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La perra Cegueta corría desesperadamente detrás del carro del periodista, quien se dirigía a visitar a su suegra Albina Guzmán, que acostumbra brindarle comida no solamente a dicha peluda, sino también a sus acompañantes, aunque también el reportero cumple con tan noble misión.
Al estacionar el vehículo cerca de la plazoleta del Corazón de Jesús, patrono de la Tacarigua de Margarita, Cegueta se le acercó, como siempre, y moviendo la cola en señal del cariño que le profería al periodista, éste la abordó:
- ¿Qué hubo Ceguetica? ¿Qué me cuentas?
- Bueno bien, en lo que cabe, pues seguimos con el problema de los precios de la perrarina, que según hemos investigado siguen subiendo más que el cartón de huevo, es decir casi todos los días.
- Antes de otra cosa: ¿Cómo le fue en su protesta en la calle principal del pueblo?
- No tan bien, primero que por ciertas causas no asistieron la mayoría de los compañeros, y por otra parte hay mucha gente insensible que no entiende el dolor y la calamidad que estamos pasando, e incluso hubo muérganos o desgraciados o degenerados que si no nos mentaban la madre, nos tiraban el carro encima. Pero nosotros estamos con San Francisco de Asís, nuestro patrono, a quien le pedimos ayuda y que les dé su merecido a todos esos depravados que no sienten por nosotros ni la más mínima muestra de cariño.
-¿Cuál es su próximo acción, en vista de que el precio de la perrarina están más elevado que la misma luna?
- Nos vamos a organizar mejor y tratar en lo posible de que todos estén para ir a protestar frente la Misión Nevado, para ver si alguna vez toman una decisión al respecto.
- ¿Pero la Misión Nevado, aquí en Nueva Esparta, según tengo entendido, no tiene ni sede?
