOS TODOS.
¡¡Y EN EL NOMBRE DE CRISTO, DE BOLIVAR Y DE CHÁVEZ, LA LUCHA SIGUE!!
Maturín, 28 de Octubre de 2014
