En nuestra Matria, después del Golpe de Estado adeco-perejimenista que derroco el gobierno del General Isaías Medina Angarita, el 18 de Octubre de 1945, lo que se instauró fue el Gobierno de las cúpulas partidistas (Partidocracia), en el cual el cogollo del partido que obtiene el triunfo electoral concentra un enorme poder decisorio, un enorme poder para la imposición de leyes, para la administración del erario público y para la distribución de cargos públicos, con las consecuentes desviaciones, como la del clientelismo, el sectarismo, la corrupción y el nepotismo. El Estado termina absorbido por el Partido, que lo convierte en su propiedad y lo administra discrecionalmente, en beneficio de las cúpulas gubernamentales, situación que afecta seriamente el funcionamiento eficaz de dicho Estado.
Los partidos políticos son estructuras verticales, piramidales, jerárquicas y dogmaticas creadas para convertirse en los intermediarios compulsivos, obligados e ineludibles entre los ciudadanos y el Estado, asfixiando y desapareciendo el plexo social y sus organismos infra políticos, generando cúpulas o vanguardias eternizadas y "esclarecidas", las cuales se apropian sectaria, nepotica y hegemónicamente de la conducción del Partido, para conquistar el Poder del Estado en nombre de la representación del Pueblo y la defensa de las reivindicaciones e intereses populares, pero cuyo verdadero fin es, eternizarse en la posición gubernamental para usufructuar personal y grupalmente los bienes públicos de la Nación. Nos encontramos en presencia de un Estado Partidocratico centralizado, clientelar, demagógico, manipulador, utilitarista y populista, por una parte, y en segundo lugar, nos encontramos con un Estado de Partidos. La consagración del Sistema Democrático Representativo adquirió la forma de un Estado de Partidos, en el cual la representatividad política equivale a la representatividad de los partidos políticos. Este Sistema se fundamenta en dos elementos previstos en la propia Constitución: por una parte, en que la representatividad democrática de la imperante democracia euro céntrica, sea está regida, indistintamente, por un gobierno socialista o por uno de corte liberal, es una representatividad de los partidos políticos y a través de ellos; y segundo, en que los partidos políticos acumulan la mayor cuota de participación política. He aquí, una de las principales causales de la tragedia integral que actualmente padecemos los venezolanos.
De hecho, la hegemónica, engañosa y nefasta dominación centenaria, que han mantenido sobre el Pueblo la partidocracia y sus sectarios y nepoticos cogollos, dificulta visualizar y entender que con la construcción, desarrollo y consolidación de un verdadero PODER POPULAR SOBERANO, a través de cuyas estructuras organizacionales de naturaleza colectiva, el PUEBLO ORGANIZADO asuma protagónicamente la planificación, dirección, ejecución y control de la administración publica, nosotros, ese mismo PUEBLO, se deslastrara del yugo colonial y la esclavitud política que dichos partidos han mantenido históricamente sobre nosotros.
En la actualidad los acuerdos suscritos y por suscribirse entre el Gobierno (PSUV-GPP) y la llamada Oposición (AP-MAS-COPEI-MUD), no es más que un acto de ratificación del imperio de la hegemonía Partidocratica y de la eternización de sus sectarios, nepoticos y corruptos cogollos como propietarios de facto, de la Administración Pública Nacional, negando de hecho, la posibilidad de participación del Pueblo, único depositario del Poder Constituyente Originario, aun cuando la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela establezca que debemos dejar atrás la Democracia Representativa (Partidocracia) y avanzar, dar el salto revolucionario, hacia la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGONICA, mediante la cual el Pueblo Organizado asuma la construcción de su Bien Común, donde la autorrealización de todos los venezolanos nos permita Vivir Bien.
Todo el proceso que se está desarrollando para llegar a la realización de las votaciones del 20 de mayo, no es otra cosa, que la ejecutoria de actos de autoprotección del Sistema Partidocrático de nuestro País ("Dialogo de las Garantías Electorales") y de sus previas deliberaciones; la Directiva del máximo organismo de la Rama Electoral del Poder Público Venezolano, el Consejo Nacional Electoral (CNE), solo facilita a los partidos y organizaciones con fines políticos la postularon de sus respectivos candidatos; omitiendo, ignorando, negando e impidiendo la participación y presencia de los postulados por INICIATIVA PROPIA, muy particularmente, a aquellos postulados quienes representan las opciones ANTISISTEMA, comprometidos con el proyecto de transformación integral de las estructuras del Estado Venezolano, a fin de construir, desarrollar y consolidar un verdadero PODER POPULAR SOBERANO, en el cual el PUEBLO ORGANIZADO, protagónicamente, asuma por vía de estructuras organizacionales colectivas la planificación, ejecución, supervisión y control de la Administración Pública Nacional. Con este tipo de decisiones y actuaciones los arrogantes, prepotentes, y soberbios vocer@s y actores cogolléricos de este aberrante y nefasto Sistema Partidocrativo, que hoy peor que nunca, estamos sufriendo los venezolanos, una vez más demuestran ser unos pícaros, embusteros y tramposos, quienes solo procuran el beneficio personal y cupular, utilizando un falso discurso de reivindicación de los derechos y necesidades colectivas del Pueblo Venezolano, deshonrando y desacreditando nuestras raíces socio-históricas y los postulados de nuestro Ideario Bolivariano.
