Eran mediados de enero de 2004, Un bullicio, gritos y aplausos se oyeron cerca, en la planta baja del Palacio Blanco, al rato, un murmullo fuerte en mi oficina que quedaba en el primer piso, primera puerta a la derecha en el corredor de acceso a la Secretaría del Consejo de la Defensa de la Nación…
Me quedo tranquilo frente a mi computadora y de repente se asoma el Comandante Chávez
-Buenas, ¿puedo pasar?
La sorpresa me enmudeció, me paro como un resorte y contesté
-Si, si Presidente…
Me dio un apretón de manos y le balbuceé mi nombre
-Soy Feijoo Colomine
-Ah, tu eres el hermano de Luisana que trabaja aquí, en el CODENA
-No exactamente presidente, sí, soy hermano de Luisana pero no trabajo allí, esta oficina es del Consejo Nacional de Fronteras, soy su Secretario Ejecutivo.
-Ah, entonces tu eres de la gente de Pompeyo?
-En cierta forma sí, fui su viceministro mientras él estuvo en la presidencia del Consejo
-Bueno y ¿quién lo preside ahora?, preguntó intrigado…
-Lo preside José Vicente Rangel, Presidente, contesté
No dijo nada, me observó y se asomó por la ventana…
-Sabes que esta era mi oficina de ayudantía cuando era Mayor, con mi general Arnoldo Rodríguez Ochoa?
-Aquí me agarró el Caracazo, pero también pesqué una lechina y me enfermé en pleno jaleo dijo sonriente
-Si, me lo han comentado, contesté
-Sigue igualita… el baño, ésta salita. También aquí estuvo Arias Cárdenas cuando fue director del PAMI, con Ortiz Contreras…Sabes, siempre vengo aquí.
-Siéntese Comandante…, Usted es el Jefe, le dije señalándole mi silla detrás del escritorio
-No, no, aquí, te tengo unas preguntas y tomó una silla en la mesita redonda y dirigiéndose a unos escoltas que bloqueaban la puerta.
-déjenme hablar con este caballero unos minutos, ordenó y a solas conmigo…
-Entonces tu eres de fronteras, conoces de eso, has estudiado…me dijo
-Me das un papel y un lápiz para escribir unas notas y hacer unas rayas…
-Si Presidente, algo he estudiado, sobre las fronteras de Venezuela, contesté dándole el papel
-Qué sabes del Esequibo… preguntó
-Qué le puedo decir en tan pocos minutos, porque ese es un tema complejo de la diplomacia…
-Pero dime tu conclusión, tu apreciación inmediata, me interrumpe y le digo,
-Sobre el caso Esequibo, los venezolanos hemos sido víctimas de una terrible impostura, fabricada en 1962, en plena guerra fría por Estados Unidos de América, para impedir en ese momento la independencia de Guyana, usando al presidente Rómulo Betancourt y su canciller Marcos Falcón Briceño, convertidos en peones de la política anticomunista impuesta hacia Latinoamérica a partir de la revolución cubana y la confrontación entre Nikita Jruschov y John Kennedy, pero también a futuro, impedir que Venezuela recuperara la totalidad o parte de ese enorme territorio, por vía del entendimiento y la integración con esa nueva república, al ser liberada del coloniaje inglés por aplicación de la Resolución No. 1514 de la ONU, emitida en diciembre de 1960, contra el colonialismo y por la autodeterminación de pueblos.
-Poco he oído esta versión, luce temeraria… ¿Dónde están las pruebas? pregunta
-Es una hipótesis que tiene su confirmación en los hechos históricos internacionales desde 1960, le respondí
-Bueno, la verdad siempre he visto lo del Esequibo como una historia a saltos, surge por coyunturas, antes del laudo de parís y después del laudo de parís de 1899… Lo estudié hace unos años en el post-grado que hice en la Universidad Simón Bolívar…precisamente cuando yo ocupaba esta oficinita, pausa y sigue…
-Antes del laudo de Paris, a principios del siglo 19, los ingleses habían desalojado a los holandeses de sus posesiones al este del rio Esequibo. Querían dominar el rio Orinoco o al menos su desembocadura. Su lucha entonces era contra los españoles que tenían unos fuertes por allá, en unas islas en el pequeño delta que forma el Esequibo al llegar al mar y otro fuerte en la costa del rio Cuyuní, cuando se junta con el rio Mazaruni para unirse ambos inmediatamente con el Esequibo. En plena guerra de independencia ellos (los ingleses) siguieron presionando hasta que en 1814 firman un acuerdo con Holanda y compran tres regiones: Demerara, Berbice y Esequibo.
