Analizando el panorama político de mi país, hoy digo que cada quien tiene lo que se merece, ya que no es posible que algunos llamados revolucionarios según de la izquierda de León Trotsky y de Carlos Mark; aquellos supuestos comunistas y algunos intelectuales que se creen salvadores de la patria, que actúan con un oráculo como adivinadores del futuro mejor que los astrólogos; aquellos mismos que callan cuando les tocan sus intereses y son los verdaderos políticos transgénicos modificados genéticamente en los laboratorios de la derecha y terminan siendo un hibrido mitad derecha y mitad izquierda, algunos disfrazados de nacionalistas y otros de anti imperialistas, pero no se ponen la mano en el corazón para pasearse en la situación real que estamos pasando todas las familias venezolanas menos los corruptos que se creen los amos del valle, que hasta las cuñas de navidad fueron borradas pensando que con eso nos borraran la navidad de nuestros corazones como castigo por votar por el presidente Chávez, al igual que aquellos que lo traicionaron.
Para nadie es un secreto que el problema que hoy estamos viviendo no es culpa del socialismo ni de Nicolás Maduro, es falta de un pueblo arrecho que reclame sus derechos y como nos acostumbramos a delegarle nuestra responsabilidad a los demás para luego echarle la culpa al otro y mirar desde el confort la desgracias de los demás bajo el manto del miedo ya que no se trata de un pueblo que quieren volver a dormir y que no quiere hacer sacrificios y solamente pretende esperar cien años para la llegada de un nuevo Chávez y mientras tanto permitir que sigan reconstruyendo el muro que dividía la sociedad en clases como modelo político de la esclavitud moderna poniéndole precio a todo el mundo y hasta ya se inventaron un nuevo modelo con marcador del dólar paralelo y así de esta manera regresarnos a las casa de cartón acompañados de sus miserias por los que muchos luchamos para salir de una sociedad empobrecida que hasta los de la clase media han sido golpeados, y hoy soy de los que digo que es necesario una ley contra el miedo para no seguir bajo la excusa que es el socialismo y Maduro el culpable, cuando los verdaderos culpables hemos sido nosotros mismos ya que la culpa no es del ciego sino de quien le entrega el garrote.
Solamente los cobardes hablan por hablar ya que muy poco la gente le cree, esos mismos que posan en el arbolito de la corrupción y la traición al pueblo y el engaño a Chávez que el mismo hasta el día de su muerte los despreció y se llevó ese odio a la tumba por aparentar una unidad patriótica y que el pueblo entendería que tenemos que defender nuestra revolución de esos mismos que los llevaron al no retorno, esos que hoy pretenden seguir engañando al pueblo con inventos de Clap uno para los ricos con pernil y hallacas, whiskys y otros para el pueblo con una bolsa que contiene pura promesas de vagas ilusiones para vivir una fantasía navideña mientras en la mesa de los políticos transgénicos cocinan un nuevo pacto; pero es hora de dar un paso al frente sin cobardía y sin pensar en guardar los billetes de cien bolívares, es ahora el momento para que salvemos la revolución bolivariana sin miedo y sin cobardía; ya que después de ojo sacado no vale santa lucia para hacer un nuevo referente político como regalo de año nuevo para nuestro pueblo.
Ex Diputado del Concejo legislativo de Anzoátegui
