¿Quién o quiénes mandan en los mercados Las Pulgas, Mercamara, Las Playitas…?

Permítanme esta autocrítica en esos momentos cruciales en que se encuentra el proceso revolucionario que inició El Gigante Chávez, y continúa el presidente de la paz, Nicolás Maduro Moros, por cuanto de verdad es preocupante y desesperante la situación que se vive en el país por los altos precios y, quizás, en Zulia es peor dada su condición de estado fronterizo con Colombia.

Me disculpan además el pesimismo, pero siento que en Maracaibo la revolución se nos va a cuenta gotas, ante los desafueros que se vive en los mercados Las Pulgas, Las Playitas, Santa Rosalía, Altos de Jalisco, Periférico la Limpia y Mercamara en el municipio San Francisco.

Sobe todo en Las Pulgas, aquí debo decir que las mafias en este mercado son un problema de vieja data, no fueron suficientes los gobiernos de Arias Cárdenas, menos la gestión que hace ahora el gobernador Omar Prieto del Zulia y el alcalde Willy Casanova en Maracaibo, recordemos que todo ese desastre llegó a este populoso centro comercial con Manuel Rosales y Eveling de Rosales o, mejor dicho, "El clan los Rosales".

Los hampones Rosales y Eveling hicieron de Las Pulgas un centro de acopio del contrabando que el mafioso Antonio "Antonito" Meleán trasladaba desde la Costa Oriental del Lago, amparados en el poder que les daba la Gobernación del Zulia. Así se enquistó el tráfico irregular de mercancía en ese mercado. Y Manuel Rosales se convirtió en el capo mayor.

Una vez, incluso, se quiso adecentar Las Pulgas, y los paracos que allí operaban abiertamente, se mudaron para Mercamara; lo que además refleja la vinculación de Rosales con los paramilitares de Alvaro Uribe Vélez.

De manera que ahora existe un problema crónico difícil de resolver, en la que deben articularse los tres niveles de gobierno, porque cada día hay más indignación en la multitud que acude en camiones y chirrincheras a Las Pulgas, así como a los otros mercados de la localidad buscando alternativas, pero cuando llega prácticamente es asaltada por las mafias.

Lo peor es que los hampones de los centros en cuestión, actúan a la vista de la policía, de efectivos de la GNB, y del pueblo mismo, lo que produce mayor desconcierto en la gente que cree en el Gobierno y, de alguna manera, espera que los enfrente con todas sus fuerzas.

En tales mercados los comerciantes delincuentes no ocultan la compra – venta del billete venezolano, el rechazo al papel moneda de Bs 500 y 1000, cobrarle a la gente el triple por el uso de la tarjeta de débito, vender en dólares, pedir por sus productos el precio que les da la gana, y no hay quien los detenga. Es que ni siquiera se inmutan ante las sanciones que anuncia el Gobierno en contra de ellos, por el contrario, se envalentonan más y es mayor el robo al pueblo.

La gente escuchó con mucho optimismo la intervención que el Gobierno revolucionario comenzó en los mercados del país, para controlar a esos comerciantes que golpean el bolsillo de la gente, pero lamentablemente aún no llega a esos antros de corrupción en Maracaibo.

Por ende, los comentarios de desaliento se apoderan del ambiente, crecen los rumores, muchos se preguntan con angustia: ¿Quién o quiénes mandan en los mercados Las Pulgas, Mercamara, Las Playitas…? ¿O quién o quiénes están detrás de esos mafiosos que ni siquiera tocan? Algunos dicen que no hay una intervención de verdad en los mercados del país, no van al fondo del asunto, no llegan a la raíz de las supuestas mafias poderosas que estafan al pueblo. Puros paños de agua caliente.

Otros acusan directamente a los "Bachacos Verdes" en clara alusión a los militares; a la policía, a funcionarios civiles del Gobierno sin precisar identidad, y nada de eso le hace bien a la revolución, en estos momentos en que el presidente Maduro busca alternativas y sondea cualquier medida en el ámbito nacional e internacional, que nos enrumbe a una solución de esta crisis económica, social y política que nos avasalla.

Sabemos que no es fácil con una oposición rastrera que sigue pensando en el golpe de estado, pidiendo que nos bloqueen, que nos invadan. Están contra el piso y cuando medio levantan la cabeza, lo hacen para perjudicar, para pedirle más sanciones al criminal y psicópata Donald Trump. Estos terroristas de la extinta MUD, definitivamente, odian a la gente, no hay otra explicación a tanto daño.

Por eso, no podemos seguir con los amagos, no podemos esperar, por ejemplo, que la gente en un arranque de ira e impotencia voltee Las Pulgas buscando que comer. Los jefes y jefas de hogar ocupan todo su tiempo en las diligencias de resolver la alimentación, se desgastan, ni siquiera les queda tiempo para pensar en otra cosa, sino en hallar como saciar el hambre de ellos y de las personas bajo su protección.

La situación medio se sobrelleva por la persistencia del presidente Nicolás Maduro en favorecer el pueblo, y cuando no llegan los Clap, envía un bono a través del Carnet de la Patria y hay familias que cobran hasta tres, cuatro, debido que los reciben el conjunto de sus integrantes.

Muchos dirán que esa no es la solución y se les respeta, pero ahora que la oposición terrorista es más criminal, el psicópata Donald Trump arrecia el bloqueo económico y financiero, hay que echar a rodar alternativas inmediatas. Y es preferible tener con que comprar un kilo de harina precocida y uno de arroz, a no tener con que adquirirlo y estar sentado en la cocina con las manos en la cabeza mirando la alacena vacía.

De allí que debemos cerrar filas con el presidente Maduro que, precisamente, hace todo lo contrario de la oposición terrorista, y siempre está trabajando en función de alguna salida que conduzca a la paz y al bienestar de la gente.

Y para culminar, les recuerdo como lo he hecho otras tantas veces, Nicolás Maduro no puede ser presidente, gobernador y alcalde a la vez; en la resolución de los problemas del país deben actuar, en consecuencia, los tres niveles de Gobierno: el nacional, el regional y el municipal, pero actuar ¡ya! No se puede perder más tiempo. Se necesita más acción y menos discursos. El hambre apremia.



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Gian Carlo Di Martino

Politólogo, profesor, abogado. Ex-Alcalde de Maracaibo. Cónsul de Venezuela en Milán - Italia.

 giancarlodimartino2017@gmail.com      @gcdimartino

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