De un solo tirón leí La Conciencia de la Lealtad, del G/J Jorge Luis García Carneiro que se refiere a sus confesiones sobre el golpe de Estado de abril de 2002 compiladas por Andrés Ramón Guissepe Ávalo.
El contenido se lee fácil. Su lectura aparte de amena revela los cojones que tuvo Carneiro al jugarse su vida y la de su familia en defensa de su compañero de Promoción, amigo entrañable y presidente de Venezuela y de la Revolución Bolivariana. Nunca pidió cacao y tuvo los cojones bien puestos en todas y cada una de las situaciones peligrosas que le toco vivir.
El presidente Chávez al conocer la odisea de su hermano de armas, García Carneiro, y mucho antes de publicarse, expresó:
- ¡Qué bueno el relato de mi camarada Gral. García Carneiro. Debería escribir un libro sobre todos estos eventos!
En la página 77 en el segundo párrafo, Carneiro narra: “Cuando veo que se me acercan el general del Ejército Luis Castillo Castro, cuñado de Luis Miquilena, y el coronel Estrubel Pineda se acercan con una tropa para detenerme. Me vi en la necesidad de sacar mi pistola, y les digo: ¡Sí se les ocurre venir a detenerme, les voy a volar la cabeza de un tiro!
En la página 119 narra Carneiro: “A las 7 am del 13 de abril llamo por teléfono a Nelson Merentes. Lo cito para encontrarnos a las 8 am, en la estación de servicios ubicada en la Calle 1, de Los jardines de El Valle. Yo llego primero, y a los pocos minutos lo hace él. Bajo de mi vehículo y me paso al suyo. El me pregunta: ¿Cómo ves tú lo ocurrido? Mira fue un golpe de Estado. La cosa no está fácil que se diga esto está difícil”. Con lágrimas en los ojos, lleno de ira y de sentimientos, dice con voz solloza: Nos jodieron. Entonces le cuento que el comandante general del Ejército había convocado a una reunión a celebrarse en Fuerte Tiuna la 1:00 pm. Comenzamos a analizar la situación, a hablar sobre el descontento que había generado en los militares golpistas la autoproclamación y designación de Carmona Estanga…y a diseñar una estrategia para afrontar lo que venía.
Acordamos que yo iba a entrar a Fuerte Tiuna para participar en esa reunión, coordinar con los militares que conocía, que estaban de nuestro lado, y tratar de contener y mantener a raya a los golpistas. Mientras que Merentes se comprometió a ir con su vehículo y un megáfono que tenía en el maletero, a varios de los barrios de la parroquia El Valle para informarle al pueblo lo que estaba sucediendo y convocarlos para la alcabala 3 de Fuerte Tiuna.
¡Yo bajo la gente!-exclamó con firmeza.
Y la obra continúa. Narrada en primera persona, como narran los valientes.Por algo Conciencia de la Lealtad es un ensayo.
Recomiendo abiertamente el libro de Carneiro. Si Chávez estuviese vivo hace rato hubiere ordenado su publicación y distribución masiva.
TINTERO
Me cabe el honor de haber recibido el libro de sus manos y en su residencia oficial de Playa Grande, con la siguiente dedicación, que agradezco humildemente: para Américo Hernández, periodista incansable y revolucionario. Amigo de los amigos. Te dejo parte de mi historia en los momentos más difíciles de mi Patria. García Carneiro.