Yo que soy joven me quedo: sobre el artículo más leído en Aporrea

Este es el problema de alguien que sabe escribir pero tiene unos argumentos que distorsionan la realidad. Me refiero al artículo mas leído en Aporrea, para mi peligroso, no porque puede proveer o no de "ideas" a las instituciones del estado (cosa que no me extrañaría), sino porque indica que un tema tan delicado como lo es la fuga de cerebros en Venezuela (además de otros problemas), se debe, según el autor, entre otras cosas, a una campaña publicitaria de los medios de comunicación.

A mi también me preocupa la fuga de cerebros, pero no porque se vayan a servir a otros países, habiéndose formado en Venezuela, cosa que ya de por sí es grave. Sino porque esta decisión de irse (que para nada es una decisión fácil de tomar) se debe a algo aún mas grave y es que no hay condiciones en Venezuela para plantearse un proyecto de vida a corto, mediano o largo plazo. Y peor aún, muchos de ellos se van porque entendieron que no hay ninguna disposición por parte de los sectores políticos MUD/PSUV de generar esas condiciones y estimular a los jóvenes a quedarse en su país. Por el contrario, la lucha entre esos sectores no es para elevar nuestras condiciones de existencia, sino para ver quien administra DESDE EL PODER la renta del petroleo y nuestros suelos llenos de riquezas.

Ahora yo pregunto: ¿Quien coño se va a querer quedar en este país cuando el estado no es capaz de garantizar ningún tipo de seguridad jurídica, alimentaria, de salud, empleo, seguridad social, económica y política?

¿Acaso este señor cree que el indice delictivo o económico de los otros países es un argumento para refutar una decisión personalísima como el de partir a otras latitudes? O sea, es como si un joven que busca abrir sus alas para hacer su propia vida, sea manipulado desde el núcleo familiar que le dice: "Si te vas, lo harás desnudo, pues de aquí no te llevarás ni un trapo:¨¡mal hijo!"

Es increíble como alguien que escriba tan bien, haya pasado por alto que las causas reales de este éxodo son precisamente los salarios de hambre que aquí se pagan, el nivel de inseguridad social, el desabastecimiento, la inflación abrumadora, la crisis sanitaria, la crisis alimentaria, el enorme nivel de corrupción e impunidad, la enorme descomposición social que existe en todos los ámbitos y que crece de manera exponencial.

Pero además tampoco se percata y no incluye en su artículo que los que se van, saben que independientemente de que en esos países existe también estos mismos problemas estructurales, prefieren arriesgarse para tener salarios en dolares o euros que les permitan aligerarle la carga a sus familias que aquí se quedan, dotándolos de insumos médicos, vestimenta, y en muchos casos una manutención mensual en dolares o euros que, por pequeña que sea, dada la distorsión económica en Venezuela, ayuda sin duda a comprar en el mercado especulativo, los artículos de primera necesidad (cuando se consiguen).  Cuando hablo de distorsión económica me refiero al salario calculado a dolar oficial, mientras que los precios de todos los productos son a cotizados a dolar paralelo.

A mis panas que se han ido del país con la intención de crecer en varios aspectos (profesional, personal, espiritual, etc.), más allá de diferencias políticas, hoy les digo, no solo que se les extraña y se les necesita aquí, sino que lamentablemente han tomado la decisión correcta y que por ahora las condiciones para el retorno no están dadas.

Los que nos quedamos aquí por la razón que sea, lo hacemos con la mayor de las voluntades y sorteando día a día los obstáculos que se nos presentan por la falta de coherencia política de quienes administran el estado y de quienes lo adversan.

Confío en los que viven únicamente de su trabajo y con ellos haremos equipo para darle respuesta a cualquiera que haga propuestas para destruir y no para construir un futuro digno (incluyendo a los que distorsionan la realidad como el que escribió el artículo mencionado) y a quien le sugiero que la próxima vez que escriba trate los problemas claves que nos seguirán hundiendo y prolongarán la crisis: 1. Desfalco a la Nación y fuga masiva de divisas, 2. Decreto 2248 del Arco Minero del Orinoco donde seden el 12% del territorio nacional para la explotación Minera y 3. Del nuevo Motor Forestal: obviamente, algo hay que hacer con todos esos árboles. Política que por cierto, no se le ocurrió a ninguno de los jóvenes que se fueron, sino a un grupito de personas que se quedaron solo porque están DENTRO del estado/gobierno y hoy toman irresponsablemente decisiones que no arreglan nada.

