Creo que los expertos del gobierno se encuentran resolviendo de una manera equivocada el grave problema del desabastecimiento alimentario que nos agobia al caer en la ingenuidad de atribuirle a los humildes y populares intermediarios de productos de la dieta básica del venezolano, la causa de las colas y de la escasez de productos básicos. Los llaman peyorativamente "bachacos"
Antecedentes del asunto:
Corría el mes de agosto de 2007, cuando un personaje conspirador, directivo de FEDECAMARAS y presidente de la CAMARA VENEZOLANA DE INDUSTRIA DE LOS ALIMENTOS (CAVIDEA) de nombre Alfonzo Rivas, PROPIETARIO DE LA MARCA MAIZINA AMERICANA y otras 28 marcas comerciales de alimentos de su emporio industrial, llamó al pueblo venezolano a prepararse para la lucha... Eran los tiempos de la campaña sobre el referendo aprobatorio de la Reforma Constitucional... La lucha fue planteada con un boicot alimentario y desaparecieron los productos de primera necesidad en todos abastos y supermercados de Venezuela; también desaparecieron las medicinas y alimentos esenciales para determinados grupos (niños lactantes, diabéticos, hipertensos y enfermos crónicos entre otros).
Las redes MERCAL, recién creadas y precariamente surtidas, paliaron la grave situación de desabastecimiento. Cientos de miles de toneladas de alimentos y medicinas fueron acaparadas. La MUD anunció que la del 2007 sería una navidad sin hallacas... Resultado: perdimos el referendo constitucional y aunque no hubo hambre y nos comimos nuestras tradicionales hallacas, amén de un buen vino importado, gracias al extraordinario esfuerzo de importar y distribuir alimentos en calles y plazas de Venezuela (incluida la Av. Bolívar de Caracas). Aprendimos la lección; el desabastecimiento inducido por la burguesía industrial y comercial es una grave amenaza para la Revolución Bolivariana Socialista. Es curioso, en aquel año 2007 NO HUBO BACHAQUEO NI REVENDEDORES.
La respuesta revolucionaria no se hizo esperar; el 8 de enero del 2008, Chávez anuncia dos cuestiones: 1) promulga la ley de Seguridad y Desarrollo Alimentario y 2) Crea la red PDVAL y da instrucciones al ministro Rafael Ramirez para que asuma la responsabilidad de este nuevo desafío.
La Ley crea un fondo de reserva de alimentos equivalente a tres meses de consumo y los tecnócratas de PDVAL, en desconocimiento absoluto de que se estaban metiendo con uno de los sectores estratégicos controlado absolutamente por la embajada norteamericana en Caracas, ignoraron por completo (acaso falta de sustancia ideológica) que la seguridad alimentaria de Venezuela se encuentra atada de pies y manos al sistema de seguridad alimentaria de los Estados Unidos de América.
En qué consiste nuestra dependencia alimentaria, que aún continúa presente!!
Venezuela importa un promedio de 330.000 toneladas mensuales de alimentos y productos de aseo personal y limpieza, a través de 112 empresas o holdings, las cuales integran a CAVIDEA LA CASI TOTALIDAD DE ESAS EMPRESAS TIENEN CAPITAL NORTEAMERICANO, mecanismo de dependencia que opera a través de los royalties por uso de patentes de industria, marcas registradas y patentes de invención. Por ejemplo, la muy famosa alimentos POLAR se encuentra asociada a la transnacional PEPSICO, para producir y distribuir los productos de consumo popular como la harina de maíz (PAN), o los refrescos Gatorade y Pepsicola, o la avena Quaker, el toddy, los yogurt, y los yukipak que consumen por millones nuestros escolares, entre otros 86 productos. De modo que cada una de las siguientes trasnacionales: ABBOT LABORATORIES, HEINZ, KELLOGS, COCACOLA, KRAFF FOOD, MEAD & JHONSON, JHONSON&JHONSON, PROTINAL, MONACA-BIMBO, CARGILL, NESTLE, PARMALAT, ALFONZO RIVAS & Co. PROCTER &GAMBLE, DELMONTE ANDINA, GENERAL MILLS, etc., PROCESAN PARA VENEZUELA UNAS 786 MARCAS DE PRODUCTOS QUE CONSUMIMOS 34 MILLONES DE VENEZOLANOS DIARIAMENTE.
Este gigantesco monopolio norteamericano controla absolutamente el mercado y consumo de alimentos importados y para hacerlo científicamente, bajo estrictas normas de dominación y de combinación de materias primas regaladas y venezolanas, (agua, sal, azúcar, cacao, café, especies, derivados del petróleo, etc.) disponen de dólares preferenciales, con los cuales acceden a la compra e importación de alimentos semi-procesados por sus casas matrices en USA.
