¿Por qué ese empeño en defender a Maduro y criticar a Chávez?

Escribo estas líneas recordando a mi abuela materna, María, quien partió a sus 99 años sin poder conocer personalmente a Chávez como era su deseo. Hoy estaría de cumpleaños. De ella heredé la valentía de defender nuestra verdad y luchar, incansablemente, por alcanzar nuestros sueños. Con ella compartí, en diciembre de 1998 y en los primeros días de esta gesta revolucionaria, momentos de incomodidad por las limitaciones y errores que percibíamos en Chávez y en quienes entonces lo acompañaban: Comenzamos mal, me decía a mí mismo ¿Terminaremos mal? No lo sé ¿Quién lo sabe? Sólo hay que pensar y trabajar para que no ocurra lo de Macondo.

ES TIEMPO DE DECIRNOS LA VERDAD AUNQUE NOS DUELA

"No le tengamos miedo a la crítica y a la autocrítica"

Hugo Chávez, Octubre 2012, reunión para "El Golpe de Timón".

"La mayor virtud del Che, era decir la verdad por muy dura que esta fuese" Dr. Alberto Granados, en nuestra casa, hace muchos años.

He comenzado con estas dos citas pues, posiblemente, me blinden y me permita asumir con humildad cualquier ataque o crítica, venga de donde venga. Generalmente, parten de mis amigos íntimos que están decepcionad@s con Maduro y el proceso, o de algún desconocido de la oposición que me perciben como un "jala mecates" y me lanzan sus ofensas a través del e-mail. Respeto sus percepciones. Sólo pido respeten mis verdades, que asumo como las practicaba Gandhi: situacionalmente.

Apoyé a Chávez, sin esperar nada a cambio, aunque recibí muchísimo y le estaré eternamente agradecido. Apoyo a Maduro, a pesar de sus fallas y desaciertos. Soy honesto: me gustaría ayudarlo de cerca, no como parte de su entorno "cálido y emocional", quienes por no herirlo y para motivarlo, son capaces de mentirle u ocultarle verdades que luego cuando las descubre, probablemente, lo llenan de ira, desconsuelo, tristeza y le hacen pasar tragos amargos. Quisiera, más bien, pertenecer al círculo cercano "frío y exigente", que le dice las verdades aunque le duelan. Formar parte del equipo que Matus llama de asesoría tecnopolítica y que yo me he atrevido a ampliar, con la tríada: técnica, política y espiritual o si se prefiere ética y moral. El equipo de asesoría que no le echa cuentos y le dice la verdad.

Probablemente hoy es una herejía criticar a Chávez en medio de tantos y tantas defensoras, a ultranza, de su "legado". En los que #AquiNoSe HablaMaldeChávez es una orden que, disciplinadamente, debemos cumplir. Mis disculpas y respeto a quienes así lo practican, en público y en privado, y no sólo lo dicen de la boca para afuera. Prefiero intentar hacerlo y no decirlo. De todas formas: criticar y, sobre todo si es en forma constructiva, no es algo malo. El propio Chávez nos "lego" esa orden y debemos cumplirla. Si es que queremos ser genuinos defensores de su legado. Claro, ellas deben ser críticas constructivas y hacerse en el nivel y en el momento que correspondan. So pena de pagar cara nuestra osadía. A mí me ha pasado. Ya lo he contado. No es lo mismo decir lo que he dicho y voy a decir, en mi actual condición de autoexiliado, que si ocupara un cargo de elevada importancia, fuera miembro de la directiva del PSUV, militara en la oposición, fuera oscilante o asesor de la Presidencia ¿Cierto?

HAY QUE DECIR NUESTRAS VERDADES OPORTUNAMENTE

Valoro, comparto y me identifico con quienes ocupando cargos de relevancia son capaces no sólo de decir sus verdades, sin temor, en privado –si es que los ovarios y los testículos se lo permiten– sino que corren los riesgos de hacerlo en público, cuando lo consideran necesario, pues han agotado las instancias internas y no ha pasado nada.

