La ideología y la definición de clase

Ideología, término muy nombrado en la actualidad que tiene a los intelectuales pequeño-burgueses, líderes y políticos enfrascados en un interminable debate teórico. Decimos interminable porque si acometemos la tarea para definirlo nos encontraríamos con una inmensa variedad de opiniones, producto de la hermenéutica y de la improvisación por querer inventar algo que está a la vista y que solamente ha estado y está determinado por la lucha de clases de cualquier sociedad y en cualquier época. Toda la historia de la humanidad ha transcurrido por el camino de la sobrevivencia; es decir, por la lucha para obtener el sustento de las necesidades básicas del ser humano, el alimento, la vivienda y el vestido; de esta forma el hombre se ve en la necesidad de trabajar agricultura, ganadería, pesca, artesanía, etc., creando medios y formas de producción que exigen con la praxis diaria la existencia de ciertas relaciones de producción. Poco a poco van apareciendo las ansias de poder y desapareciendo la convivencia natural en comunidad, se pierde la solidaridad y se acrecienta el individualismo de los que a través del comercio van acumulando riquezas y apropiándose de los medios de producción. En toda esta transición de la humanidad que conservaba su cultura autóctona y folklórica tribal con sentimientos comunitaristas y solidarios existen zonas favorecidas geográficamente con más riquezas naturales que otras, obligadas a comerciar en desventaja; se van creando los Burgos (poblados o ciudades) y se produce al mismo tiempo la división del trabajo. “La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase” (Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels, 1847.) Qué queremos explicar con este preámbulo, que hoy siguen existiendo opresores y oprimidos, explotadores y explotados, una burguesía que comprende la clase capitalista, propietaria de los medios de producción social (explotadores) y una clase proletaria que comprende los obreros y trabajadores asalariados que venden su fuerza de trabajo por no tener medios de producción propios (explotados). En esta constante lucha de clases han dominado los poderosos; en el proceso industrial y en el desarrollo fueron creando las condiciones políticas para mantenerse en el poder imponiendo una cultura, una educación dirigida al ablandamiento y al sometimiento de las grandes mayorías, lo cual no es más que la “ideología” de la clase dominante. Entonces, la ideología tiene su sello de clase; la idea, el pensamiento, el discernimiento, la razón lógica tiene dos puntos de vista; uno desde la clase burguesa capitalista y otro desde la clase proletaria desfavorecida y explotada.

De tal manera, la ideología viene determinada histórica y genéticamente; todos entendemos ya el asunto histórico, pero el genético ¿cómo es eso? Bueno, para entenderlo debemos apoyarnos en la ciencia, la cual debería estar a favor de los pueblos con todas sus bondades y no a favor de los capitalistas y de los imperios, con toda su maldad, para someter a los pueblos del mundo.

Genéticamente hablando, la ideología entendida como la adquisición de idea, de conocimiento, de pensamientos a través de la herencia se inicia para su consolidación integral del individuo desde la procreación, desde el acto mismo de la reproducción en el cual la célula nueva obtiene un número igual al de sus progenitores por el proceso de mitosis, cada célula que se origina posee el mismo material genético. Cada gen tiene dos copias una de la madre y otra del padre. El ADN va dirigiendo la formación de proteínas, compuesto primordial de todos los procesos vitales; dichas proteínas de las estructuras celulares controlan las reacciones químicas de los organismos y algunos genes estarán activos y otros no en el proceso de su desarrollo complejo. Así, como la herencia genética transmite el carácter de una futura personalidad que viene influenciada por la madre y el padre la cual debe reforzarse proteínicamente por medio de la alimentación, es también influenciada por el medio ambiente, por el medio familiar tradicional y cultural desde su gestación. Observamos elementalmente desde un principio la diferencia, sin profundizar mucho, que la burguesía ingiere por su capacidad económica más y mejores proteínas para fortalecer su ideología dominante que los de la clase proletaria a los cuales se les niega y se les excluye de ese derecho natural. ¿Por qué esta disertación? Porque las proteínas son necesarias para la adquisición de las ideas, del conocimiento, del pensamiento, del poder para estructurar firmemente una ideología y una política que coadyuve a la consolidación del pensamiento de la clase proletaria. La herencia genética y la herencia histórico-política en la lucha de clases forman una simbiosis que debe ser estudiada y tratada con mucha atención como prioridad estratégica por la revolución de los pueblos oprimidos. Acá en la República Bolivariana de Venezuela nos encaminamos por buena senda al respecto, con la atención materno-infantil, los Simoncito, las escuelas bolivarianas, Mercal, las Casas de Alimentación Popular, velando por la salud y la alimentación de todo el pueblo Venezolano, lo cual debemos resguardar a toda costa por nuestra soberanía nacional.

Formemos pues, hombres fuertes, sanos y libres reafirmando sus raíces, su ideología de clase proletaria, ciudadanos venezolanos y bolivarianos para una Patria soberana.



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Gustavo Fernández y Bartolo Hernández


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