¿Por qué yo, como jóven Venezolano tendría que quedarme en Venezuela?  ¿Por qué hoy si se preocupan por los jóvenes que se van y hace 3 años no?  ¿La tragedia real que supone ese escenario es que el país se quede definitivamente imposibilitado de desarrollarse o que el estado se quede sin el motor que impulsa la maquinaria burocrática?  ¿Qué hay de los jóvenes que estamos aquí?  ¿Tenemos derecho a elegir si nos quedamos en condición de pasivos o nos quedamos en condición de jóvenes irreverentes ante decisiones que colocan en riesgo nuestro futuro?

Hoy habemos muchos jóvenes de todos los sectores sociales, políticos, culturales, religiosos, etc. teniendo innumerables conversaciones sobre como arreglamos todo el desastre que no hicimos nosotros.

¿Que tan comprometido está el Gobierno con nosotros los jóvenes? ¿Serán capaces de escuchar las propuestas que surjen de esas conversaciones sin que el Gobierno ponga en peligro su propia administración?

Como yo sé que retóricamente responderían "Siii, como no.." Pues acá les dejo un par de propuestas para construir un país mejor:

1. QUEREMOS AUDITAR TODO y que rueden las cabezas que tengan que rodar. CADIVI, BCV, PDVSA, LA POLAR, las empresas importadoras, las empresas públicas y privadas, las empresas "productivas", los ministerios, ¡TODO!   Esto ya se ha hecho en otros países y aquí también queremos saber el destino de todo el dinero que el Ejecutivo ha aprobado a todos esos entes.  Creemos que esa es la única forma de saber quienes son los responsables de la crisis económica, permitiría saber la cantidad de recursos reales con los que contamos y, en base a eso, crear un política económica coherente con nuestra realidad.

2. QUEREMOS TRANSPARENTAR TODOS LOS PROCESOS. Cada oficina del sector publico debe estar mapeada a través de INTERNET... si Internet!  Desde nuestras casas deberíamos saber el estatus de cualquier solicitud de interés público (importaciones, tramites legales, etc.). Todos deberíamos saber cuánto aprueba el Estado para cada organismo y ver una radiografía del flujo de todo ese dinero. Además podríamos hacer contraloría social desde nuestras propias Canaimas.

3. QUE EL ESTADO SEA EL QUE IMPORTE LOS BIENES. Si, aplicando el punto anterior, el estado pudiera organizar la importaciones por ramas y encontrar ofertas internacionales para abastecer la demanda del país sin ningún intermediario. Esa sería la única forma de controlar el margen de ganancia de los comerciantes. (EJ: Si una afeitadora al estado le cuesta 100 Bs y se prevee que ese articulo llegue al consumidor final con un costo de 200 Bs, porque la cadena de distribución supone un gasto, el estado puede aplicar un margen de ganancia, supongamos 30% . Esa afeitadora no tendría que costar más de 260Bs.) Repito, es un ejemplo.

4. AUMENTO GENERAL DE SALARIOS.  Cuando trabajamos lo que hacemos es vender nuestra fuerza y tiempo de vida, pero: ¿a qué precio lo hacemos en Venezuela?.  Por eso, no es de extrañarse que muchos prefieran otro país donde el precio de nuestro trabajo lo paguen mejor. 

5. NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA la cual habría que auditar para verificar su legitimidad y precisar que parte de ella fue contraída de manera fraudulenta y porque ademas no se justifica el pago de miles de millones de dólares en medio de la grave crisis y las necesidades que hoy estamos pasando.

6. QUE LOS BANCOS PAGUEN MAS IMPUESTOS. Nosotros los trabajadores hoy aportamos casi el 60% al Presupuesto Nacional a través de distintos impuestos (IVA, ISLR, Impuestos a cigarros y bebidas ) mientras que los bancos no aportan ni siquiera el 3% al Presupuesto y, para colmo, le acaban aprobar un aumento en la retención por el servicio que prestan a través los cajeros automáticos.



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Gabriel Garcia


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