Hace una pausa y le noto concentrado al llevarse el dedo índice derecho a la ceja…
-En el año 1823, el Libertador recibe la denuncia de que los ingleses han avanzado hacia el oeste del rio Esequibo, tomando un fuerte español abandonado en el rio Pomerum, en la costa del territorio Esequibo. Bolívar para ese momento en Bogotá envía esta información a Londres, a su ministro José Rafael Revenga, quien se encontraba allá negociando el reconocimiento de Colombia por parte de Inglaterra. Este reconocimiento es logrado en 1825, Revenga es elogiado en Londres, incluso lo incorporan con honores a la Legión Británica. El enviado obtiene la promesa de no intervención en los asuntos de Colombia, reconocen un territorio que incluye las antiguas provincias españolas de Ecuador, Panamá, Nueva Granada y Capitanía General de Venezuela incluso allá en Londres se publica el primer mapa oficial de la Gran Colombia donde, el rio Esequibo es el límite oriental de la gran nación con las posesiones británicas denominadas por ellos la Guiana Inglesa.
El Comandante sigue concentrado en su disertación histórica y continua…
-Materializada la disolución de Colombia, intervendría Inglaterra a partir de 1835, pleno gobierno de Páez, en una ocupación insólita e increíble, un solo hombre, sin apoyo militar, contratado por la Royal Geographic Society Britannica, el explorador prusiano Robert Schomburgk desquicia en nueve años la unidad territorial de Venezuela y logra materializar sobre un terreno poco conocido una propiedad a favor del reino de Inglaterra definida tan solo en mapas forjados, plantando unos postes en territorio venezolano con la rara inscripción "VR" (Reina Victoria).
-Presidente, le atajo yo y le pregunto:
-Qué razones políticas hubo durante esos años para que el aguerrido Centauro de los Llanos y jefe del gobierno venezolano no redujera e impidiera las acciones del solitario agente británico
-Vaya usted a saber, me contesta… y sigue,
-No hay razón para que Páez viera en los ingleses un enemigo, si pocos años antes tropas inglesas combatieron junto a él en Carabobo, si muchos ingleses colaboraban con su gobierno, O’Leary, por ejemplo…Acaso Páez también buscaba la solución a la gran deuda financiera contratada por Bolívar a Inglaterra, para avenirse en un acuerdo de pago, al estilo europeo y norteamericano de esa época, pagando con tierras…No sé, en fin…interrumpe, volvamos a lo tuyo.
Le digo entonces:
-Este tema es un asunto cautivo de la diplomacia norteamericana desde 1895. La mayoría de los estudiosos del tema coinciden en reconocer la intervención de agentes norteamericanos orientando decisiones de los presidentes Antonio Guzmán Blanco y sus fieles seguidores Joaquín Crespo e Ignacio Andrade. Por ejemplo hay académicos venezolanos que dan referencia explícita de un embajador plenipotenciario norteamericano de nombre William Lindsay Scruggs, quien hace un importante lobby en Washington para el manejo de la controversia anglo-venezolana mediante el empleo de la Doctrina Monroe, en especial condiciona la sensibilidad demostrada por los presidentes norteamericanos Benjamín Harrison (republicano 1889-1893) y Grover Cleveland (demócrata 1885-1889 y 1893-1897).