Aquí en Venezuela, tienen una empresa AGB PANAMERICANA DE VENEZUELA MEDICION C.A., la cual realiza los estudios de posicionamiento de marcas, niveles de consumo, saborizar productos que agraden al venezolano común, adelantar campañas mediáticas para incitar consumos, incluso sacar del mercado venezolano aquellas marcas que no pegan. Es el cerebro del holding.
Tienen incluso una empresa que garantiza la producción de todos los envases, etiquetas, tapas, en su casi totalidad de plástico denominada ENVASES VENEZOLANOS C.A., productora de millones envases al vacío "Tetra Pack", altamente contaminantes del ambiente, también norteamericana, fortalecida en Venezuela a raíz de la nacionalización de la Owens Illinois por parte del gobierno de Chávez, empresa que hoy no encuentra cómo colocar sus inventarios de envases de vidrio.
Este control absoluto de la producción y envasado de alimentos de consumo masivo, les permite fijar los precios de comercialización en Venezuela desde los Estados Unidos, burlándose de las leyes que han intentado controlar la estampida de precios de los alimentos importados.
Para distribuir las 330.000 toneladas de alimentos importadas mensualmente a través de CAVIDEA, desagregadas en millones de envases de plástico contentivos de líquidos y semi-sólidos, los norteamericanos también controlan ANSA (Asociación Nacional de Suministros Alimentarios) eficiente asociación de comercios de alimentos que se expenden en 136 hipermercados, 3.200 supermercados y abastos; 8.000 panaderías y bodegas; 27 cadenas de frio, 96 frigoríficos, incontables patios de almacenamiento, depósitos y centros de acopio y un parque automotor que puede estar en el orden de los 70.000 vehículos de carga pesada, semi- pesada y de reparto.
Una batalla perdida de la guerra económica que nadie quiere reconocer
En el año 2007, ignorando a ese gigante cuyos operadores en Venezuela son CAVIDEA y ANSA, nuestros burócratas del gobierno a través de PDVSA, se fajaron en primer lugar a reunir el millón de toneladas métricas que era necesario importar para cumplir con el mandato de la Ley de Seguridad Alimentaria; menos mal que apenas llegaron a 550.000 toneladas y una gran parte logró distribuirse a través de la red mercal, en aquel momento, el gobierno no contaba con cadenas de frio y no tiene ni por aproximación la red de ANSA (todavía no habían sido nacionalizados los supermercados EXITO y CADA (CATIVEN) y por impericia cayeron en la trampa tendida por CAVIDEA y ANSA, quienes negaron la cooperación para almacenar y distribuir la masa de alimentos importada en paralelo por PDVAL.
En los primeros meses del año 2008 CAVIDEA soltó al mercado venezolano los alimentos que tenían acaparados desde el año 2007, teniendo la seguridad, de la incapacidad de PDVAL para procesar la etapa final de envasado y la capacidad de transporte para distribuir. En pocos meses, las precarias cadenas de frío (containers refrigerados alquilados) colapsaron, pudriéndose miles de toneladas de alimentos o se venciera la fecha de consumo. Llovieron denuncias hasta que logró posicionarse la célebre palabreja "PUDREVAL" y para tapar tal pudrición, se crea el 19 de mayo del 2009 el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación.
Así las cosas, este holding norteamericano contrario a la Constitución intenta derribar la revolución bolivariana, mediante la guerra económica. El gobierno lo financia con dólares preferenciales y no les importa si no se los dan o nó, pues suministran desde Estados Unidos productos que luego son empaquetados por CAVIDEA y distribuidos a través de ANSA por miles de venezolanos pobres en mercados de calle de todas las ciudades venezolanas (por ej. Redoma de Petare o boulevar de Catia), quienes injustamente son tildados de "bachacos", por tratar de tener un poco más ingresos para enfrentar la super-inflación desatada.
Es la fábula del asno y la zanahoria, en materia alimentaria, el imperio sabe como dominar y valerse de funcionarios ignorantes y corruptos en Venezuela, para imponer su acción depredadora.
Bajo esa ilusión leemos noticias de ministros que ven normal una cola de personas necesitadas de alimentos para sus familias pero anormal que la gente pague por un puesto en la cola, o se pretende que nos acostumbremos a que en el vacío Super abasto Bicentenario de la plaza Venezuela, sueño del Comandante Chávez, vendan a precios de dólar negro los productos cuya materia prima fue adquirida a dólar preferencial y procesados por empresas afiliadas a CAVIDEA.