Antes del advenimiento de la Revolución Bolivariana, PUEBLO y GOBIERNO eran dos conceptos separados, políticamente desligados entre sí, pues en la cuarta res pública el gobierno era el vivo y el pueblo era el bobo...
Tal separación semántica, en aquella falsa democracia adecopéyica, obedecía a un generalizado prejuicio clasista -burgués, oligarca- propio del puntofijismo (en esa época, por cierto, los politiqueros demagogos -perdonen la redundancia- hablaban de distancia y categoría, de gente y gentío, de líder y muchedumbre). De hecho, en el pasado adecopéyico, cualquier funcionario hablaba del pueblo como algo alejado o ajeno al gobierno (y todos sabemos que en esa época nefasta PUEBLO era el que votaba, no el que elegía).
Fue la Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez la que -en ejemplar praxis democrática- fusionó los dos términos y les dio una novedosa consustanciación semántica socialista (Chávez sabía que sin pueblo no hay gobierno y sin socialismo no hay democracia).
Desde entonces hemos sido un pueblo-nación-república-país que se autogobierna (con Chávez el pueblo tomó el poder y la victoria de este 15Oct. lo ratifica). Por lo tanto, si analizamos bien y asumimos su legado revolucionario, no sigamos hablando de pueblo y gobierno como conceptos separados o inconexos, pues ya sabemos que ese es quizá el resabio más utilizado por la derecha para mantener e imponer su trampa neoliberal.
Y es que en Venezuela, Hugo Chávez cambió la relación estructural entre gobernantes y gobernados. Por eso dejamos de ser un binomio dual, ambiguo, ambivalente, para convertirnos en una sólida unidad política (y como ahora el PUEBLO es GOBIERNO, en Venezuela somos un ente unitario, no sólo un gobierno apoyado por un pueblo). La verdad más obvia es que SOMOS UN PUEBLO GOBERNANTE -quizá el único en el mundo- cuya determinación soberana, autónoma, socialista, es la de trabajar unido para salvar la patria (y en este aspecto debemos consolidarnos monolíticamente). POR ESO SOMOS UN PUEBLO EN COMBATE, pues la salvación de la Patria exige defenderla siempre del yanqui sionismo imperial, enemigo de toda la humanidad -éste es el trasfondo filosófico del legado del futuro, proyecto colosal por el que luchó y dio la vida Hugo Chávez, alfarero de la Revolución...
Y es que no debemos olvidar que Hugo Chávez y Nicolás Maduro -actual Presidente de la República Bolivariana de Venezuela- han sido esencialmente pueblo. Por esta característica, como somos un pueblo gobernante, luchamos sin tregua para convertir los cambios y las transformaciones radicales revolucionarias en una victoria definitiva (esta será por cierto la obra primordial de la Constituyente Originaria recién electa).
Entonces, por favor, no sigamos hablando de gobierno y de pueblo como si fuésemos agua y aceite... No. Revisemos la realidad de Venezuela (pues a veces, también, por ejemplo, decimos "gobierno bolivariano y revolucionario" a sabiendas de que ambas palabras -bolivariano y revolucionario- son análogas).
Analicemos en detalle la unidad indisoluble que es nuestra Revolución Bolivariana y entendamos de una vez por todas que SOMOS UNA PATRIA AUTÓNOMA, UN PAÍS-NACIÓN-PUEBLO-GOBIERNO (sumados e integrados íntimamente como nacionalidad, gentilicio, identidad, ideología, sentimiento, cultura) cuyo objetivo sigue siendo la liberación de América y la salvación del mundo entero. Por lo tanto, la totalidad de quienes creemos en este histórico proceso de transformación revolucionaria, debemos responsabilizarnos del rol que nos corresponda... Comprendamos que el POR AHORA ES YA y que NUESTRA ÚNICA OBLIGACIÓN ES CONTRIBUIR AL TRIUNFO ABSOLUTO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA.
Sigamos el ejemplo de Nicolás Maduro, a quien le ha correspondido la extraordinaria y colosal tarea de seguir la ruta revolucionaria orientada por Hugo Chávez (para el camarada Nicolás no ha sido fácil enfrentar al homicida de la humanidad, al imperio yanqui-sionista... Con su voluntad indoblegable de chavista auténtico y socialista genuino, Nicolás Maduro ha derrotado a la MUD (sociedad servil del yanqui-sionismo) que ahora revuelca su arrechera en el estiércol oligarca de su pestilente puputov.
Y digo que POR AHORA ES YA porque la Revolución no se detiene, ni abandona sus responsabilidades, ni abandona a su militancia, ni ofende a la Patria de Simón Bolívar, ni cesa en el empeño plausible de construir la PAZ. Pero entendamos también que la ultraderecha mundial financiada por el narcotráfico odia la Paz y ante la derrota retomará su narco terrorismo sanguinario... (el puputov y la cocaína uribista se les ha enquistado en las neuronas), por lo tanto nuestra obligación revolucionaria es intensificar la defensa de la República Bolivariana de Venezuela. Estemos alerta, pues -una vez más- en este victorioso sufragio del 15-Oct., los capos de la MUD sin patria ni gentilicio saben que en el terreno electoral democrático no tienen chance y por eso le han vuelto a mentir a su militancia, que ahora los repudia por haber cometido tantos delitos (¡hasta el colmo criminal de quemar y degollar seres humanos!). Y es que -aparte de asesinar, destruir y amenazar, las pandillas narcoparacas de la MUD sitiaron comunidades para aterrorizarlas y someterlas a humillaciones y vejámenes; ¿no llegaron al colmo de convertir barriadas y urbanizaciones en verdaderas cárceles para quitarles a los ciudadanos la libertad de vivir en paz?
Así que, luego de este nuevo triunfo electoral del 15-Oct., el binomio PUEBLO-GOBIERNO debe mantener su solidez unitaria para que la Ley sancione -cuanto antes- a los conchabados que cometieron crímenes por adorar al imperio (el verdadero enemigo de Venezuela). Y no lo digo sólo para demostrarle al mundo que con el nuevo triunfo electoral de este 15-Oct. la Venezuela Bolivariana Libertaria fortalece su Revolución. Por ahora debemos integrarnos más como PUEBLO GOBIERNO para derrotar a los traidores a la Patria. Luchemos cada día más para fortalecernos como PUEBLO GOBERNANTE, como pueblo constructor de transformaciones que beneficien a la humanidad...