Divorciados del sentir colectivo e ignorando la profunda y peligrosa crisis integral de la corrupción, el hambre y la inseguridad que la gran mayoría del Pueblo Venezolano está padeciendo, estos sectarios, nepoticos y embaucadores representantes de los partidos políticos olvidan exprofeso e interesadamente que la verdadera representación democrática debe ser de los ciudadanos directamente, y no a través de los partidos políticos, negando, obstaculizando, impidiendo, frustrando o manipulando los valores y principios de la libre democracia de participación protagónica de los ciudadanos y del pueblo organizado, y bloqueando la participación de la democracia directa de participación protagónica del pueblo y ciudadanos organizados, para que se impongan las cúpulas de los partidos políticos.
La negociadera mezquina y excluyente de estas élites de partidos neoliberales de derecha y socialistas de izquierda, de orientación eurocéntrica, sin ética personal ni política, es lo que nos ha llevado al presente caos y al borde de un enfrentamiento fratricida. Este acuerdo/farsa entre cúpulas gobierneras y opositoras, el cual no ofrece verdaderas garantías electorales para la realización de unas votaciones, puesto que está convocándose un acto de votación más no de elección, porque el venezolano, de la manera como se está desarrollando el proceso, tendrá la oportunidad de votar más no de elegir; pero no siendo ya suficientes las manipulación y distorsión mencionadas, los responsables del Proceso Electoral han llegado al extremo perjudicial de aceptar, que el ciudadano postulado como candidato del Gobierno pueda mantenerse en el cargo de Presidente de la República, permitiéndole además a él, el uso indiscriminado e ilimitado de los recursos públicos durante la campaña electoral, lenidad y permisividad estas, que nos convierten a todos los venezolanos en víctimas del grosero e inescrupuloso ventajismo del Gobierno.
Es evidente que el Poder Electoral no garantiza un proceso equitativo, transparente, justo, igualitario, limpio, competitivo, honesto, soberano, confiable y realmente imparcial durante los comicios del próximo 20 de Mayo; en aras de que se impongan y practiquen escrupulosamente las condiciones, los valores y los principios de una sana convivencia y del interés nacional, de modo que no exista duda alguna respecto a la legitimidad y la legalidad de las cuales debe revestirse este proceso electoral, ante la opinión pública nacional e internacional. Consideramos que la ausencia u omisión de estos importantes elementos profundizara y condenará, eventualmente, al sistema político venezolano a una crisis de legitimidad, como en efecto ha ocurrido con la crisis integral por la que atravesamos los venezolanos en el orden social, económico, ético y político, que le ha impedido al actual Gobierno seguir satisfaciendo de manera desordenada e irracional las exigencias populares.
De manera, que quienes integran el Poder Electoral Venezolano y los ciudadanos aceptados para participar en este proceso de votaciones, no dan la garantía de realización de unas verdaderas elecciones, a través de un proceso transparente, igualitario, equitativo, limpio, competitivo y confiable, de allí que sea indigno para los venezolanos profundamente robinsonianos, bolivarianos y zamoranos participar en la manipulación utilitarista del proceso de votaciones que hasta este momento se está montando.
EL SISTEMA PARTIDOCRÁTICO Y SUS COGOLLOS NO PUEDEN COMBATIR LA CORRUPCIÓN PORQUE LA CORRUPCION ES EL SISTEMA, LA CORRUPCION SON ESTOS.
!ABAJO LA PARTIDOCRACIA Y SUS COGOLLOS; ARRIBA EL IDEARIO BOLIVARIANO, EL PODER POPULAR SOBERANO, LA PARTICIPACIÓN PROTAGÓNICA DEL PUEBLO ORGANIZADO Y LA DIRECCIÓN COLECTIVA DE LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA ¡
¡PODER POPULAR SOBERANO, YA!