Tengo el inmenso placer de referirme hoy a los triunfos de dos generaciones que deben ser orgullo de todos los venezolanos. Una política, en pleno crecimiento, con un grandes compromisos y grandes retos. Otra, de artistas plásticas destacadas en un mundo machista y conservador.
La primera, las y los jóvenes recientemente electos como flamantes alcaldes bolivarianos. Desarrollados en la última década del siglo pasado y la primera de este, formados como políticos y como líderes, por el comandante Chávez, se han convertido hoy por empeño del presidente Nicolás Maduro en una esperanzadora generación de relevo.
Jóvenes que necesariamente tendrán que diferenciarse de antecesores más conservadores o más convencionales no sólo por su pasión y energía, sino por la necesidad de llevar a la práctica su discurso revolucionario, en circunstancias particularmente difíciles.
Tarea que las y los obliga, por una parte: a trabajar coordinadamente con el gobierno central, con el regional y con los residentes del municipio para cumplir funciones básicas, y por la otra: a demostrar su chavismo en cogestión y transfiriendo poder al pueblo organizado.
A todas y todos, especialmente a quienes les toca gobernar en municipios muy grandes y complicados, les deseo mucho éxito pues tienen una responsabilidad muy pero muy grande. Su conducta y la calidad de su gestión va a incidir directamente en la recuperación de la confianza en la política y los políticos -gravemente erosionada por la dirigencia de la oposición- así como en la consolidación del proceso bolivariano.
La segunda generación que me place realzar, es una generación de Oleo representada por cuatro mujeres que lograron destacarse como artistas plásticas en un mundo reservado a los hombres desde hace siglos: Mary Brandt, Elsa Gramko, Luisa Palacios y Maruja Rolando. Artistas talentosas y rebeldes que en un medio muy poco favorable a la innovación y a la rebeldía lograron utilizar, cada una a su manera, múltiples expresiones plásticas para dar rienda suelta a su creatividad y a su inconformidad con una civilización decadente.
Mujeres homenajeadas en la exposición PIONERAS 4 Artistas venezolanas del siglo XX, montada con una pequeña y muy representativa muestra de su obra, bajo la curadoría de Mariela Provenzali, en la Galería de la Corporación Andina de Fomento (CAF)
Exposición recientemente galardonada por la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA), capítulo Venezuela, como la mejor colectiva de 2016 por "valorar los aportes de cuatro notables precursoras que pusieron en acción el papel de lo femenino en el desarrollo de la creación, rompieron esquemas tradicionales en el uso de materiales y fueron soporte de importantes movimientos de vanguardia del arte venezolano de mitad del siglo XX"
