En este planeta por nosotros denominado Tierra, tan injusto e inhumano, donde las armas se han tornado mortíferamente inteligentes y destructivas y hemos perdido la capacidad de entender a nuestros semejantes, la paz depende de la justicia y se hace imposible. Jamás los muy ricos han sido tan ricos como ahora. Existen 2.800 millones de pobres de los cuales 1.200 millones sobreviven con un euro diario. ¿Es posible la paz en estas circunstancias? Son millones de personas los que emigran a otros países para huir de la pobreza o de la violencia. Ejemplo entre 1995 y 2000 unos 12 millones de personas emigraron a la Unión Europea o a Estados Unidos.
¿Será posible evitar esa inmigración construyendo muros? El concepto de Shalom en la Biblia hebrea es la paz que fue prometida al pueblo de Israel y que sería traída por el Mesías. Pero eso en realidad no se ha cumplido. Desde el comienzo de la historia predominó el espíritu del ojo por ojo y diente por diente, como criterio de justa medida de reparación. El pacifismo es un rechazo total a la guerra, porque el uso de la fuerza no resuelve los conflictos, todo lo contrario los agrava.
La Asamblea General de la ONU proclamó el Día Internacional de la Paz en noviembre de 1981. En 2002 se decidió que ese día fuera el 21 de septiembre, declarando que se observará en el futuro como un día de cesación del fuego y de no violencia a escala mundial, nunca se ha cumplido. Aprender que no toda divergencia genera conflicto y que esta no necesariamente debe llevar a generar violencia. Esto no ha sido posible hasta ahora y cada día estamos más cerca de una guerra nuclear que tendría como consecuencia la destrucción del planeta. No habrá vencidos ni vencedores.
Concluyo este tema con mi opinión: sin justicia social no habrá paz en este planeta; debemos terminar este sistema económico capitalista que genera miseria y sustituirlo por un sistema socialista que garantice la alimentación, la salud y la educación. Esta es la política que queremos construir en la Patria de Simón Bolívar y la razón de la amenaza de invasión por parte del imperio estadounidense y sus lacayos europeos. Por eso votaremos todas y todos, por Nicolás Maduro el 22 de abril de 2018.