Parece, fuera de orden pero, por un momento hagamos un ejercicio, del cómo se hacían cada año los ascensos, en nuestras fuerzas, pero de seguro lo inconcluso que nos dejó el comandante supremo Hugo Rafael Chávez Frías, y que en esta revolución se atribuyen el ejecutivo nacional y el alto mando militar, consultado previamente.
Quizás nosotros, no veamos ese día, esa acción novedosa, así cual independencia de Venezuela, por sus hechos y acciones de batalla, se lograban los ascensos, en todos los niveles, pero en este ejercicio reciente de soberanía, por justicia, por articulación del poder popular, de las masas, de la vanguardia, que veamos una patria donde se tomen las leyes del poder popular como materia de estudio obligatorias, para ir formando la conciencia, en el ejecutivo, en las fuerzas armadas deberían darle carácter vinculante a que los ascensos, se los ganen los comandantes de todas las fuerzas, a través de asambleas, en cada pueblo, que el pueblo soberano diga en cabildo como se portaron sus fuerzas armadas, y que el soberano, con la señal de costumbre diga si está de acuerdo o no con el ascenso de tal o cual funcionario, de seguro, se acabaría el bachaqueo, o me equivoco, es una simple pero comprometedora propuesta.
Que el pueblo, evalué a sus oficiales, y en función de eso, bueno, si apoyaron a los comerciantes y a los bachaqueros, que el pueblo evalué, y de seguro se pondrían las pilas, desde el más nuevo hasta el más antiguo.