Es necesario "reconstruir una economía clara y decente", ha declarado el presidente Maduro. Reconstruir es rehacer, reparar lo que ha sido destruido.
En la historia encontramos que las reconstrucciones abundan. Son famosas "Las Ruinas de Palmira", nunca reconstruidas (el mes pasado, redestruidas por ISIS), pero las hizo famosas el Conde de Volney al escribir un libro con ese título, que figura entre las lecturas predilectas de Bolívar.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, reconstruir ciudades devastadas fue empresa urgente. La Unión Soviética hubo de reconstruir 140.000 poblaciones y ciudades destruidas por los ejércitos hitlerianos. Dresde, ciudad de Alemania, sin ningún interés militar, hubo de ser reconstruida luego de la infame e inútil destrucción a que fue sometida por los bombardeos de la aviación estadounidense, cuando el Ejército Rojo ya se encontraba a las puertas de Berlín. Hiroshima fue reconstruida luego de la inútil devastación causada por la bomba atómica. Hiroshima y Dresde, ciudades sacrificadas sin necesidad, sólo para mostrar, Estados Unidos, su criminal, genocida poderío aéreo: primero, ante el avance incontenible del Ejército Rojo hacia Berlín; y luego, por la movilización de ese mismo Ejército Rojo a Manchuria, lo cual condujo a la capitulación de Japón y constituyó el segundo gran triunfo del Ejército Rojo y del proletariado de la Unión Soviética, sobre el fascismo. Más reciente, tenemos la reconstrucción de Yugoslavia devastada por los bombardeos indiscriminados de la OTAN. La reconstrucción de Irak, de Libia, de Siria y de los países invadidos, masacrados por los bombardeos de la OTAN estadounidense.
El presidente Maduro habla de "reconstruir una economía", lo cual indica que hay otra que no se va reconstruir. ¿Cuál de las dos o varias economías va a reconstruir el presidente, si habla de reconstruir una?
Hablar de reconstruir, indica que existía y fue destruida. ¿Qué catástrofe económica o física ocasionó la destrucción de esa economía? Si debe ser reconstruida, es porque cumplía funciones y atribuciones de buena economía. Entonces ¿Por qué fue destruida? Y lo peor ¿Quién la destruyo?
Según la clasificación que el chavismo hace de la historia patria, esa economía, que debe ser reconstruida, funcionaba en la llamada Cuarta República. No olvidar que ese periodo de nuestra historia está signado por el oscurantismo, algo así como la Edad Media de nuestra historia republicana. Si esa economía existió en ese período, no debe ser reconstruida, por cuanto ello es volver a ese pasado nefasto, borrado por los extraordinarios éxitos económicos de la Quinta República, los cuales nos han colocado en la coyuntura histórica actual que todos conocemos y padecemos.
Presidente Maduro, usted utiliza dos adjetivos, clara y decente, para caracterizar la economía que piensa reconstruir. ¿Cómo realizar una reconstrucción ¡Clara y decente! si la economía que piensa reconstruir pertenece a la Cuarta República? No hay posibilidad que sea clara, por cuanto pertenece al período oscuro de nuestra historia. Tampoco puede ser decente por cuanto en ese tiempo no existía la decencia, dos grandes conquistas de la llamada Revolución Bolivariana que, además, es patriota en sumo grado, a tales extremos que ya el patriotismo se transformó en patriotitis, enfermedad que consiste en la inflación del patrioterismo. ¿Hay algo en la Quinta República que no se identifique con el vocablo patria? La alianza partidista se denomina "polo patriótico"; el grupo minoritario de la actual Asamblea Nacional se denomina, bancada de la patria; y toda actividad, desde cantar el himno nacional a recoger la basura, marchar en los desfiles, ir a las manifestaciones, saquear las arcas públicas, enriquecerse, aplaudir el monologo interminable del presidente Maduro o reconstruir una economía clara y decente, son actos patrióticos sólo realizables por el chavismo, encarnación de la patria. Los demás venezolanos somos como los infieles y el pueblo escogido, según la clasificación que Jehová hizo del pueblo judío. Los venezolanos están divididos en patriotas (chavistas) y apátridas, el resto de la población.
Ante el desastre de la economía nacional y la ruina que nos envuelve, sería muy conveniente reconstruir los conceptos de claridad, decencia y patria. Y, de ser posible ¡reconstruir la economía! Que es tanto como pedirle naranjas al mango.