Prohibido caerse a coba
Por una participación activa, consciente y crítica en las Elecciones Regionales del 15 de octubre de 2017
Santiago Arconada Rodríguez
1.- Digamos de entrada que lo que menos son estas elecciones del 15 de octubre de 2017 es de gobernadores. Para un país con su tejido institucional roto y desvencijado, con el hilo constitucional deshilachado, con el Estado de Derecho personificado en un Tribunal Supremo de Justicia que no cumple los requisitos constitucionales y legales para constituirse, con un Poder Legislativo desgastado por su pretensión inconstitucional de tumbar al gobierno, con un Poder Electoral que se permite callar el número de votos nulos de las elecciones inconstitucionales del 30 de julio, a sabiendas de que ese dato que tienen, que conocen, echa por tierra toda su patraña, con una FANB en el bolsillo chiquito del pantalón de Diosdado Cabello, tal y como él nos lo restriega en su programa de miércoles a miércoles, con una economía en ruinas, con una PDVSA quebrada y una inflación construyendo activamente un futuro enfermo y minusválido por desnutrición, creer que de verdad se está haciendo una selección entre candidaturas y programas a una gestión de gobierno estadal es, más que inocencia, estulticia. Estupidez pura y dura. El del 15 de octubre de 2017 es un grito oceánico del pueblo de la República Bolivariana de Venezuela para decir que se niega a continuar por este rumbo de destrucción y saqueo. Que se niega a perder el futuro sólo para permitir que se consolide el desfalco del que habla el Fiscal General que el Gobierno, y su muleta Constituyente, pusieron.
Estas son unas elecciones no convencionales en las que los ciudadanos y las ciudadanas tenemos que realizar tareas o, mejor dicho, cumplir objetivos políticos.
La primera tarea que tienen las Elecciones Regionales de 2017 es demostrar cuán fraudulentas fueron las elecciones a la presunta Asamblea Nacional Constituyente del 30 de julio pasado. Esto es, diferenciar unas elecciones constitucionales, democráticas, transparentes y de ciudadanía universal; de unas elecciones anticonstitucionales, autoritarias, corporativistas, opacas y tan fraudulentas como para ocultar hasta hoy el número de votos nulos, dato fundamental en la legitimidad de ese proceso electoral.
Sin entrar en profundidades sobre hechos como que la convocatoria, bases comiciales y resultados de ese proceso eleccionario fueron denunciados y enfrentados por entes tan diversos como los partidos aliados del PSUV en el llamado Polo Patriótico que impugnaron las proclamaciones hechas por el CNE, por la entonces Fiscal General de la República, Dra. Luisa Ortega Díaz, quien solicitó la nulidad por inconstitucionalidad de la convocatoria y las bases comiciales al TSJ, por la empresa proveedora del soporte técnico e informático, Smartmatic, quien denunció manipulación de las cifras de participación en por lo menos un millón de votos, por el país que vio y denunció el delito de extorsión masiva, pública y notoria en que se convirtió la campaña electoral del PSUV, partido que en esas elecciones se pagaba y se daba el vuelto; la pretensión de un poder inconstitucional y minoritario por encima del país nacional es la más grande amenaza colectiva que todas y todos estamos obligados a enfrentar. Es por eso que esta primera tarea de las Elecciones Regionales del 15 de octubre de 2017, es la de expresar la fuerza de todo un pueblo que quiere apoyar los derechos electorales que están previstos en la Constitución como condición necesaria para la recuperación del hoy deshilachado y roto tejido institucional de la nación. En ese sentido, como parte de esta primera tarea de las Elecciones Regionales del 15 de octubre de 2017, elecciones retardadas por diez meses, está el presionar al CNE por el calendario electoral de las Elecciones Municipales de obligatoria realización, de acuerdo a los derechos electorales consagrados en la Constitución, en diciembre de 2017, porque las elecciones son cuando tocan, o entonces no hay democracia.
Para terminar de caracterizar esta primera tarea, digamos que la cifra fundamental en estas elecciones es la de participación en ellas. Se cumple una proporción inversa que debemos entender: A más participación ciudadana en las elecciones regionales, menos riesgo hay de guerra civil.
La primera tarea es de tal importancia que, sólo élla, justifica la más decidida, activa y consciente participación y presencia en estas elecciones.
La primera tarea no distingue color político. La asumen quienes quieren ser ciudadanos y ciudadanas libres.
