No daba crédito a lo que escuchaba de lo insólito que me parecía. Tras constatar que en el 47 (Avila) y el 33 (Globovisión) estaba hablando el presidente Maduro, pensé que había cadena de Radio y TV, pero constaté que no era así, pues en el 10 (Televen) y en el 4 (Venevisión), estaban las telenovelas de las 9 pm. Regresé al 33 pues, si no era cadena, me interesaba saber el momento en el que el 33 abandonase la transmisión presidencial. En el caso de que hubiera algo que me interesara, la podría seguir por el 8 (VTV), pero hasta ese momento, aquello significaba que Globovisión consideraba noticioso lo que el presidente Maduro estaba diciendo.
¿Alocución presidencial desde el palacio de Miraflores tras el anuncio del CNE de finalización de la campaña electoral? ¿Posible última alocución del Presidente Maduro antes de las Elecciones Regionales del próximo domingo 15 de octubre? ¡Claro que era noticioso!
Aquella transgresión constante del principio del respeto al Poder Electoral y a la Ley que rige la materia era todo un documento para la historia. Tener al Presidente Maduro grabado, descargando a mansalva al candidato de la MUD por el Edo Miranda, Carlos Ocariz, como si estuviera en un mitin electoral en una calle de un pueblo o ciudad, transmitiendo sin decirlo expresamente, el mensaje de acuerdo al cual el Poder Electoral eran cuatro rectoras que él cargaba en el bolsillo. A pesar de que el rector disidente, cumpliendo con su deber, denunciaba todas las marramucias de reubicaciones de última hora en los centros de votación, la no sustitución en el tarjetón de las precandidaturas opositoras que habían formalmente renunciado, a fin de provocar en los votantes de la MUD la mayor confusión posible, y de que hacía sus denuncias en forma puntillosa y sistemática, involuntariamente hacía que quedase claro que de nada servía reclamar.
Aquello empezó dramático, siguió tragicómico, y cuando iba para comedia se acabó el show. Dijo de todo, que votar era reconocer a la Constituyente, que estábamos votando no porque la Constitución lo ordenara, y el CNE, obedeciendo a la Constitución convocara, sino porque, condescendientemente, la Constituyente había consentido y por lo tanto convocado aquellas elecciones. Aquella era una provocación política destinada a maximizar la abstención de la MUD principalmente, pero también de todo el pueblo, como último escondite del desfalco que hemos denunciado tantas veces. Aquello lo creía porque lo estaba viendo. Si me lo hubieran contado me habría parecido una exageración.
El gobierno, en la persona de su presidente, Nicolás Maduro, violando expresas disposiciones legales y constitucionales e irrespetando el anuncio de finalización de campaña electoral, se disparaba el mensaje electoral final y el mensaje era más o menos dos cosas: "A quien vote de la oposición, le cae la madre: está convalidando la supuesta ANC" y "Acuérdense de Jalisco, que cuando pierde arrebata."
Es por eso, por lo descarado del asunto, por lo grosero, por lo procaz, por lo que creo que este domingo 15 de octubre de 2017 está pautada una volcánica erupción de participación electoral que ponga a cada quien en su sitio.
Caracas 14 de octubre 2017