A veces nos preguntamos: ¿Y por qué no lo dijo antes? Caso, por ejemplo de Jorge Giordani y Héctor Navarro. Y en otras oportunidades, nos preguntamos: ¿Por qué lo dice justo ahora y no lo dijo antes? Caso, por ejemplo de: Luisa Ortega Díaz, Miguel Rodríguez Torres y más recientemente, mí apreciado colega: Rafael Ramírez Carreño ¿Por qué nos guardamos nuestras verdades por tanto tiempo? ¿Por qué no lo dijimos antes? ¿Por qué las verdades de la oposición son mentiras, para algun@s de nosotr@s, hasta que, por algún motivo, descubrimos que son verdades compartidas y a la visconversa? ¿Quién tiene la verdad en sus manos? Son preguntas que estamos obligados a contestar. Aunque sobre esos temas ya hemos expresado opinión antes, en varios artículos.

¿PREFERIMOS LA COMPETENCIA QUE LA COOPERACIÓN?

Soy disciplinado para algunas cosas e irreverente para otras. No me gusta que nadie me imponga nada. No soy fanático ni de la Vino Tinto, ni tampoco de las Águilas del Zulia, ni siquiera de la Chinita, Virgen Divina de Chiquinquirá, a pesar de que nací a escasos metros de la Basílica ¿Será porque no he sido candidato para algún cargo de elección popular?

Me da vergüenza ver a tantos "políticos" y "líderes revolucionarios" defendiendo apasionadamente, por ejemplo, a un equipo de beisbol y azuzando a la competencia en lugar de fomentar la cooperación y, por consiguiente, los juegos cooperativos. Es un contrasentido que no he terminado de entender o aceptar. Por un lado criticamos al Capitalismo Salvaje, ese de la competencia desleal y monopólica, que se traga pequeños empresarios y hasta países y, por otro lado, promovemos y nos enorgullecemos de los juegos deportivos competitivos en los que pocos ganan y las grandes mayorías pierden ¿Es eso lo que queremos? ¿Es ese el Socialismo por el que luchamos?

¿CUÁL ES EL VERDADERO LEGADO DE CHÁVEZ?

Tal vez, voy a ser más radical que los radicales. Nadie me va a hacer comer ese cuento de que fulanito es el único defensor del llamado "Legado de Chávez": ya suena a lugar común. Con ese cuento pretenden chantajearnos y drogarnos, como el "opio del pueblo". Ya he fijado, antes, posición sobre el tema, quién sabe si, elegantemente, cuando publiqué, recientemente, en Aporrea, "El verdadero legado de Chávez".

Ver artículo en: www.aporrea.org/actualidad/a255422.html

No me convence, ni siquiera Amílcar Figueroa, ex guerrillero y ex Diputado del PARLATINO, quien nos acompañó en el tours por Pdvsa gas, que nos prepararon e hicimos, a través de ANROS, cuando confiábamos en Germán Ferrer - hoy prófugo junto con su esposa la ex Fiscal General - y fuimos a hablar sobre el "legado de Chávez", un poco antes de las elecciones de diciembre de 2015 y Amilcar repartía, para apoyar su exposición, un pequeño libro sobre el "Legado de Chávez", cuyo contenido lamento no tenerlo a mano para citarlo textualmente. En todo caso, Amilcar tiene mucho que aportar desde su perspectiva marxista-leninista y no creyente. La cual respeto y a él admiro, por su consecuencia y perseverancia. Lo menciono por el importante aporte que hizo al publicar su folleto.

EL "LEGADO DE CHÁVEZ" SUENA A RELIGIÓN O FRANQUICIA

El verdadero legado de Chávez, a mi entender, es de carácter espiritual, no religioso. No es sólo: ideológico, político, económico, militar, ambiental o social. No señor. No señora. Es, esencialmente, ESPIRITUAL. El llamado LEGADO DE CHÁVEZ, no puede ser una religión que tiene su líder (Papa, Pastor, Rabino o Político), sus fieles (seguidores), sus ritos de comunión (encuentros de adeptos), su Biblia (Plan de la Patria), su propósito (salvarnos del Capitalismo) y demás simbología religiosa.

Duélale a quien le duela. Le guste o no a Tirios y Troyanos. La palabra de Dios -como quieran definirlo y visualizarlo- según la religión o ideología que profesen es, en el verbo y la acción de Chávez, su verdadero azimut. Nunca le escucharon decir: ¿"Dios es mi comandante"?

DIOS ES NUESTRO VERDADERO Y ETERNO COMANDANTE

Si Chávez fue nuestro comandante -ahora eterno- y el comandante de Chávez era Dios. Ergo, el legado de Chávez es el legado de Dios a través de Jesús que es la más reciente encarnación y paradigma de Dios en la Tierra. ¿Es así o no es así? ¿O estamos encalamocados? Ojo, no soy Cristiano fanático. Sólo aplico la lógica científica y cuasiracional.

