Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.
Ernest Hemingway…
Esto es lo que se comenta en las calles del Estado petrolero Anzoátegui sobre el titulo de este articulo, el principal estado asiento de la Faja Petrolífera del Orinoco, y de lo que queda del ‘lumpen’ sobreviviente del personal de la estatal petrolera venezolana, sobre la grave situación en Venezuela.
Como el país más rico en petróleo de la Tierra su pueblo se hunde en la miseria, son muy pocas cosas buenas que se hablan en silencio del presidente Nicolás Maduro, como analista político recojo opiniones de la gente en la calle para que el alto gobierno no se caiga a cobas, de lo que piensa el pueblo mayoritario.
Pero Nicolás tiene algunos punticos a favor: en el difícil arte de sobrevivir ante esta tragedia socio económico. El alto costo de la vida, la especulación, y la corrupción militar (puntos de control social en carreteras) y policial, hacen inaccesibles la adquisición de los alimentos básicos, y la situación económica es desbastadora. A eso se le suma la criminal hiperinflación, a niveles alarmantes. El pueblo esta arrecho, basta meterse en cualquier cola, para llegar al hogar o el trabajo ante el colapso total del transporte publico, y las masivas colas para adquirir o pagar productos o cualquier servicio son cosa de todos los días, así como los saqueos, y las muertes causadas por el robo, y el hambre. Solo prevalece la ley del más fuerte, donde la diáspora de desplazados venezolanos, es sustituida por improductivos comerciantes sirios y chinos, lavadores de $.Y sembradores de más miseria en nuestra patria. El país más rico en petróleo del mundo se desploma desde adentro, mientras se aísla hacia afuera.
Estamos ante un gobierno totalitario copia fiel del cubano, que desde un tablero de instrumentación, se controla la Justicia, el poder del Banco Central, jueces, el mercado de divisas, y los medios de comunicación que silencian la tragedia del pueblo venezolano. (…) Pero Nicolás Maduro sigue en el poder porque sus opositores ubicados en los partidos políticos también han fracasado. La única presión que medio se observa es la de la comunidad internacional pero de brazos cruzados. Ya que la oposición (izquierda y derecha) venezolana es un atajo de imbéciles que no logra agrupar a sus fuerzas.
El gobierno ante este despelote convierte las peras en olmos. Es por eso que muchos trabajadores abandonan sus trabajos, ante la falta de dinero para la alimentación, y el transporte quedándose en sus casas.
Necesitamos un eficiente transporte publico que contrarreste el precario servicio que prestan la viejas ‘guaguas cubanas’ y las perreras, por parte de personas naturales, para medio paliar las operaciones ante el colapso del transporte publico organizado, me comentan del gremio de transportistas.
El gobierno manejado por incompetentes militares ya no obtiene la cantidad necesaria de productos alimentarios producto de la gigantesca corrupción, generada ahora por bachaqueros nativos o importados que se mueven en las fronteras de Colombia, Brasil y Guyana. Por lo tanto, las grandes empresas de alimentos, que operaban grandes instalaciones de producción en Venezuela y empleaban a miles de personas, comparten el mismo destino de las pocas empresas que quedan aun en pie en el país.
La economía venezolana luce devastada con este gobierno ‘socialista’. (…)Todas las empresas están bajo vigilancia militar en las ciudades, y carreteras a través del modelo cubano de los puntos de controles militares y policiales. Esta es una de las causas que la comida se ha vuelto escasa en Venezuela. La población se nos está muriendo de hambre. Ni siquiera el gobierno puede llenar a través de los claps los paquetes de alimentos subsidiados para los más pobres. ¿Perderá el pueblo borrego la paciencia el 20M? Las pérdidas en Venezuela aumentan por los millones de horas/hombres de trabajo perdidas, que causan las perversas colas. Algunas empresas continúan pagando salarios y compensaciones a los trabajadores que no asisten a sus trabajos por la falta de dinero para comida y transporte, un país así no sale adelante nunca.
Son muy pocas las ofertas de soluciones intensivas y efectivas por parte del principal candidato presidencial opositor. Oficialmente, por supuesto, no hay intenciones de abandonar el poder donde se ha estado gobernando durante 19 años. El caos económico tiende a desbordarse ante el desborde sin límites del dólar paralelo que rige la economía venezolana, porque donde se apaga una candela, se enciende una nueva.
Ya muchas empresas han suspendido la producción por falta de insumos ante el acoso de los puntos de control militar en las carreteras, por parte de las empresas que movilizan cargas. Al parecer a escasos días del 20M el hambre que causa este gobierno no disminuirá.
De hecho, muchos de los venezolanos más pobres todavía consideran a Falcón como su última esperanza, ante la oferta de dolarizar la economía para derrotar a la hiperinflación, ya que ganan en bolívares, y compran en dólares, quienes subsisten con las remesas de $ que mandan sus familiares que emigraron, el pueblo sabe mas que coro coro frito. (...) Sin embargo, que Maduro se compare con Stalin, con el uso de los liquiliques en sus cadenas públicas, muestra el alcance de su vanidad, y su pérdida del sentido de la realidad. A sus cincuenta y dele años de edad, se ve como un presidente obstinado. (...) Del otro lado, las cosas tampoco se ven mejor. Todavía no está claro quién de la otra camada de candidatos folklóricos llegaran hasta el 20M. La elección es difícil porque muchos candidatos $ también están bajo sospecha de corrupción (...) Este panorama no es bueno para la democracia en Venezuela.
Nicolás Maduro y sus asesores tienen que entender que ya es un presidente sin legitimidad democrática a causa de la hiperinflación, la injerencia del gobierno cubano no es más que un ataque a la democracia: se necesita solidaridad internacional con el pueblo venezolano, los movimientos sociales, y las fuerzas progresistas, deben ejercer presión sobre el gobierno cubano para que retire su apoyo al desarrollo totalitario en Venezuela.
En Venezuela se nota un vacío de liderazgo y de alternativa: el drama en torno al veredicto del hambre muestra cuán profunda es la ira de la gente en Venezuela. El país está enojado: debido a la corrupción, debido a una recesión económica demoledora que está aumentando ahora, y debido también a políticos corruptos, todos ellos. Pero lo que deja en claro el problema fundamental del vacío de liderazgo, y la falta de alternativa en Venezuela son las consecuencias de una posible exclusión de parte de la ANC, del ganador de las elecciones presidenciales del 20M. Es digno de mención que un bello país como Venezuela no haya producido una nueva generación de políticos que merezcan ese nombre. En segundo lugar en las encuestas de opinión se nota una quimioterapia contra este tumor hiperinflacionario, cuyas opiniones lo hacen aparecer los comentarios en las múltiples colas como moderado. Esto no es genial sino triste. Y dado que faltan solo pocos días para las elecciones, es también inquietante.