La derecha maltrecha internacionalmente, responsable de migraciones masivas en Europa por el fracaso de su democracia representativa, en Suramérica, compromete su accionar detrás del atentado magnicida del 4 de Agosto 2018 en Venezuela. Su criminal torpeza solo consigue elevar el prestigio del Presidente obrero y socialista Nicolás Maduro Moros, contra quien ha sido inútil la gigantesca campaña mundial llamándolo Dictador.
Como ocurría en atentados fraguados contra Hugo Chávez, hay quienes se consideran analistas políticos y se les escucha vociferar en cualquier cola, afirmando se trata de ”un montaje del gobierno y del propio Maduro...”. Similar actitud tuvieron hasta que murió Chávez hace 5 años y 5 meses, la mayoría los conoce y por verlos como habladores de gamelote, los mira en silencio y paz, no les hace coro, y se burla de tan fanfarrones “analistas”.
Las investigaciones a los cobardes de este sicariato terrorista con drones, la identidad de detenidos y la reseña de los hechos, así la manipule y oculte la prensa de derecha, disociada y frustrada, puede más que los irracionales autores intelectuales y materiales del magnicidio infructuoso. Venezuela sobrepasa el tenebroso comportamiento de quienes se hacen llamar “dirigentes”, en conchupancia con el gobierno deleznable de Donald Trump.
En Colombia, el Presidente saliente a menos de 48 horas de cesar en su gestión en la nación de hombres ilustres, pero también de traidores a la causa nuestroamericana del sur, hace pocos días dijo “a Maduro le quedan horas”..., saque conclusiones del complot que iban a desatar Juan Manuel Santos, con la muerte del Presidente venezolano, y así pretextar la invasión a Venezuela por Colombia, cuyo gobierno es socio de la OTAN. Fracasaron.