No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles…no para la restauración del capitalismo sino para vanagloriar su ego, hacer concesiones a sus aspiraciones personales y salir a demostrar que en sus manos está la solución de los problemas de la república. De allí que Hugo Chávez Frías el 08 de diciembre del 2012 nos hiciera como petición de primer orden a todos los sectores patriotas la unidad bajo cualquier circunstancia. Sus palabras fueron un clamor porque él entendía que sin su presencia sería mucho más difícil hacer prevalecer los intereses del pueblo, de la nación, a los intereses particulares.
Hay aspirantes pequeños, medianos y grandes. Unos que vaticinan catástrofes, otros que hablan de lugares comunes y repiten lo mismo como si lo que está planteado es sólo salir de la "crisis" y no cambiar el modelo no sólo productivo sino la sociedad donde se encuentra este modelo. Es otra manera de estar de acuerdo con el desarrollismo que hablaban economistas brasileros en la década del 70 para salir del "subdesarrollo", sin solucionar la contradicción metrópoli-colonia. De todos los que hacen oráculos, pronósticos y apuntan soluciones, cuántos realmente identifican esa contradicción como la principal. Más bien la ubican dentro de un cliché y la subestiman como trasnochada.
Entender que la productividad de la cual tanto se habla pasa por resolver la contradicción metrópoli-colonia es un punto de partida imprescindible para saber hacia dónde se dirige esa productividad, quién la garantiza, para quién es su beneficio y qué es lo que voy a producir. Si es el capital internacional quien va a venir a garantizarme esa tan cacareada productividad ó los grandes capitales venezolanos que repatriarán sus dólares ó de dónde voy a sacar los recursos para invertir en las empresas del estado, para estimular al pequeño y mediano productor, a las comunas. Porque, por supuesto, no es el asistencialismo fuera del contexto de la productividad en las nuevas relaciones de propiedad lo que es el socialismo. Hay una máxima socialista que dice "de cada quien según su capacidad, a cada quién según su trabajo".
Pero el socialismo debe irse construyendo resolviendo esa contradicción metrópoli-colonia, mientras se soluciona también la de capital-trabajo, que pareciera ahora que ganó Macri en Argentina y perdimos las elecciones parlamentarias, pasó a segundo plano. Hasta Eva Golinger para sorpresa nuestra, entrevistó a expertos que dicen que América Latina abandonó su proyecto integracionista para volcarse al comercio con los grandes bloques de manera individual. Amanecerá y veremos. Que en el 2016 se sigan abriendo las grandes alamedas a pesar de las centrífugas a las cuales nos quieren someter los grandes capitales.