Y luego le agrego:
-El 13 de diciembre de 1896 el Presidente Cleveland lanza el célebre discurso ante el Congreso, mediáticamente tratado por la prensa de la época como el "cañonazo de 20 pulgadas" contra la reina Victoria, en una comedia internacional en la que Inglaterra negocia "obligada" por Estados Unidos, las tierras del Esequibo. Habría que preguntarse si primero fueron los gringos quienes se apropiaron ese territorio venezolano, para luego dárselo a Inglaterra, invocando la doctrina Monroe. El ex presidente Benjamin Harrison preside una comisión de fronteras nombrada por el congreso norteamericano para sustanciar todas las evidencias del reclamo ingles sobre las tierras venezolanas, luego admitidas por el tribunal arbitral de 1899 (Paris).
Tocan la puerta y Mirdza, mi secretaria entra con una bandeja: agua y café
-Permiso mi Presi… interrumpe, creo que necesitan algo de tomar y coloca la bandeja en la mesita redonda. El Presidente la saluda y le pregunta su nombre:
-Cómo te llamas…
-Mirdza Farias mi comandante
-Gracias Mirdza, dile a los muchachos afuera que ya salgo y volviéndose hacia mi…
-Bueno Feijoo, continuemos, ¿de dónde sacaste ese nombre, vale?
-Mi nombre es de origen catalán, Comandante
-Volviendo al tema –dice- esa información es clave, porque estamos hablando de unos cuatro años antes del laudo de parís de 1899. -Pero fíjate Feijoo, un detalle importante, éramos un país débil, Venezuela no tuvo la capacidad diplomática y militar para impedir esta ocupación, por causa de su inestabilidad interna de guerras y levantamientos dirigidos por caudillos militares, entre ellas la más cruenta, la guerra federal a lo que se agrega una inestabilidad de gobiernos, al extremo de que Venezuela tuvo 41 períodos presidenciales Y 23 presidentes en el breve lapso de 70 años, desde 1830, hasta 1899, año en que se produce el laudo arbitral de Paris, que le reconoció a Inglaterra 159.500 km. Cuadrados que pertenecían a Venezuela, emitido por un tribunal imperial donde Venezuela no tuvo la menor oportunidad de intervenir.
-Efectivamente Presidente, el laudo se produce rápidamente pero llama la atención que las negociaciones entre los dos jueces norteamericanos, los dos ingleses y el ruso que lo presidía cobran velocidad inusitada a partir del 20 de septiembre de 1899, cuando por vía cablegráfica el embajador de Estados Unidos en Venezuela Francis Butler Loomis informa a Benjamin Harrison, jefe de la delegación norteamericana ante el tribunal arbitral, que el general Cipriano Castro había derrotado el 12 de septiembre de 1899 en Tocuyito (Carabobo) al ejército constitucional del general Ignacio Andrade y que en pocos días tomaría el poder, pues el único foco de resistencia a la Revolución Restauradora se reducía a la guarnición de Puerto Cabello, al mando del general Antonio Paredes. Castro toma posesión del gobierno el 23 de octubre de 1899, ante la huida al exterior del Presidente Ignacio Andrade, 20 días después que el tribunal dictara el laudo.
-Quieres decir Feijoo, que los norteamericanos apuraron la decisión de Paris ante la inminencia del avenimiento de Cipriano Castro al poder en Venezuela.
-Si Presidente. Luego Cipriano Castro se resiste a reconocer el laudo, incluso a pagar las costas del arbitraje, en las que iban incluidos los honorarios del ex Presidente norteamericano Benjamin Harrison y de todo el grupo que le acompañaba. Este asunto entra en la agenda de la presión diplomática y militar que desataron los ingleses, aliados con Alemania e Italia en el bloqueo a Venezuela en el año 1903, bloqueo ante el cual el gobierno norteamericano no hizo ningún tipo de objeción. El pago de las costas del juicio fueron reiteradamente exigidas por el embajador Loomis al presidente Castro, en medio de esa crisis.