Para Chávez Dios y el Pueblo era lo máximo. Por eso quizás, Chávez, trato, e hizo lo posible, sobre todo al final de su vida, de ser ejemplo de: bondad, generosidad, sencillez, humildad, entrega y sacrificio, honestidad y transparencia, en búsqueda del amor, la verdad y la unidad de su pueblo. Porque, como se ha dicho ya tantas veces y, él lo repitió hasta la saciedad: LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS.

Y quien no respete la voz del pueblo, no respeta la voz de Dios. Y a la visconversa: quien no respeta la voz de Dios, está irrespetando la voz del pueblo. Así de sencillo es. Ni más ni menos: ¡Exacto!

¿CÓMO SABEMOS QUE ALGUIEN ESTÁ RESPETANDO Y CUMPLIENDO CON EL LEGADO DE CHÁVEZ ?

¿Puede una persona, un militante "revolucionario", un fanático que es dogmático y sectario, un burgués cualquiera, sea grande o pequeño, e incluso, un pata en el suelo, que sea mentiroso, deshonesto –corrupto, pues- que no es creyente de que existe una fuerza superior, así se asocie a la energía universal en acción…considerarse heredero o heredera del "Legado de Chávez"? ¿Puede una persona ingrata, desleal e incoherente entre lo que dice y hace, un saltimbanqui, un hablador de paja cualquiera...considerarse heredero o heredera del "Legado de Chávez"? ¿Cómo podemos saber y reconocer a un verdadero seguidor, o seguidora, del "Legado de Chávez"? ¿Usted lo es? ¿Cómo lo sabe?

Donde está el jurado calificador que da fe, ante Dios y la patria, que usted, yo o cualquiera, es, no sólo defensor o defensora, sino un verdader@ y disciplinad@ representante o fractal del "Legado de Chávez"? ¿Cómo saber, verdaderamente, que estamos defendiendo y practicando el "Legado de Chávez"? ¿Basta decirlo o anunciarlo para pertenecer a tan magnánima y excelsa religión? ¿Será suficiente con creérselo y pretender hacérselo creer a los demás? No me joroben. Ya estamos viejos y hemos recorrido un buen trecho para estar jugando este juego de palabras embaucadoras.

¡Seamos como Chávez! y punto. Lo mismo les digo a los cristianos: Sed como Cristo redentor y no andéis, sólo aprendiendo el texto de la Biblia para recitarlo de memoria. Eso sólo sirve para saber que tienes buena memoria, no que sigues, amas y emulas a Jesús el Cristo. Ser verdadero Cristiano y Revolucionario es cosa seria y difícil, al menos, para mí lo ha sido. No sé para ustedes. Por eso aún no considero que he logrado graduarme de revolucionario ni cristiano. Y creo que moriré sin haberlo logrado.

Dicho esto voy a ser breve y metafórico, dentro de lo que se puede.

UNA METÁFORA SENCILLA PARA TRATAR DE EXPLICARME

Supongamos, por un momento, que usted sabe que alguien está deseos@ de construir un edificio y usted quiere acompañarle a hacer realidad su sueño, a la vez, usted está consciente que comienza echando mal las bases fundacionales y usted le advierte pero no le hace caso y esa persona sigue construyendo, uno y otro piso, y nada que le pone cuidado a sus advertencias y alertas tempranas. Entonces usted, apabullad@ por la fuerza y la velocidad del proceso de construcción, llega incluso a dudar de sus propias advertencias y decide colaborar y de vez en cuando, corriendo riesgos de no ser comprendido, hace nuevas alertas y el maestro de obras, que está en medio del ojo del huracán, no atina a escucharle. Usted, por consideración a lo que está viviendo, en lugar de continuar criticándolo o hacerle pasar mal rato, prefiere ayudarlo a ver si recupera la confianza y acoge sus sugerencias.

