Entendiendo que la paridad como término viene del vocablo latino paritas, y hace referencia a la similitud, semejanza o equivalencia entre dos o más cosas; lo vamos a analizar en la realidad venezolana en cuanto a un concepto que aborda y contiene la estrategia política cuyo objetivo es garantizar una participación equilibrada de mujeres y hombres en todos los ámbitos de la sociedad y en particular en la toma de decisiones. Podríamos preguntarnos ¿en qué no se toman decisiones? Ciertamente no hay actividad o acción que sea ejecutada sin que previamente sea tomada una decisión, seguramente previo análisis de la situación; ahora bien, vamos a enfocarnos primero en o político; para ello nos fundamentamos en la publicación más reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Mujer (O.N.U. Mujer) cuya estadística nos refiere la participación política de la mujer cuantificada en cuanto a la presencia de la misma en cargos ministeriales y en los parlamentos de cada país a nivel de todo el planeta; vemos como de forma incluso mayor al 50% se encuentra la presencia activa y protagónica de la muer en cargos de poder ejecutivo en naciones como Nicaragua, Suecia y Finlandia lo cual es muy significativo e importante y seguramente es producto de legislaciones internas, da la presencia de liderazgos indiscutibles y de la conciencia del hombre en estos países.
En nuestro país a pesar de que llevamos quince años de revolución con pretensiones socialistas (la realidad ilustra que falta mucho por hacer y desmontar todo el capitalismo heredado principalmente en la mente de muchos y muchas) se ha avanzado pero poco; estábamos -para la época en que se tomo la muestra estadística- entre los países cuya banda de participación en esos cargos no pasaba del 15 al 20% (en específico teníamos para la época -01 enero 2014- un 16,7% de mujeres en cargos ministeriales) relegadas al puesto cincuenta y uno de la lista lejos del 57,1% de presencia en la toma de decisiones de la mujer nicaragüense. De los 31 cargos ministeriales la mujer venezolana solo asumía responsabilidad en cinco de ellos, ¿porqué en revolución sucede esto? Recientemente producto del denominado "sacudón" en septiembre 2014 el presidente Nicolás Maduro Moros realizó nuevas designaciones ministeriales y contando a las vicepresidencias y presidencias de PDVSA y del Banco Central de Venezuela tenemos treinta y seis cargos importantes; en ellos solo figuran siete mujeres; es decir un 19%. La paridad está muy distante en Venezuela en esos cargos ejecutivos importantes.
De forma similar a la opción ejecutiva y de gobierno, en los parlamentos del mundo se da que nuestras féminas tienen apenas un 17% de los escaños o curules en la Asamblea Nacional; destacan con porcentaje mayor al 40% naciones como Cuba, Nicaragua, Ecuador, Suecia, Finlandia y por encima del 50% Rwanda y Andorra.
Las realidades señaladas anteriormente nos llevan a concluir en este punto que mucho falta por lograr en nuestra nación con relación a la apertura de mayores espacios de participación política de las venezolanas. La lucha que se ha realizado y las conquistas logradas son fundamento para continuar logrando incrementar los puestos de toma de decisiones de la mujer tanto a nivel ejecutivo del alto, mediano o local gobierno así como también en las instancias legislativas de la Asamblea Nacional, Concejos Legislativos y Concejos Municipales. Por ello entendemos que dentro de nuestra legislación debe promoverse una Ley que garantice un sistema de cuotas de participación política de las mujeres venezolanas. La revolución tiene fundamentalmente rostro de mujer en la Venezuela bolivariana, por tanto debe realizarse justicia dándole la paridad a través de la ley.
Saludamos como positiva la firme decisión del Consejo Nacional Electoral respecto a exigir un 50/50 en las postulaciones a diputados y diputadas de nuestra Asamblea Nacional, ello no tiene nada que ver con posturas de sexismo como algún autor ha manifestado por la prensa nacional, se trata de justicia. Las capacidades sobra en nuestras mujeres, pero a la hora de considerar condiciones para lograr concretar una aspiración a ser electa como parlamentaria es cosa que conlleva una carga milenaria de poder, el patriarcado tiene formas muy sutiles de acción entre las cuales se encuentra el micro-machismo. Por tanto apoyamos esta resolución y consideramos pertinente hacerla ley.
Abg.