-Es más, Venezuela fue obligada a participar y firmar sin reservas, las actas de los puntos y líneas geodésicas de demarcación del lindero anglo-venezolano sobre el territorio Esequibo, unas diecisiete, cuyos originales no existen en el archivo de la Casa Amarilla, pero cuente con la seguridad de que las copias originales si se encuentran en los archivos del Departamento de Estado y en los del "Foreing Office". Le insistí
-Y luego Feijoo, qué pasa? Pregunta el Presidente
-Nada Comandante, otro salto y otra coyuntura como usted lo ha dicho, contesté
-Cómo es eso? Preguntó
-Pasan sesenta y dos años sin que mediara tentativa oficial alguna de parte de Venezuela para impugnar el laudo arbitral de Paris. Cipriano Castro es aislado internacionalmente por su lenguaje ofensivo hacia los imperios, le sucede Juan Vicente Gómez quien otorga cientos de miles de hectáreas a empresas petroleras inglesas, facilita a la Shell Caribbean la instalación de la refinería San Lorenzo en el sur del lago de Maracaibo, que tenía como propósito el suministro de fuel-oil a la enorme flota de la armada británica y también permite la operación de la empresa inglesa Greenwich Resourses Ltd. Para la extracción masiva de oro en las cuencas de los ríos Botanamo y Cuyuní.
Hago una pausa y veo al Comandante haciendo círculos y líneas sobre un mapa de Venezuela hecho rápidamente a mano alzada. Continúo explicándole:
-Luego del gomecismo, accede el Presidente Medina, quien hace una declaración oficiosa protestando el laudo, a través de un discurso de su embajador ante los Estados Unidos, Diógenes Escalante en la oportunidad de otorgarle la orden Libertador al ciudadano norteamericano Severo Mallet Prevost, por sus servicios remunerados a favor de Venezuela en el litigio de Paris. Rómulo Betancourt en su primer gobierno, luego de derrocar a Medina, se embolsilla un segmento de un discurso dado en Bogotá en 1943 donde alude sin mencionarlo el despojo de que fue objeto Venezuela, país débil frente a una potencia como Inglaterra. Betancourt se abstiene de presentar la controversia anglo-venezolana en la recién creada Sociedad de Naciones que luego se transformaría en la ONU, a pesar del ganado prestigio de Venezuela por suministrar gran parte del combustible usado por los aliados de occidente en la II Guerra Mundial.
-Por su parte el general Marcos Pérez Jiménez, -sigo exponiendo- le compra a Inglaterra buques destructores desincorporados como desecho de guerra y aviones "camberra" con el alarde de usar ese material bélico para ocupar militarmente el Esequibo, al tiempo que otorga concesiones territoriales a empresas inglesas para la producción de carne de ganado vacuno. Así llegamos al año 1962, cuando Venezuela hace el denuncio ante las Naciones Unidas, por iniciativa del segundo gobierno de Rómulo Betancourt.
-Discúlpeme el abuso Presidente, por esta larga respuesta…
-No, no, tu disertación ratifica mi apreciación de una historia a saltos y coyunturas tal y como la expuso el escritor Enrique Bernardo Nuñez…
Tocan la puerta y se asoma un oficial con los cordones de Edecán.
-Permiso Presidente, pero lo están esperando…
Se levanta, dobla los papeles y me tiende la mano
-Bueno Feijoo, grata conversa…Tu conoces a Ramón Moreno en la sala situacional, mándame con él esos nombres que me diste de las autoridades norteamericanas que intervinieron antes del laudo arbitral de 1899, lo que tengas, quiero revisarlo.
-Por favor, Presidente no se me vaya así, qué pasará con Guyana?, perdóneme nuevamente el abuso, le plantee preocupado…
Me mira fijamente
-Con Guyana hay que poner de lado ese debate de límites que la historia se encargará de dirimir algún día, la cuestión por ahora es integrar ambos pueblos, ambas repúblicas que tienen diferencias notables –comenzando por el idioma-, pero mucho en común, para poblar y hacer valer las riquezas que encierra el territorio Esequibo. Si en mis manos está la decisión, jamás tomaremos la vía de la guerra, eso sí, quieren ponernos a pelear con ellos…No lo lograrán!!
Se volvió hacia el Edecán
-Vamos muchachos
Y salió