Ya cuando va por el piso 4, comienzan a agrietarse algunas paredes y el maestro de obras logra emparapetar los daños y sigue construyendo porque ha logrado superar las dificultades y todo se ve bien bonito y porque tiene dinero a montón para continuar la obra, incluso para facilitarle a constructores vecinos. De pronto comienzan, de nuevo, en el piso 10, a verse fisuras y filtraciones pero sus asesores, por ignorancia o ceguera situacional, le aconsejan seguir adelante. Y cuando va llegando al piso 13 comienza a sentir que algo está cediendo y sus esfuerzos pueden perderse. Entonces pide, desesperadamente y con mucha angustia, que lo ayuden a dar un "golpe de timón" para revisar, rectificar y reimpulsar y cuando están en eso, inesperadamente, se enferma y deja a alguien de su confianza encargado de seguir la dirección y supervisión de la obra, iniciada con débiles bases fundacionales y con graves fallas de construcción en el camino.

Meses después, resulta que el maestro de obras muere y el encargado de la obra, siguiendo las instrucciones de su superior y consciente de algunas de las falencias que tiene la construcción, logrando sortear obstáculos y dificultades, continua la obra ya iniciada y trata de enderezar entuertos, corregir errores y enfrentar imprevistos.

Avanza por lealtad y gratitud a su supervisor, quien lo dejó encargado de la obra. Sabiendo que él no tiene la experticia y la información que había ya acumulado el maestro de obra. Entonces, pesar de sus dudas, su falta de experiencia, de estar rodeado de trabajadores y supervisores que él no seleccionó y que, a todas luces, no hicieron bien su trabajo y no cumplieron con advertir y asesorar, adecuada y oportunamente, al maestro de obra, no le queda otra cosa que hacer algunos cambios, hacer silencio, tragar grueso y seguir adelante, tratando de superar las debilidades acumuladas, de los errores cometidos, en la base fundacional de la edificación y en la construcción de los pisos que ya existen, en los que él, y no puede dejar de reconocerlo, también tuvo una importante participación...

NECESITAMOS INTERROGARNOS Y RESPONDERNOS EN COLECTIVO

¿Quién es el verdadero responsable de que la construcción de la edificación haya comenzado mal y en el camino no se corrigieran las fallas por las razones que fueran?¿Quién representa al maestro de obra? ¿Quién representa el encargado de la obra que asumió la tarea de culminar el edificio? ¿Qué parecido tiene este breve y sencillo ejemplo con la realidad venezolana de los últimos años? ¿Qué cosa comparte y en qué difiere? ¿Qué podemos agregarle y quitarle a esta metáfora? ¿Sirve de utilidad práctica? ¿En qué podemos ayudar al encargado de la obra que pasó de ayudante a albañil y se ha convertido en un verdadero maestro de obra y en algunos aspectos supera a quien antes lo supervisaba? ¿Comparte usted esta apreciación?

¿Será que el maestro de obra, el arquitecto, el ingeniero civil encargado del cálculo estructural y el dueño de la obra eran antes uno solo o no estaba diferenciado cada rol y tampoco estaban preparados para realizar una edificación de tal envergadura? ¿Disponían de todos los recursos necesarios para comenzar la obra? ¿ Será por eso que, en lugar de esperar con paciencia que existieran mejores condiciones, comenzaron a construir sobre bases débiles y por eso se acumularon tantas fallas? ¿Acaso cuándo les llegaron suficientes y sobrados recursos ya la obra estaba muy adelantada y aunque trataron de regresarse, para corregir las bases fundacionales, no pudieron regresarse para reforzar las bases que soportan la obra y no les quedó más que seguir adelante?

Por ejemplo: La nueva Constitución de 1999, forma parte, sin lugar a dudas, de la genoestructura jurídico-política que sirvió de bases constitucionales del andamiaje para la construcción de algo que no era el Socialismo del Siglo XXI, idea que surgió a posteriori, como quien hace unos nuevos planos para construir sobre bases ya edificadas. Reconociendo las fallas, de esas bases, se intentó hacer la Reforma Constitucional y no se pudo, porque no era viable hacerlo en ese momento. La Asamblea Nacional Constituyente (ANC): ¿No es un intento de reforzar, ajustar, enderezar los entuertos de las estructuras jurídico-políticas iniciales? ¿No ha sido acaso un muro de contención para que la edificación no se derrumbe y nos ha permitido tomar renovados aires al punto de poder superar la violencia en las calles, superar la derrota electoral de diciembre de 2015, y dar la impresión de que podemos superar esta coyuntura? ¿Y de quien fue la idea y la iniciativa? ¿De Chávez? No ¡Del Presidente Nicolás Maduro! ¿Cierto?

