Los retos de la verdadera izquierda en la nueva asamblea nacional.
Esta corriente clasista se ha caracterizado por ser crítica al gobierno en general en pro del campo venezolano, pero queremos aclarar, para que no nos confundan con aquellos que quieren hacer retroceder y desviar el actual proceso político venezolano, que en el marco de las elecciones a la Asamblea Nacional, debemos acompañar electoralmente a los candidatos revolucionarios. Sin que esto signifique que entre ellos, están personas, que según nuestro criterio, no llenan los requisitos, pero estamos obligados a poner por delante el futuro de la nación venezolana. Porque una Asamblea Nacional en manos opositoras significaría terribles consecuencias para nuestro pueblo, donde las conquistas innegables, serán tiradas por la borda, pues la ideología de la oposición es contraria y considera que la inversión social es un gasto y los modelos que tienen son de gobiernos neoliberales, que han quitado las pensiones, privatizado la educación, la salud, la energía y el agua, entre otros bienes comunes que significan beneficios para la nación.
Legislar y controlar son funciones primordiales de la Asamblea Nacional.
La oposición, con más de 60 legisladores, lo que ha demostrado es ser peones del capital extranjero coincidiendo con el infame decreto de Obama, con el nuevo gánster de la política caribeña, como lo es el novel Presidente de la Nación Cooperativa de Guayana David Granger y una serie interminable de inconsecuencias contra el país, el pueblo venezolano y los procesos de integración latinoamericanos y caribeños.
La Corriente Clasista Campesina Nicomedes Abreu, es consecuente con las ideas que profesamos, muy a pesar de que por esto, hemos sufrido amenazas de muerte, invasiones a nuestros predios agrícolas, percusiones judiciales, despidos de nuestros puestos de trabajo que circunstancialmente hemoa asumido en cargos públicos, y por no agachar la cabeza ante jefes ineptos y corruptos, hemos sido sancionados y luego vetados por esta burocracia entronizada y aprovechadora del goce de poder que el pueblo les confirió.
El Plan de la Patria Otiginal.
Los retos a los que están obligados los nuevos legisladores revolucionarios en la Asamblea Nacional es la implementación del Plan de la Patria. Porque para cumplir con este plan necesitamos diputados divorciados totalmente de las mafias gremiales como: Fedenaga, Fedeagro, Confagan, Fegaven, Fedeporcina y otras; pero también es obligado, revisar la conducta de falsos líderes campesinos que han sido protegidos para destruir el campo venezolano y su producción, coincidiendo siempre con los intereses de los valores anti-patria, como el contrabando, el narcotráfico, el paramilitarismo, tan de boga últimamente. Exigimos a los nuevos diputados que sean la verdadera expresión de los reales productores del campo y no gestores de los monopolios agrícolas-transnacionales. Significa entonces, que deben ser garantes de la seguridad del campo, impulsar una política agraria agroecológica y lograr su desarrollo. Al mismo tiempo desacelerar y frenar las exageradas e injustificables importaciones; restituir la comisión agraria y las subcomisiones agrícolas afines de la Asamblea Nacional, de la cual ninguno de los dos bloques políticos que dominan el escenario, tanto electoral como mediático (PSUV-MUD) han dicho nada. Por eso, es necesario retomar la jerarquización de la agricultura dentro de la asamblea nacional. Desde Barinas nos sentimos con autoridad para reclamar esto, al contribuir con el proceso constituyente, a través del documento
"El Grito de Barinas", en la redacción de los artículos que jerarquizaron la importancia de la soberanía y la seguridad alimentaria.
Ambiente y soberanía alimentaria.
Repetimos hasta el cansancio, que el país que no produzca parte se sus alimentos es sometido a los intereses de las multinacionales y es ridículo presentarse en los foros internacionales hablando del ambiente, cuando vemos prácticas nocivas que degradan el ambiente y aceleran los cambios climático. Así como apoyamos al gobierno en su decisión de crear una nueva frontera de paz con Colombia, exigimos una nueva política de largo aliento para una nueva agricultura, que promueva y desarrolle la producción de alimentos agroecológicos, proteja verdaderamente nuestros bosques, recupere las cuencas hidrográficas, que no se queden en el día del árbol, el día de la tierra y en recolectar semilla para futuros bosques, permitiendo la depredación de los existentes.
Esta corriente clasista campesina, ha denunciado públicamente el abandono de la frontera y la invasión de nuestro territorio por indeseables personajes; y ha solicitado la revisión y contraloría pública de las grandes inversiones orientadas a la producción agropecuaria. Ojalá que lo nuevos diputados, recuerden la obligación de estudiar la cantidad de documentos que en materia agrícola se han producido en el país tanto en el siglo XX como en el siglo XXI.
Salvemos al río Santo Domingo !!!
Corriente Clasista Campesina "Nicomedes Abreu