2.- La segunda tarea de las Elecciones Regionales del 15 de octubre de 2017, desde la perspectiva del pueblo bolivariano, es la de visibilizar al sector del país que tanto enfrenta al Gobierno/PSUV por representar a los intereses que llevaron a cabo el desfalco del que hoy todos, entre otros algunos paradigmas del cinismo y la hipocresía, hablan; como a la oposición agrupada en la MUD y su pretensión de regresar al neoliberalismo salvaje como medida de salvación, así como su pretensión de encubrir su complicidad necesaria en la realización del ya por todos reconocido desfalco.
Ese país debe encontrar una diversidad de formas para lograr el objetivo de contarse, porque para que ese sector del país tenga el reconocimiento que hoy no tiene, es preciso que se cuente, que se reconozca, que se dibuje, que se caracterice.
Que se caracterice significa principalmente que exprese sus objetivos.
Este es el país que dice que hay que, de todas formas, traer de nuevo al Tesoro Nacional la plata que se robaron.
Que no sólo se trata de saber quiénes fueron, cómo y cuándo lo hicieron, sino que, de alguna forma, los dólares robados vuelvan a las Reservas Internacionales, a transformarse en alimentos y medicinas para este dramático aquí y ahora del pueblo venezolano.
Este es el país que se levanta contra la entrega de vida y soberanía que está implícita en el Decreto Presidencial del mal llamado Arco Minero del Orinoco.
Este es el país que se niega a pagar una deuda no auditada y fraudulenta.
Este es el país que propugna por formas ciudadanas de disenso y formas ciudadanas de consenso, ¿o es que un problema como el de la cuenca del Lago Tacarigua/Lago de Valencia va a resolverse sin consenso?
Este es el país que en diciembre de 1998, al votar por Chávez, imaginó, soñó, se ilusionó con que derrotar a la corrupción fuese posible.
En el estado de la República en el que haya una candidatura que pueda expresar el enfrentamiento al desfalco que representa el Gobierno/PSUV, y un enfrentamiento al modelo capitalista, neoliberal representado por la oposición/MUD, que se apoye dicha posibilidad. Doy un ejemplo y de paso hago público mi apoyo a la candidatura de Alfredo Laya en el Estado Vargas. Alfredo Laya expresa en Vargas el enfrentamiento a la candidatura del Gobierno/PSUV, Gral. Jorge Luis García Carneiro, paradigmáticamente representada por la cantera emplazada en el lecho del río Naiguatá, el rentismo minero depredando el río Naiguatá en un estado agobiado por la sed; y, al mismo tiempo, enfrentando la candidatura de José Luis Olivares que representa a la MUD y su prescripción de capitalismo intravenoso para poder salvarnos. Aún así, el que por la razón que fuese no compartiera mi criterio, puede expresar su pertenencia a ese país que no está con el Gobierno/PSUV, ni con la MUD, votando nulo. Esa es una manera de contarnos, porque esa sumatoria, la de votos nulos con votos por candidaturas alternativas al Gobierno/PSUV y a la MUD, nos hacer pertenecientes a ese 60 % de las venezolanas y venezolanos que no convalidamos el desfalco, como lo llama el Fiscal General de la República, del Gobierno/PSUV, y no queremos la “salvación capitalista” que nos pinta la MUD.
Para que en el futuro inmediato, en los inminentes procesos de profundización de la inflación y el desabastecimiento que vemos venir, sea reconocido e incluido ese país que no está polarizado, es preciso que ese país encuentre en las elecciones regionales del 15 de octubre de 2017 la manera de contarse. De imponer su presencia
3.- La tercera tarea de las elecciones regionales del 15 de octubre de 2017 es evidenciar que la sumatoria de los votos de la oposición/MUD y los votos del sector que enfrenta y se diferencia de la MUD, y enfrenta y se diferencia del Gobierno/PSUV, es abrumadoramente mayoritaria sobre la votación del Gobierno/PSUV.
Esa tarea cumple el objetivo de dejar en evidencia la ilegitimidad de la presunta Asamblea Nacional Constituyente, que sigue siendo la máxima amenaza a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por lo tanto a la paz de la República. Esa abrumadora sumatoria de los votos de la oposición/MUD y del sector que no está ni con la MUD ni con el Gobierno/PSUV, revela el contundente rechazo del pueblo de Venezuela a esa supuesta Constituyente.
Finalmente, la sumatoria total, esto es la participación conjunta de todas las fuerzas políticas del país votando, es el más eficaz antídoto contra la amenaza no conjurada de una guerra civil.
Los y las que se abstengan, podrían recibir una tarjeta de gratitud firmada de puño y letra por Diosdado Cabello y María Corina Machado. Los únicos beneficiarios de su actitud.