La integración Latinoamericana ha tenido diversas etapas, todas ellas con profundas debilidades y contracciones y desde los años 60 el papel de Venezuela había sido realmente exiguo. Con la "Doctrina Betancourt" Venezuela se convirtió en el principal aliado del gobierno Norteamericano y junto a éste hicieron frente a la posible expansión de la revolución Cubana, Venezuela fue uno de los últimos en integrarse en el ALALC (1966) e igualmente con demora lo hizo con respecto al Pacto Andino (1973). Salvo el primer periodo de gobierno de Carlos Andrés Pérez, que hizo algunos esfuerzos de integración y de reivindicar al Tercer Mundo, veremos luego gobiernos que se dedicaron fundamentalmente a la política nacional, en proteger la alianza con los Estados Unidos y más de una vez incentivar roces y casis enfrentamientos militares con los países vecinos, fundamentalmente con Colombia.
No sólo teníamos pocas relaciones con nuestros países vecinos sino que además los desconocíamos totalmente, no sabíamos quiénes eran, que hacían, en que nos parecemos y en que nos diferenciamos. No hay la menor duda de que con el gobierno de Chávez y sobre todo en los últimos años esto ha cambiado radicalmente, no sólo por las constantes visitas y convenios de Venezuela con otros países sino también por las redes informativas, como Telesur, que se han creado a propuesta del gobierno bolivariano.
Para 1998 en plena campaña electoral el tema internacional fue relativamente poco tratado por los candidatos presidenciales venezolanos, que se concentraron fundamentalmente a discutir los problemas internos y sobre todo la lucha frontal entre dos fuerzas que a medida que avanzaba la campaña se fueron polarizando. En el caso concreto del abanderado del Polo Patriótico, Hugo Rafael Chávez Frías, es sólo a final de su campaña cuando dedica algunos espacios a tratar este tema.
En publicación del 7 de diciembre de 1998 en el diario El Nacional aparece una entrevista que se le hace al recién electo presidente, donde se aborda cuáles serían las prioridades en las políticas exterior, en la que Chávez responde que será fundamentalmente la relaciones con los vecinos y la integración Latinoamericana: " en el plano de las prioridades se mencionan las cuatro áreas (denominadas fachadas) que deberá cuidar la Diplomacia Nacional: La atlántica, la amazónica, la andina y la caribeña. Las cuatro tienen sus puntos neurálgicos en Guyana, Brasil, Colombia y República Dominicana." (El Nacional, 7 de diciembre, A-2. )
En esta entrevista el Presidente electo anuncia que antes del 2 de febrero visitará Brasilia, Bogotá y Santo Domingo. En 1998 si bien Chávez era visto ya como una amenaza por parte del gobierno Norteamericano – habiéndole negado la Visa para visitar este país- Chávez no manifiesta una política radicalmente opuesta al Imperio Norteamericano. Su simpatía con la propuesta de Tony Blair de La Tercera Vía representa una posición moderada entre el estatismo y el libre mercado.
Nada aún de críticas frontales al ALCA y por el contrario: "Sugiere convertir a Venezuela en la bisagra entre estos tres mercados que serán decisivos en la conformación del área del Libre Comercio Continental". En esta misma entrevista hace alusión a que visitará a China, Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y Malacia, manifestando un cierto alejamiento de sus intereses sobre los Estados Unidos, sin embargo señala que Venezuela seguirá siendo " proveedor seguro y cercano de petróleo al Mercado Norteamericano… el petróleo Árabe constituye un suministro inseguro, inestable, sujeto a perturbaciones frecuentes. Venezuela en cambio ha sido proveedor seguro… no vemos ningún problema para que lo siga siendo".
En el tratamiento al mundo Árabe no vemos un discurso con sustanciado con sus problemas y necesidades, por el contrario hace uso del discurso tradicional de colocar al petróleo proveniente del mundo Árabe y del Medio Oriente como zona insegura frente a la estabilidad de Venezuela. El discurso de Chávez recurre permanentemente al llamado a la paz, contra la violencia y a favor de la tesis del humanismo, el respeto y la tolerancia entre todos. En cuanto a la política Petrolera Internacional queda claramente marcada la intención del nuevo presidente de rescatar el papel de la OPEP. Recordemos que esta Asociación se había fuertemente afectada por la política de apertura y liberación económica que había generado una sobre oferta a nivel mundial y que llevó los precios del petróleo venezolano a 8 y 9 dólares promedio.
Al día siguiente del triunfo de Chávez el gobierno Norteamericano reconoce este acontecimiento y sus representantes mencionan que pronto se le gestionará la Visa. En cuanto a la relaciones con México y Cuba, con el primero sólo la centra en el tema de las relaciones petroleras y en cuanto a Cuba no escatima en rechazar el embargo económico promovido por los Estado Unidos y señala que respaldará el reingreso de la Isla a la O.E.A, de la cual fue expulsada en la Asamblea del Punta del Este (Uruguay) celebrada en 1962. Ya veremos cómo luego el Presidente Chávez se aleja tácticamente de la OEA considerándolo que es un organismo que representa fundamentalmente los intereses Norteamericanos en la región.
Hasta la llegada de Chávez al poder la política exterior venezolana estaba centrada fundamentalmente en sus relaciones comerciales con los Estados Unidos y en alianza al papel jugado por este país sobre el resto del continente. Venezuela a pesar de forman parte de los organismos de integración económica como la ALADI, Pacto Andino, Grupo de los TRES, estas eran relaciones netamente económicas y en realidad de muy poco peso, ya que más de 70% de nuestro comercio exterior era con los Estados Unidos. Esta característica de la política exterior va a ser muy parecida en el resto de los países del área. La mayoría de los asuntos interamericanos van a estar centrados en problemas fronterizos que permanentemente y hasta fecha reciente habían llevado a diversos conflictos bélicos y ruptura de relaciones.
Con respecto a los vecinos de Venezuela, a pesar de que Colombia ha sido históricamente el segundo en cuanto a nuestras relaciones comerciales, muy distante estaban del peso que tenía la economía norteamericana y el diferendo sobre el Golfo era el tema central en las relaciones diplomáticas. El último acontecimiento que estuvo a punto de estallar una guerra artificialmente preparada fue con la penetración de la Fragata Caldas en el gobierno de Lusinchi. En cuanto a Guyana igualmente solo nos vinculaba las diferencias que teníamos con el Esequibo y con respecto a Brasil solo por mencionar podemos decir que Venezuela surtía apenas el 5% de la demanda petrolera de ese país. Continuará…