No te pares, Ortega. Ahora es cuando tú vas a demostrar que eres bueno, porque durante dos meses con todos los medios a tu favor lo que demostraste es que a ti no te sigue nadie, o mejor dicho, los que te seguimos fuimos directo al fracaso total, pero no importa, aquí estamos y aquí seguimos.
Ahora es distinto, amigo Ortega. En la clandestinidad es cuando tú vas a demostrar lo dirigente que eres, lo grande que eres, adiós la leyenda de Leonardo Ruiz Pineda, aquí viene el cabillero, perdón, el caballero Ortega a luchar codo a codo al lado de los juanes bimbas olvidados por el partido del pueblo. Así es Ortega, el señor Chávez no sabe el éxito que vas a tener. No se ha dado cuenta de la capacidad de organización que tú tienes, amigo, eso de analizar y evaluar la situación para después dar el zarpazo final, ahí tú eres un Rey León, mi líder.
Que no te descubran, Ortega. Ahora en carnaval te puedes disfrazar de hombre honesto y estoy seguro de que nadie te va a conocer. No se te ocurra irte a Aruba, como tu amigo Carlos Fernández, -que de paso, tiene una suerte del carajo, ahora tiene casa por cárcel, ¿tú has visto, Ortega?-
Que bueno que seas tú el elegido, el fuerte y capaz líder de nuestra clase obrera, el hombre que va a rescatar el partido del pueblo desde la clandestinidad. Allí es donde hay que volver Ortega, a las raíces del partido, y sí es cierto eso que tú dices, que esta dictadura, este régimen del señor Chávez, ha destruido el país, entonces, Ortega, nada mejor que luchar desde la clandestinidad para demostrar que tú eres un perseguido político, porque tú no les hecho daño a nadie, ¿verdad?
Un hombre que durante toda su vida se ha dedicado a las luchas sociales, a la defensa de los trabajadores, ahora está como Marcos en Chiapas. Por eso, tienes que crear una página en Internet y desde allí te comunicas con nosotros, Ortega.com. Tienes que crear, amigo, organizar, desarrollar las luchas sociales hasta tomar el cielo por asalto.
Esa pendejada de salir todos los días en televisión es muy fácil. Y eso es para artistas. No es para gente que como tú toda la vida ha tenido que sangrar, sudar y llorar para alcanzar las metas que te has propuesto.
Pero también te digo otra vaina, Ortega, no es bueno que le estés pasando datos a Manuel Cova, yo no sé, pero tú no debes confiar en ese hombre, mientras él estaba sentadito en su mesa de negociación, dándose la buena vida, tú estabas allí dando la cara frente a las pantallas de todo el país y diciendo que el paro pica y se extiende, señor Chávez.
Estoy contento, Ortega, yo no sé qué es lo que siento, pero te puedo decir que te vas a levantar de tus cenizas, como el ave fénix, como dicen los políticos. Es el gran momento de demostrar que eres bueno, que eres de la fibra de los luchadores más grandes que ha dado lo que queda de país.
Tú lo decías, amigo, “sí hay que sacrificarse para salir de este régimen, tenemos que sacrificarnos”. Y ahí estás, dando el ejemplo. Dejando la buena vida del hotel Melia, del Eurobuilding, de Fedecámaras. Ahora sí vamos a creer más en ti, porque ahora más que nunca en este momento lo has dejado todo para luchar a brazo partido contra la dictadura oprobiosa del régimen.
Adelante a luchar miliciano, súmate a las largas luchas de los pueblos latinoamericanos. No vamos a olvidar tu sacrificio. No te dejes alcanzar por el brazo de la justicia. Corre, Ortega corre. Que nadie te alcance. Que solo tú ejemplo alumbrará el cielo de las luchas sindicales de América latina.
Vamos hombre, levanta la mano que ya la historia te tragó completico, que con ese cuerpo tuyo es difícil. ¡Qué ejemplo de dignidad!. ¡Qué ejemplo de heroísmo!. Seguramente todos los hogares venezolanos están abriendo sus puertas para darte alojo.
Y aquí entre nos, Ortega, ni de vaina se te ocurra llamar a tu amigo Carlos Andrés Pérez a pedirle algún consejito, porque te graban y descubren dónde estás enconchado, y nos jodemos, así que deja a Pérez en paz y échale bola tú solo.
Corre, Ortega, corre, que ya perdiste la carrera de la vergüenza.
robertomalaver@cantv.net