En la circulación simple se intercambia un valor de uso por otro, a su valor trabajo coincidente con su valor de cambio. Ambas mercancías son de igual valor de cambio e igual valor trabajo; por ejemplo, ambas cuestan ½ jornada de trabajo humano.
En esa circulación simple el dinero interviene una sola vez como intermediario en el intercambio de dos mercancías con diferentes valores de uso. En esta circulación no interviene capital alguno. Esta circulación la expresamos así: M-D-M´
En cambio, en la cadena: D-M-D´, D representa un capital comercial con el que el capitalista compra una mercancía (M) para su reventa por más dinero, D´.
Y en la cadena D-M…P…M´-D´ se representa el capital productivo que compra la mercancía M para su proceso transformativo en M´, y esta nueva mercancía será vendida como capital porque el dinero D inicial se transforma en capital cuando el asalariado entrega más valor que el monto de su salario. Algo parecido al capital comercial y al capital usurario, pero mientras en el capital comercial y el usurario se entrega menos valor que el recibido, en el capital industrial o productivo, se entrega tanto capital mercancía como el capital recibido en dinero porque la capitalización del capital inicial deriva sólo de la contrata de trabadores asalariados, mismos que venden el valor de su fuerza de trabajo a un salario y entregan más valor con su trabajo.
Digamos que en la circulación capitalista el dinero se usa para obtener más dinero, y es el fenómeno que ocurre cuando se invierte como salarios una mano de obra que con su uso esta crea más valor que el monto salarial invertido en la compra de dicha mano de obra. De aquí que la capitalización del dinero consiste en su acrecentamiento en el acto de compra de la mano de obra y el resultado de ese trabajo como una mercancía preñada de plusvalía.
Es por esa razón que ya no se trata de cambiar unas mercancías por otra con el mismo valor de cambio, no; el capitalista ha cambiado el capital salario (capital variable) por capital mercancía contentiva de más valor que el aportado como salario, es decir, ha cambiado dinero por más dinero.
Ahora bien, los capitalistas no le paran miente a cuánto llega su plusvalía, sólo les interesa la tasa de ganancia obtenida cuando venda M´. Si esta es inferior a la que otros capitalistas obtienen en otros rubros, procuran retirar capital en la rama o sector al que pertenezcan e invertir en la de mayor tasa de ganancia.
Ese movimiento migratorio de capital sólo se detendrá cuando en todas las empresas se logre una tasa media o igual para todos.