¿Se lo vamos a reconocer o no se lo vamos a reconocer a Maduro? Para mi gusto, no sólo Maduro ha manejado mejor que Chávez los retos del buen gobierno, sino que logró salvar la edificación porque ella estaba a punto de desplomarse. No sé mucho de Ingeniería Civil y menos de cálculos estructurales, pero lo poquito que he aprendido en el proceso de auto construcción de la Casa de América Latina y de Caribe, es que que si queremos construir una edificación de varios pisos debemos tener unas buenas bases y si viene un terremoto y no hemos resuelto, a tiempo, las fallas genoestructurales y fenoestructurales de la construcción, en este caso, del llamado Socialismo del Siglo XXI, tengan la seguridad que este edificio, por muy fuerte que sea, caerá como las torres que cayeron en New York aquel fatídico 11/09/2001. ¿Es eso lo que queremos?

Pido a Dios y así lo declaro, que si viene un terremoto, nos agarre preparados para esa eventual contingencia que es previsible que ocurra. Aunque nos quede recordar al Libertador cuando dijo: "Si la naturaleza se nos opone, lucharemos en contra de ella y haremos que nos obedezca". Sólo que ya está bueno de ser explotadores de la naturaleza (petróleo, gas, oro, diamantes, coltan, agua, hierro, plata…) y debemos, no sólo ser agradecidos sino ser sus principales aliados, para no tener que enfrentarnos más en su contra sino para comprender sus sufrimientos, como la Pacha Mama de donde venimos. De los Bolivianos podemos aprender este verdad.

TAMBIÉN DEBEMOS INTERROGARNOS

¿Qué puede y debe hacer un subalterno cuando su supervisor, antes de morir, le deja la tremenda responsabilidad de seguir una obra que comenzó mal y no logro hacer los ajustes oportunos?
¿Qué hacemos? sin tener que apelar a Lenin.

¿Reforzamos o modificamos las bases?

¿Le echamos la culpa al que inició la obra?

¿Destruimos todo y volvemos a comenzar?

¿Dejamos la obra inconclusa para que otros, distintos a nosotros, terminen y enderecen entuertos o decidan destruir la obra construida?

¿Detenemos la obra y entre todos (aliados y oponentes) llegamos a un acuerdo "negociado" de ver como continuamos la obra iniciada o ver si la dejamos donde está?

¿O para no tener que destruirla iniciamos, por nuestra parte una nueva construcción?

¿Qué se les ocurre apreciados lectores?

¿Qué piensa usted que deberíamos hacer?

No sé si con este ejercicio, metafórico y sencillo, he logrado expresar por qué razón, pase lo que pase, aunque critique –abierta o sutilmente- a Chávez, reconociendo, por supuesto, sus innegables aportes, también criticaré a Maduro y, a la vez, lo apoyaré INCONDICIONALMENTE.

APOYAR A MADURO ES DEFENDER EL LEGADO DE CHÁVEZ

Algo, más allá de lo aparente, fenoménico y apariencial, me dice, intuitivamente, que si - entre much@s, porque no tod@s quieren colaborar - apoyamos a Maduro y tomamos consciencia del lío en el que lo metió Chávez y reconocemos sus, titánicos e inteligentes, esfuerzos por salir adelante, no será necesario destruir la obra iniciada para comenzar otra nueva, ni tendremos que detenernos para ver qué logramos hacer, sino que avanzaremos, aún con muchos riesgos y dificultades, a pesar de los pesares, para poder lograr culminar la obra iniciada por Chávez si corregimos, ojalá a tiempo, las fallas iniciales y procesales, que fuimos cometiendo durante estos 19 años.

EN EL 2018 QUE SIGA LA LIMPIEZA EN TODO EL ESTADO

Por los momentos: Que no se detenga y más bien que se amplíe la limpieza iniciada en PDVSA, para poder continuar esta majestuosa obra de construcción, cada vez más colectiva. Porque, como lo hemos dicho, una y otra vez: el mayor problema que tenemos en el país es de CRISIS DE VALORES, cuya expresión más evidente es la CORRUPCIÓN y ahora, pareciese que va a aflorar, con más fuerza, LA TRAICIÓN A LA PATRIA con el manido pretexto de estar rescatando al "Legado de Chávez", cuando quien más lo ha defendido es, no tengo dudas, Nicolás Maduro Moro.



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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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