Bombas sólo mata gente: quera sobre puntos estratégicos contra en adversario, etc., Modalidades bélicas que han buscado minimizar las matanzas humanas de ambos bandos en pugna, y eso está bien; sin embargo, todas guerras convencionales o cruentas jamás han parado en mientes sobre los sacrificios de sus soldadescas.
El caso de la Venezuela actual es tal vez el ensayo belicoso más cruel, más eficaz y hasta más rentable que país imperialista haya emprendido en toda la historia universal.
Estamos sufriendo los efectos económicos que han caracterizado a todas las guerras precedentes. Como es sabido, el hambre, la escasez de alimentos, el acaparamiento, la inflación caprichosa, medicinas, ropas, bienes de limpieza y gran cantidad de bienes de uso cotidiano de pobres y ricos se han visto afectados porque obviamente, la guerra en marcha convencional paraliza parcialmente su marcha y pasa a limitarse al abastecimiento prioritario de la soldadesca que debe sobrevivir en su denodada defensa del país correspondiente.
Hoy Venezuela, sin recibir un disparo del enemigo, ni una sola bomba, ni la visita de un marine, estamos sufriendo todos esos perversos efectos de hambre, escasez, acaparamiento especulación de comerciante normales e inescrupulosos, a pesar, pues, de que no nos han declarado guerra convencional alguna.
Cuando el gobierno afirma que estamos en guerra no ha sabido entender ni explicitar que sólo estamos sufriendo sus efectos en caso de llevarse a cabo alguna hipotética guerra convencional, pero, es que con estos efectos ya basta y de paso está superenriqueciendo a gobernantes, a alcaldes, a concejales, a militares y a cuanto burócrata el gobierno central-el Presidente-ingenuamente, le encomienda y solicite ayuda previsiva de una guerra convencional a futura de la cual sufrimos sus efectos.
Sr. Presidente: Regule por lo menos un sólo producto y dele un para´o taantos planes futuros que no ejecutaremos porque la generación actual empezó a languidecer. Sin presente no hay mañana.
