¡El paro se nos fue de las manos! Y ahí comenzó el peo. Desde finales del año 2002 acompañamos al compañero Carlos –CTV- Ortega a un paro cívico nacional y esa vaina es historia. Esa ha sido la jornada más gloriosa que ha tenido esa Central de Trabajadores que tuvimos por un tiempo en las manos y la usamos como nos dio la gana para joder a todos los trabajadores mientras nosotros estábamos hasta en la junta directiva de PDVSA mandando, porque así eran las vainas aquí, hasta que llegaron estos chavistas y toda vaina cambió. Ahora, en Lima, Perú, del compañero Ortega no se acuerda nadie y, hasta Ramos- Espoleta- Allup, cuando va a Lima, ni siquiera lo visita, porque así son las vainas, te usan y después te mandan bien lejos al carajo.
Okey, hoy es el día del trabajador, y te juro una vaina, a que nadie se acuerda de Ortega, porque ahora no vale medio, ahora no tiene poder, porque antes el poder se lo dimos nosotros, en el partido del pueblo, en PDVSA, en los medios, y ahora, como no tiene un carajo, hasta de taxista parece que está trabajando –después de muchos años- para ganarse la vida. Y no hay que olvidar esos momentos heroicos que el compañero Ortega tuvo cuando el paro, que todavía está flexibilizado, y a lo mejor en cualquier momento lo retomamos y ay, Maduro, recoge tu mango verde. Nadie olvida aquellas tardes inmortales, cuando el compañero Ortega aparecía en cadena por nuestros canales privados a las seis y daba la línea: “Mañana, cacerolazo a las ocho de la noche. Eso sí, tranquen las vías desde las seis de la mañana”. Y al otro día salía uno a echarle bola para sacar al dictador Chávez. Y nadie olvida la foto histórica del compañero Ortega con el compañero Pedro Carmona Estanga y el compañero Luis Ugalde levantando los brazos pidiendo libertad, clap, clap, clap, libertad.
Por eso es que los chavistas nos joden, porque nosotros olvidamos toda vaina. En cambio esos carajos recuerdan a todo el mundo, y sacan avisos y colocan cuñas de gente que nadie sabe quién carajo es, pero los chavistas dicen que esos son sus héroes y otro montón de vainas que uno no sabe si eso será verdad. En cambio nosotros no recordamos ni la fecha de nacimiento de Rómulo Betancourt, y del compañero Pérez nos olvidamos, y después decimos que queremos al pueblo ¡qué bolas! Así que los trabajadores del país nos deben tener una arrechera de padre y señor mío, porque nos hemos cansado de engañarlos, y de Fracaso Petkoff y la tripartita, no quiero acordarme, pero segurito que nadie va a recordar al compañero Ortega.
El papá de Margot la llamó por teléfono y le dijo: “Hija mía, esta mujer de Primero Justicia me tiene loco, ni siquiera quiere ir a la marcha de nuestros trabajadores. Si te dicen que caí, toma en tus manos mi bandera y ven a rescatarme de este cuarto”
- Preso estoy y estoy cumpliendo mi condena.- me canta Margot