Estancados en reproducción simple adiós potenciación

Es un hecho que mientras los trabajadores de una sociedad de dediquen 100% a resolver sus necesidades cotidianas, cuales pastores, recolectores, cazadores y pescadores, ese país se halla sumergido en una economía simple, es decir, limitada a la consecución del pan de cada día.

Desgraciadamente, Venezuela se halla en semejante situación. El asunto económico, la resolución de la economía familiar, el abastecimiento de la cesta básica sometida al albur de unos precios que no se detienen, que en consecuencia escasean, como si se tratara de una producción sometida a los tiesos rigores de la Naturaleza, ese problema nos revela una economía estancada.

Desde luego, el gobierno, por su parte, podría estar planeando y realizando obras de infraestructura cuyos resultados serían a largo plazo, pero la población actual no puede vivir de lo que tendría en un futuro porque eso sería una planificación para generaciones futuras con abandono de la generación actual, lo cual resulta un contrasentido.

Mal puede planearse una economía a largo plazo para una generación que arrastre condiciones de economía simple, carente de ahorros. Efectivamente, los saldos de la gran mayoría de la población trabajadora se hallan en rojo y en permanente expectativa de un ocasional auxilio económico. La oposición lo sabe y por eso aboga y con razón por "ayudas humanitarias extrajeras[1].

Efectivamente, los ahorros ya desparecieron de la economía venezolana porque las rentas de la clase media, única con poder potencial ahorrativo dedicable al ensanchamiento de la economía nacional, ni siquiera alcanzan para cubrir la cesta básica.

Cada día se añade a la población insolvente un nuevo segmento de la clase media. Aumenta el número de bodegueros y pequeñas empresas en quiebra por carencia de capital de pequeña escala porque los excesivos precios les impide seguir renovando sus inventarios[2]. Esto contribuye al desempleo y reduce la oferta de bienes todo lo cual acentúa la situación de economía simple.

Una sociedad bajo esas condiciones no podrá exitosamente planear desarrollo alguno en el sentido de producir más de los necesario diariamente para cubrir las necesidades inmediatas porque todos los esfuerzos y preocupaciones de los trabajadores se centran magnéticamente en la búsqueda del pan diario.


[1] Caso concreto: Venía padeciendo de hernia inguinal desde hace muchos meses. Solicité sin éxito ayudas en los CDI; pedí los buenos oficios de la profesora Gladys Requena, de la ANC quien tocó infructuosamente la puerta de dos colegas suyos quienes (también diputados y diputadas) no pudieron hacer nada salvo promesas a futuro como si la salud pudiera saber de esperas o de programaciones a destiempo. Al fin, pedí con mucho éxito e inmediatez la ayuda humanitaria de personas de buena voluntad del extranjero y de quienes he quedado permanentemente agradecido, personal médico, amas de casa y colega nacionales y extranjeros. El servicio 0800Saludya me visitó en diciembre y desde entonces todas mis otras solicitudes han sido en vano. Por ejemplo, para el posoperatorio sigo careciendo de algunas medicinas de elevadísimos precios.

[2] Digamos que no se cuenta con capital ni siquiera para montar una vulgar taguara. Es de inferirse que las fallas del gobierno son de distribución el cual ha resultado incapaz para controlarla tan siquiera la de su propia gerencia. Los Claps, por ejemplo, no tiene garantizado llagar a todos las familias ni completas las cajas ni las bolsas porque el Estado no cuenta con personal burocrático leal ni debidamente disciplinado con responsabilidades de buen ciudadanos ya que en su mayoría son burócratas heredados de la IV república cargados de todos los vicios y corruptelas, y quienes, increíblemente, siguen gozando de inamovilidad.



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Manuel C. Martínez


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