Para las elecciones de 1963, la izquierda venezolana, fundamentalmente constituida por el Partido Comunista de Venezuela y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) se plegaron a la abstención llamando a sus militantes a no votar en aquellos comicios electorales, cuando los candidatos eran Raúl Leoni (AD) Rafael Caldera, por el Partido Social Cristiano (Copei); Jóvito Villalba, por Unión Republicana Democrática (URD); partícipes del Pacto de Puntofijo ,Arturo Uslar Pietri, por el Frente Nacional Democrático (FND); Wolfgang Larrazábal, por Frente Democrático Popular (FDP); Raúl Ramos Jiménez, por Acción Democrática-Oposición (AD-Op.) y Germán Borregales, por el Movimiento de Acción Nacional (MAN).
Fue una campaña cargada de tensión por la violencia política ejercida desde el gobierno contra sectores populares y los sindicatos controlados por el MIR y el PCV y por la constitución de los focos guerrilleros en el país. La izquierda llamó a la abstención, incluso el PCV convocó una huelga general, en la antesala de las elecciones. -Los rumores de que los centros de votación serían atacados por la FALN, no pasó de ser un mero ruido. Las bandas armadas de AD, la policía y el ejército se ocuparon de neutralizar aquella movida, pero además impidieron protestas o demandas populares bajo esa justificación.
Venezuela tenía 7.523.999 habitantes según el censo de 1961, el total de los votos escrutados en esa elección fue de 2.905.646 votos, con una abstención del 7,78%.
Según Lino Martínez, uno de los principales cuadros militares del MIR, en ese partido algunos intentaron la idea de participar en las elecciones de 1963, pero las acciones de El Encanto donde mueren algunos guardias nacionales y la respuesta del Gobierno de Betancourt de ilegalizar al PCV y el MIR y allanar la inmunidad parlamentaria de los diputados de izquierda (Mayo 1962) cerraron la posibilidad de participar,…”en el MIR imperaba la idea de que si participábamos en el proceso electoral, estábamos en condiciones de demostrar la fuerza que teníamos en cuanto al arrastre de masas”.( A Blanco Muñoz, Lucha Armada, Hablan los comandantes.1982,pp.48)
Lo señalado por Lino Martínez nos permite deducir que a Betancourt le interesaba que el MIR y el PCV se fueran del proceso electoral porque si participaban resultaba un riesgo especialmente por la fuerza de esos partidos en sectores populares. Por lo tanto, era obvio que provocarlos fuera una jugada de ajedrez del máximo dirigente de Acción Democrática. El análisis de la provocación betancourista la compartía Moisés Moleiro cuando examinó ese episodio años después.
Ciertamente el PCV y el MIR tenían una fuerte presencia de masas especialmente en sectores sindicales petroleros, empleados públicos y en el sector estudiantil, eran de hecho una oposición bien organizada, con liderazgos visiblemente reconocidos en 1963. El cuadro del abstencionismo hoy es distinto, la oposición tiene un “bajón histórico” y la posibilidad de participar se redujo en razón de los errores y la baja credibilidad pública, sin un liderazgo ni programa definido y peor aún con un sector dividido que llama a la abstención, sin otro planteamiento en la perspectiva política venezolana.
Aldemaro Barrios R.
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