Dios no creó ni a los hombres -cuyo origen es claramente la procreación- ni a los pueblos, que llegaron a la existencia como resultado de la organización humana. Los hombres son desiguales según su origen natural, sus diferentes organizaciones y su destino en la Historia (...) El positivismo y el progresismo del siglo XIX pervirtieron esta finalidad humana (...)
Hannah Arendt – Los orígenes del totalitarismo
¡Vaya realidad tan hipócrita la que vivimos los venezolanos! Cómo si ya no fueran suficientes los problemas que tenemos en relación con el hambre, la escasez, la inflación, la especulación, la delincuencia, la corrupción, para que ahora los medios con sus "estrellas" vengan a imponer cánones de conducta, o de orientaciones de vida, sobre el cómo deberían ser aplicadas, especialmente sobre sus hijas e hijos.
Y es que tal mención, viene a propósito de las declaraciones de la cantante "Karina" quien con foto incluida con su hija, Hannah (casualidad con Johanna Arendt , quien posteriormente, se autodenominó Hannah siendo adulta), y su padre, nos informan que ha comenzado la "transición" [1] del cuerpo de la niña hasta ser "niño", situación que ella no escogió, razón por la cual, incluso hasta le da gracias a "Dios" por haber nacido en un tiempo más "tolerante" para lograr convertirse en "transgénero".
Sin profundizar en temas de la genética, la naturaleza y el origen de un Todopoderoso (respetando la doctrina religiosa de esa familia, la cual entiendo no es cristiana) pero, cuántas contradicciones existen en tales palabras, lo cual evidencia la ignominia de ver la vida en tales términos, sino que además con semejante orientación, y una "noticia" (si se le puede catalogar de esa manera) de este tipo que debería ser en todo caso mantenida en absoluta confidencialidad, por razones contempladas en la Ley Orgánica para la Protección de los Niños y Adolescentes (Lopna), concretamente en sus artículos 2, 3, 4, 4-A, 5 y 6, en los cuales se encuentran los alcances de las familias, el Estado y la sociedad como garantes de los principios que nos llevan hasta la definición de los criterios de prioridad absoluta e interés superior contenidos en su normativas números 7 y 8 respectivamente, el resultado termina siendo la declaración de "Karina" en dar a conocer a la opinión pública tal "decisión".
Una información de este tipo nos revela hasta dónde llega el borde de los temas éticos y morales que guían nuestros preceptos de sociedad. De hecho, esa heterogeneidad de "culturas", hace que deban "respetarse" hasta la mutilación de genitales de niñas en países, donde sus "sistemas de gobierno", deciden qué hacer con la infancia y la adolescencia, aunque esas decisiones puedan llegar a ser perversas. ¡Diplomacia jíride!
Es por ello, que supongo, que una sociedad occidentalizada por los patrones "(post)modernizados" ahora comprenda que el transgénero debe ser llevado y aplicado sobre nuestra niñez. Las interrogantes de rigor ¿Puede una niña o un niño, en pleno desarrollo, cuando ni siquiera ha tenido relaciones sexuales, "determinar" cuál es su orientación de "género"? ¿Pueden los padres, cuando menos atendiendo sobre lo conformado en la Lopna, precisamente en su articulado 10, 11, 12 y 13 donde se establece que los niños son sujetos de derechos y tienen la progresividad de esos derechos, hasta dónde llega esa conceptualización? ¿Está establecido el derecho de "transgénero" en la Lopna o en la Primera Convención Internacional de los Derechos de la niñez y la adolescencia?
Soy un estudioso del pensar y estoy convencido que la situación de orientación de identidad sexual, responde con una alteración de carácter neuronal cercana al bulbo raquídeo. No obstante, esa apreciación que deberá ser comprobada con un grupo transdisciplinario, tiene que estar sujeta, en el caso de los niños sobre un ordenamiento jurídico. Entonces, ¿Puede la Lopna en función de sus artículos 28, 32, 35, 36 y 37, permitir que los padres por una opinión de la niña o del niño (menor de 12 años), sin tener más elementos de juicio, cuando ni siquiera ese infante o adolescente ha consolidado el desarrollo hormonal, venir a emitir un "diagnóstico" de conducta sobre sus descendientes de esta manera?
Lo que está ocurriendo con la hija de Karina, no sólo quebranta y vulnera los derechos elementales de esta niña, cuando quienes son responsables de su patria potestad, en vez de asistirla con el más noble deseo de su integridad emocional, terminan por convertirla en un apéndice de la farándula y de mezquinos medios, quienes publican desde "redes sociales" semejantes "informaciones". Aquí lo que pregona es el chauvinismo aferrado sobre una posición contraria sobre los valores fundamentales de los Derechos Humanos y las virtudes o valores de la sociedad.
No debe, una familia, por muchos elementos que existan, hablar en nombre de un niño o una niña, públicamente sobre sus inclinaciones de sexualidad, máxime cuando esos "padres" se abrogan la posibilidad de opinar sobre las cualidades de homosexualismo o "transgénero" (término que implica el cambio de genitales y condiciones en el cuerpo humano). Eso viola a todas luces la autonomía de pensamiento. La patria potestad, en el caso venezolano, no es para hacer metástasis o metamorfosis jurídica sobre la personalidad de los niños y niñas, es para construir un sentido humano de amor, respeto e igualdad, hasta que ese sujeto de derechos alcance la mayoría de edad. Lo demás es contrario a las leyes venezolanas.
A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
[1] http://www.noticias24.com/gente/noticia/137915/karina-anuncio-el-cambio-de-genero-de-su-hija-hanna/
El articulista fue presidente del extinto Consejo Estadal de Derechos del Niño(a) y del Adolescente y Coordinador de Defensorías Educativas del estado Nueva Esparta. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar.