Usted no está solo, señor presidente

Estoy obligado con mi conciencia a fijar posición pública en este momento crítico, histórico y trascendente de la Patria de Bolívar. Hace poco más de un año estuve en Colombia, pasé por Boyacá hacia Bogotá, e imaginé y reviví aquella batalla decisiva. Hace 4 años estuve en varias oportunidades, en la histórica ciudad de Ocaña, en el Norte de Santander y pude así caminar y reflexionar, por varias horas, por los espacios y alrededores de la Iglesia de San Francisco y del Complejo Histórico donde se realizó la Constituyente de 1828. Lugar donde se fortalecería y sellaría la traición en contra de Bolívar y del proyecto de la Gran Colombia, por parte de las huestes de Francisco Paula Santander, con el respaldo de la oligarquía colombiana. El esfuerzo constituyente de reformar la Constitución de Cúcuta, de 1821, fue en vano. Bolívar debió retirarse y luego desconocerla. Más tarde:

"…un movimiento popular en Bogotá, promovido por el general Pedro Alcántara Herrán, intendente y comandante general del departamento de Cundinamarca, proclamó a Simón Bolívar Dictador y firmó una carta revocando los poderes de los diputados de Bogotá a la Gran Convención, se desconocían los actos de la Constituyente de Ocaña y se encargó a Bolívar el mando supremo de la nación". (Wikipedia)

Esperemos que no sea necesario tener que hacerlo en Venezuela, si fracasa el proceso Constituyente y para tener que complacer a quienes lo invocan, una y otra vez, cuando califican, peyorativamente, este proceso ultra democrático y pacífico, de "régimen" y de "dictadura", incluso de "narcogobierno" y "violento" ¿Ingenuidad o manipulación?

En esos días en Ocaña, refrescando y profundizando en la historia vivida, lágrimas de tristeza, como ahora, salieron de mi corazón. Sentí que, otrora, había estado allí, acompañando los sueños quijotescos del Libertador. En esos instantes, mi mente y mis pensamientos; mi alma y mi espíritu, me confirmaron y aceraron nuestra convicción de que quienes, ayer como hoy, conservamos incólume nuestra fidelidad y lealtad al proyecto a favor de la independencia, la integración latinoamericana, la unidad de las fuerzas patriotas y los esfuerzos por la Felicidad Social, de las grandes mayorías explotadas y excluidas –aún diciendo, con fuerza y valentía, nuestras verdades – estamos obligados, así estuviera equivocado Maduro, a ser disciplinados y mantenernos apoyando la instrucción que nos ha dado; sobre todo, si estamos en pre-guerra o viviendo momentos de dificultades.

Ya lo sabemos, Chávez nos dio una clara y precisa instrucción aquel memorable 08/12/2012 y el pasado 01/05/2017, nos la dio, el señor Presidente, Nicolás Maduro Moros – aún a pesar de sus dudas, temores y angustias– O acaso no recordamos, que con sincera preocupación explicó, cómo había agotado el llamado a la oposición y las gestiones ante instancias internacionales, para que se diera un diálogo a favor de la paz y la tranquilidad de la patria. Por ello, ese día, consultando en voz alta al pueblo Chavista, reunido en ese mar inmenso de esperanzas, preguntó: ¿Qué hago? Y respondió con la sorpresiva, y a la vez potencial, propuesta de convocar al pueblo chavista, independiente y de oposición, para que nos encontráramos en un espacio que permitiera que la soberanía del pueblo se expresara. Con valentía y coraje, puso su cargo a la orden, corriendo el riesgo, que ocurra lo inesperado e indeterminado; sobre todo, en este ambiente de violencia e incertidumbres mundiales y de manipulaciones comunicacionales-mediáticas. Lo hizo en fecha emblemática, convocando a su alrededor a la clase trabajadora de donde proviene y en cuyas raíces ha sembrado sus anhelos, sus sueños e ideales. Estoy convencido de ello.

Por eso, comprendiendo e incluso compartiendo muchas de las verdades que asisten a militantes y líderes del PSUV y del GPP, así como a numerosas organizaciones y fuerzas progresistas y progresivas que han acompañado este proceso y que, hoy, manifiestan su descontento y oposición interna –propias del juego triádico subgrupal– mi conciencia me exige manifestar, públicamente, mi adhesión y lealtad incondicional a las instrucciones del Presidente Chávez, de elegir y apoyar al Presidente Maduro, pase lo que pase. Lo asumo, consciente, de sus consecuencias. Aunque me han "golpeado" y "marginado", mi modesto nivel de consciencia y compromiso me exige colocarme por encima, de las miserias humanas y las pequeñeces, de intereses personales y subalternos. "No es tiempo de recular, ni de vivir de leyendas". Como dijera Alí. Es tiempo de verdades y lealtades políticas.

Dudar, temer, contrariar…en momentos de guerra y elevadas dificultades, no sólo es más peligroso que el riesgo que alertamos con temeridad, sino que contradice las instrucciones dadas por Chávez: ¡Unidad, lucha, batalla y victoria! Porque tengan la seguridad que si, HOY, no mantenemos la UNIDAD de las fuerzas patriotas, sino luchamos al lado de nuestro Presidente Maduro, sino batallamos para garantizar la victoria, seremos derrotados. Si fuese este el caso, preparémonos para ello. Y no olvidemos el canto sabio de Alí Primera: "Si muere una esperanza, lucharemos y construiremos una nueva". Mantengamos viva la esperanza y sigamos luchando y batallando para lograr la victoria.

