José Vicente: Candidato presidencial

Si alguien sabe de candidaturas presidenciales y de perseverancia política es José Vicente Rangel, a quien le tocó ser candidato varias veces en su vida política, desde que se encontraron nichos de votación para la izquierda en el espectro de la democracia representativa del Puntofijsmo,

Con una maquinaria de terror de estado activa durante 40 años, con procesos electorales amañados por "actas mata votos", campañas engañosas y una limitada posibilidad de expandir el universo de votantes hacia sectores humildes que no sentían el reconocimiento de sus votos, José Vicente aceptó la postulación del Movimiento al Socialismo en 1973. Una estrategia de marketing electoral que diseño el equipo del artista plástico Jacobo Borges, lo presentó como una figura simbólica, con la misma parada de José Gregorio Hernández, el venerado santo popular venezolano, una apropiada asociación mitológica que caló y una consigna que indicaba "Ya los pobres tienen candidato", pero cuya aspiración no ganó el proceso electoral. La candidatura de Paz Galarraga por el MEP, la guerra distractora y los ataques fueron consecutivos y brutales por parte de la dirigencia adeca y copeyana, cuyos candidatos Carlos Andrés Pérez y Lorenzo Fernández se disputaban la presidencia, sin embargo, al terminar la contienda, José Vicente se quitó su traje electoral y lo colgó, para seguir actuando como defensor de los DDHH y parlamentario experimentado. Carlos Andrés Pérez de AD ganó con 2.122. 427 votos, José Vicente obtuvo 183.513 votos.

El MAS lo postula en 1978, por otro lado, el Partido Comunista, el MEP, el MIR, postulan cada quien su candidato, resultado: de nuevo una derrota. Rangel otra vez se calzó el morral de experiencias y volvió al ruedo, si espavientos ni protestos, a recorrer el país. Las divisiones entre la izquierda hacían que las oportunidades de llegar a la máxima votación se alejaran y gana ese año COPEI, su candidato Luis Herrera Campins obtiene 2.469.042.

José Vicente, regresa a sus fueros cotidianos como político, no hubo rabietas, ni jaladeras de pelos, ni reclamos internacionales y mucho menos conspiraciones avaladas por factores extranjeros. Simple y llanamente no ganó y punto, a comenzar de nuevo.

En 1983 con el apoyo del MEP, el PCV, GAR, y la Liga Socialista, José Vicente retorna a recorrer el país con la misma voluntad y esperanza de hacerse de la confianza del pueblo venezolano, pero el destino marcó otro sino y Jaime Lusinchi (AD) ganó las elecciones para 5 años más de espera paciente. Fue una campaña heroica donde Ali Primera entregó toda su alma para motivar la votación con la esperanza puesta en José Vicente Rangel.

Y como señala el dicho popular "todo político que respira aspira" la expectativa finalmente lo encontró en el sillón de la espera en 1988 y en 1993, otros bateadores salen al campo electoral y de nuevo otra derrota para la izquierda, gana el "chiripero" con Caldera y una estrategia electoral engañosa que usó una expresión de Ali Primera. Sin embargo, había que seguir respirando, hasta que, en 1998, Hugo Chávez lo invita a unirse, no solo a una candidatura sino a un proyecto de país que le devolvió forma y cuerpo a la verdadera democracia. Lo que sigue es historia reciente pero las esperanzas nunca se perdieron.

 

Tarjetón Electoral 1983

 

 

 

 



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Aldemaro Barrios


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