Te fallamos Comandante…

¡Por qué caracho tu abuela Rosa Inés no te dijo la verdad compañero!…

En aquellos tiempos que todavía había tiempo, cuando tu cuerpecito frágil salía día a día a vender los dulces que ella preparaba…

En tiempos de Tribilin y Arañero que se entrelazan con tu vivencia, cuando pretendías comprender a la vida, del porque de la tristeza de tu pueblo pobre…

Cuando metías el pecho por delante, ahuyentando el miedo, eludiendo dificultades que te salían al paso, sin tiempos de volar papagayos, porque la papa se tornaba esquiva…

Si comandante…

Obviando aquellos sueños de niño que todos tenemos derecho a navegar, inundados de diversiones y alegrías, presentes en cualquier época…

Tú lo suplantabas soldado, ¡una y otra vez!, porque en tu pensamiento solo había lugar para el que lanzo un juramento en el Monte Sacro…

¡Por qué no te dijo caracho!…

¡Por qué te lo ocultó!

Cuando levantabas tu espada de madera mirando al cielo, con tus pulmones inundados de patria sacando afuera un, "Yo soy Bolívar abuela"…

Porque no te confeso que Don Simón no murió de tuberculosis muchacho, sino de tristeza, por sentirse abandonado y traicionado por la raza humana, donde de nada valieron, su memorable juramento junto a Simón Rodríguez…

¡Porque no te conto de un Guaicaipuro convertido en candela encerrado en su choza, negado a rendirse!…

De mantas empernadas de Viruela, en uno de los genocidios más escalofriantes para exterminar nuestro ancestros de toda la sufrida América, de parte de conquistadores que no eran más que unos locos y diabólicos asesinos…

Dime compañero…

Porque no se adelanto a los libros…

Para contarte de una absurda primera guerra mundial, donde morían miles y miles de desgraciados por solo adelantarse 200 metros en las trincheras del espanto, como el genocidio nazi hacia el mundo, acompañado de un holocausto desbastador, seguramente culpable del terror que exterminados del ayer, implantan hoy a sus hermanos palestinos…

Por qué no te alerto de un gigantesco Miranda y su reproche de nuestro bochinche eterno…………..

Y tú compañero; porfiado hasta el fin de tus días…

Como se te ocurre loco inundado de humanismo… llevar los médicos a las puertas de nuestro rancho…

¡En qué mundo creías que vivías tú, carajito!

¿Qué extraño bicho te habrá picado muchacho?…

Que le devolviste la vista a todo viejito que se te cruzo en tu camino…

Teleféricos pa´ los cerros, solo a un loco se le ocurriría…

Viviendas pa´ todo el mundo…

¿Cómo no te mataron antes compañero?

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Cuéntame, cuéntame compañero…

Cuantas fueron las veces que lloraste a escondidas, por sentirte traicionado y vilipendiado, en aquella soledad que tú solo conocías…

Dime Hugo…

Como vamos a comprenderte compañero…

En un mundo donde impera la autodestrucción de nuestra raza…

Que vamos a saber de amor, si nos encargamos día a día y sin descanso, alejarlo de todos nosotros…

El mismo que tu intentabas enseñarnos cuando cerrabas los ojos cantando Linda Barinas, solo porque un extraño embrujo te acorralaba, cuando esa magia florecía de tu corazón por tu terruño amado…

Como nos vas hablar del Cajón del Arauca, como si se te fuera la vida en ello compañero…

Tu voz quebrada cuando nombrabas el Apure…

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Y te fallamos comandante…

Te fallamos porque en realidad tal vez nunca te comprendimos…

Este mundo chambón como nos diría Galeano…

El mismo mundo raro que da gritos de aclamación por el Pepe Mujica, en donde todos corren a entrevistarlo; y en la cruda realidad nunca le pararemos bola, porque todo continuara igual…

Al igual que a este extraño Papa de nombre Francisco, que al menor descuido también lo mataremos……………

¿Y nosotros comandante?…

Para que enumerar todos nuestros errores y desaciertos compañero, tantos de nuestro gobierno, como el nuestro, (el de tu pueblo gigante), el mismo que tú diste tu vida por él, si todos los conocemos de sobra, solo basta hacer un profundo análisis de conciencia, para de sobra saber en qué te fallamos…

Solo basta simplificar todo en algo muy sencillo:

Nosotros repetiremos la historia una y otra vez, gritando bien alto para que todo el universo nos oiga…

Barrabas, Barrabas, Barrabas…

Para morirnos otra vez, hasta que llegue el día que sea la última de ellas…

Ya lo sé comandante, ya lo sé, innumerables las veces que lo repetiste:

"YO SOLO SOY UN SOLDADO" El compañero Hugo



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José Varela


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