Ningun@, de l@s que se han pronunciado públicamente, estoy seguro se retractarán. A algún@s l@s mueve, argumentos técnico-jurídicos, intereses político-electorales, probablemente, buenas intenciones y la convicción en la que creen, no lo dudo. Quien sabe pudiera ser también, por qué no, producto del resentimiento, la rabia, el dolor de alguna herida, algún prebenda que no les fue otorgada y creían merecer; tal vez, por temores o intereses subalternos que nublan su compromiso colectivo. No sería extraño, si logramos superar esta coyuntura, que salgan queriendo ser candidat@s Presidenciales, Diputad@s o constituyendo una "tercera vía" o un partido alejado del PSUV que, por cierto, tanta falta hace, para regular el juego triádico y, antes de que surja desde la misma oposición como una opción de "centro-izquierda". Sino pregúntenle a Manuel Rosales y a UNT. No tengo dudas, las críticas y los actos de habla públicos y disidentes, en medio del clima de violencia que vivimos, pudieran contribuir a: agudizar la crisis, favorecer una guerra civil o una intervención militar extranjera, aumentar el desprestigio internacional promovido por fuerzas externas que apuestan al caos y la crisis o, al menos, a la agudización de los conflictos sociales, al hambre y la miseria de millones de venezolan@s. El tiempo lo dirá.

Siempre es bueno recordar el llamado del Presidente Chávez, que es parte de su legado:

"No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria…Estaremos muy pendientes y pido todo el apoyo, todo el apoyo del Pueblo y de todas las corrientes y de todos los sectores de la vida nacional, de los patriotas de Venezuela, civiles, militares, hombres, mujeres… ¡Hasta la victoria siempre!"

De modo, Presidente Maduro: cuenta usted con mi humilde y sincero apoyo solidario, al menos, desde esta modestísima trinchera de lucha. El jueves me inscribí, con total libertad – como gesto simbólico – para aspirar a ser Constituyentista por los Pensionad@s en Táchira; sabiendo que, probablemente, no saldré en la lista final. Consciente, como lo estuve cuando me postulé a las internas de candidat@s a Gobernadores, por Mérida, que no lo hacía para ganar, ni para competir, sino para acompañar las iniciativas y, sobre todo, para ayudar, con mi conducta solidaria, a aportar un granito de arena a la unidad de las fuerzas patrióticas. Estoy seguro que millones de venezolan@s patriotas están de su parte. Siéntase acompañado por nosotros y convencido de que, a pesar de sus insuficiencias y errores, el poder de la intención y las fuerzas espirituales que convocó, hoy, estamos de su lado.

Usted nos lo pidió, desde hace años y nos lo ha reiterado, una y otra vez, que no lo dejemos solo. Porque tiene consciencia de las dificultades, del desbalance de fuerzas mundiales y nacionales, del elevado poder del imperio y de sus aliados. Está consciente de los errores cometidos y lo difícil que ha sido superarlos, en breve plazo. Usted no es Chávez, es verdad. Lo supo desde el mismo momento en que el Presidente lo propuso para sustituirlo. Lo dijo durante la campaña presidencial y nos lo ha recordado a cada rato. Pero, sepa usted y puedo hablarle con propiedad, por mi dedicación al estudio y divulgación de las Ciencias y Técnicas de Gobierno. Usted, ha demostrado, sobre todo en los últimos tiempos, que Chávez fue, no sólo su maestro, sino que lo ha sido el pueblo que vive en las catatumbas, porque como dice aquel pensamiento: "un verdadero maestro es aquel cuyo discípulo es capaz de superarlo". Hoy, Hugo Chávez habla a través de usted. Siga adelante. No se detenga. Bolívar, Chávez y ahora usted son hombres de dificultades y Ud., las vencerá.

No se ponga rígido e inflexible y aprenda a controlar sus actos de habla. Porque ellos abren y cierran posibilidades. Exija, cada vez que piense o le sugieran un proyecto o acción, evaluar sus impactos, su viabilidad, evaluarlos en contextos o escenarios distintos y manejar sorpresas favorables y desfavorables. No se deje meter "gato por liebre" y evite que le mientan, como suelen hacerlo los allegados y el anillo de seguridad de un Presidente.

Revise, junto al pueblo, si se hace necesario y las circunstancias cambian, esta afirmación suya: "¡La constituyente va! nada ni nadie la detendrá; llueva, truene o relampague; contra viento y marea" A la vez, si está convencido y ha medido sus riesgos, sino tiene dudas y está dispuesto a asumir sus consecuencias. Mantenga esta afirmación y haga esfuerzos, con su equipo, de: pulir, complementar, mejorar y construirle viabilidad, a la propuesta.

Sólo quiero transmitirle, a pesar de nuestras dudas, algunas de las cuales también usted puede tener, que: Usted cuenta con nosotros. Pase lo que pase. Incondicionalmente.

Como dijera Bertrand Russel:

"Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes tienen dudas"



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2230 veces.



Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

Visite el perfil de Hugo Moyer Agostini para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: