La lealtad y disciplina a la dirección del comandante Chávez así como hoy a la del presidente obrero Nicolas Maduro no se pone en duda, pues en su momento han demostrado aglutinar la causa de las mayorías oprimidas con una determinación inquebrantable puesta a prueba en los peores escenarios de confrontación con la derecha nacional e internacional, en ese sentido, su liderazgo es asumido por los revolucionarios como vital aunque posean un defecto de origen, forzado por la coyuntura, montado en una suerte de caudillos pues su liderazgo no fue construido desde la base de la participación protagónica del pueblo y la dirección colectiva sino sobre ella. Sin dudas cualquier movimiento fuera de la unidad, así parezca justificada, es jugar para el enemigo.
El problema es cuando sobre la necesidad de la unidad estratégica de los revolucionarios se montan tácticas sectarias justificadas en lo coyuntural, es así como tenemos un Buró del partido que nadie eligió ni en primer ni segundo grado que designan candidatos a gobernadores, alcaldes y pare usted de contar porque la conspiración no permite un escenario ideal para la participación protagónica, es decir, como la derecha jamás parará de conspirar impidiendo escenarios ideales, la representatividad y la intermediación de los líderes del PSUV, los que "saben y pueden", seguirán "representando al "soberano".
El deber ser es que cada vocero (no representante) surja del mandato directo del pueblo o si la coyuntura no lo permite, al menos deberían ser seleccionados por quienes surjan del voto popular como delegados al congreso del PSUV, CLP o más aun los voceros constituyentes, más sin embargo, surgen de acuerdos entre cúpulas que aun preñadas de buena voluntad no son voceros de nadie por lo que su potencialidad de obedecer los mandatos del pueblo son muy reducidas. Lo peor es que escudándose en la lealtad a Chávez y en la disciplina revolucionaria se abrogan el derecho de escoger los 335 candidatos a alcaldes señalando, al estilo de Bush "o estás conmigo o estas contra mi" y persiguiendo a todo partido, grupo de electores o particulares que se atrevan a desafiar la unidad por ellos decretada.
Lo esencial no es el derecho a disputarse una alcaldía que solo sirve para potenciar el estado burgués representativo y que en la mayoría de los casos se convierten en freno para la expansión del poder popular y que debería estar debatiéndose en la constituyente como transferirle ese poder al estado comunal, el asunto es la imposición arrogante de candidatos sin importar el sentimiento de las mayorías aunque en muchos casos la interprete como buen "intermediador" que "sabe lo que nos conviene".
Quien determina que Samán es un paria, un traidor, que los partidos que lo apoyan "rompen" la unidad perfecta de los revolucionarios. Porqué un comunero consagrado y electo constituyente con muchos más votos (13 mil) que el actual alcalde (5 mil votos) como Angel Prado no puede ser aclamado por su pueblo para convertir la alcaldía en la base de la construcción del estado comunal. Angel intentó inscribir su candidatura por iniciativa propia para no deberse a ningún partido y fue rechazado, recibió el apoyo de otros partidos de la revolución y tuvo que batallar para que a última el CNE aceptara la postulación, ahora no aparecen los partidos en el tarjetón porque "no ha recibido la autorización de la ANC" a diferencia de otros constituyentes postulados por mi PSUV. Hasta el día de Hoy el camarada Angel está fuera de la contienda lanzando "patadas de ahogado" aun contando con el apoyo mayoritario del pueblo del municipio Simón Planas del estado Lara que se mantiene en las calles exigiendo respeto.
Esperamos que la ANC se esfuerce en escuchar el sentir popular en estos casos de persecución política y permita que camaradas como Angel Prado sean candidatos de la revolución aunque no del partido e interceda para reimpulsar la democracia participativa y protagónica a lo interno y externo de la revolución.
Todo mi apoyo a Angel Prado a riesgo de ser considerado Traidor.