Puede ser motivo de orgullo o de la más golpeada tensión, que un portaviones de la IV Flota de la Marina de los Estados Unidos haga vaivenes amenazantes en olas del Mar Caribe frente a las aguas soberanas, justo cuando se llevarán a cabo las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre de 2015. ¡Vaya manera tan democrática para observar las elecciones de un país, tienen estos gringos! Sus lecciones de intriga y provocación para garantizar su mezquina idea de libertad y democracia tienen toda la data del siglo XX.
¡Cómo han cambiado los tiempos desde épocas del general Cipriano Castro! En aquel inicio del siglo XX los gringos aún pasaban con la careta de mediadores. Recordemos entonces que las potencias europeas, hambrientas del petróleo recién descubierto en el Zulia, encargaron a la flota alemana para que intimidara desde nuestras costas a un gobierno nacionalista, con la mentira de querer cobrar una deuda. Al general Castro no le tembló el pulso y enfrentó la ignominia. Convocó al país entero, al pueblo todo, a enfrentar la agresión: las potencias europeas y el capitalismo en expansión detuvieron su amenaza. Aunque históricamente, siempre se ha subestimado aquel signo de digna resistencia criolla, no podemos negar que fue una auténtica victoria sobre el capitalismo, incluso militar, porque de los cañones venezolanos salieron proyectiles.
Los gringos, que ya comenzaban a jugar el papel que el general Bolívar les pronosticó, y que estaban sorprendidos por la inusitada respuesta del Presidente andino, se ofrecieron de mediadores. Menos de una década años después, EEUU apoyó la conjura del general Juan Vicente Gómez que sacó al Presidente Castro del gobierno y le garantizó el petróleo venezolano a los países capitalistas.
Hoy el acoso sobre Venezuela es idéntico aunque han cambiado algunos protagonistas y su papel en la geopolítica: el petroleo sigue siendo el objeto de la codicia sobre Venezuela, además de desarrollar una propuesta política bolivariana a través de un gobierno que se promueve socialista. La amenaza que se cierne sobre la Patria de Bolívar, estriba en que hoy no tiene un gobierno complaciente con los intereses de los EEUU y de sus socios europeos. Por esta razón todos sus procesos electorales se llevarán a cabo bajo amenaza. Y en la medida en que se va haciendo más popular el escenario político del proceso venezolano, más ruda y desmedida serán las amenazas. Si durante los 40 años de la IV República, los gobiernos gringos miraron los procesos electorales venezolanos desde sus butacas de la Casa Blanca, la CIA y el Pentágono con la comodidad de un hotdog, porque los gobiernos cipayos venezolanos eran comprados con un puñado de dólares, hoy la situación ha cambiado y existe un pueblo en pie de lucha en defensa de su soberanía, una Fuerza Armada dispuesta a defender a su pueblo y a su Patria, un gobierno que enfrenta el acoso permanente de los sectores oligárquicos nacionales y mundiales, mientras hace el milagro de gobernar con destino popular.
El cerco sobre Venezuela es mundial y mediático. Es muy sospechoso que luego del atentado en el Centro de festejos de París, ahora vienen con los asesinatos de San Bernardino en EEUU. Desde el acertado libro LA TERRIBLE IMPOSTURA de Tierry Messian, donde se comprueba que la tragedia de las Torres Gemelas fue un auto atentado, no podremos creer que los sucesos de París y EEUU formen parte del terrorismo que "sufren" los grandes países capitalistas.
Hay que estar atentos con la trama que se asoma con los asesinatos en San Bernardino. No es nada casual el nombre latino de esa ciudad. No es descabellado pensar que se adapta a una posible semiótica contra cualquier país latinoamericano. Ya Barak Obama ha hablado de "terrorismo ", "grupos islámicos" que son categorías clave del justificativo para invadir a países y agredir pueblos. No es de extrañar que se intente una vinculación de cualquier cuadro terrorista creado por los gringos y el proceso bolivariano para justificar una invasión. Los pueblos de América Latina deben estar alertas, pues una hora de máximo heroísmo parece aproximarse al pueblo venezolano; y para cualquier pueblo amenazado, siempre es importante contar con la solidaridad activa de los pueblos hermanos.
El domingo 6 de diciembre de 2015, los venezolanos poblarán los centros electorales para decidir por la asamblea nacional, la democracia y la libertad. Es un acto de soberanía que molesta al gobierno de EEUU y los de Europa. Como la dignidad no se negocia, los venezolanos, decidiendo en favor de la paz, tienen sobrada historia para responder con heroísmo cualquier agresión. Que ningún país que precie potencia se equivoque. Como escribió el poeta Víctor Valera Mora: "Tengo necesidad del mañana / no me juzguéis cruel por mis actos".