Decía una vecina exguarimbera: Hubiesen matado a ese desgraciado presidente para que se acabe este gobierno. Otra menos enferma de odio decía: Lástima que salgan lesionados esos soldaditos cuando al que había que matar era a Maduro para que se componga esta vaina, yo no me alegro pero "lástima que hayan fallado". Y así encontramos repletas de comentarios de opositores en las redes sociales celebrando, el intento de magnicidio y de lamentos por no haberlo logrado.
Sin analizar el contexto, por la actitud de la oposición de a pie, podemos deducir que son tan superficiales como la defensa de los argumentos de los líderes opositores que culpan a Maduro de todos nuestros males y que la solución pasa por sacarlo del camino como quien supone que la conciencia del pueblo chavista muere con su líder, como si no bastara lo demostrado hasta ahora tras la muerte del comandante Chávez y la coñasa que hemos recibido desde que Maduro lo sucedió y aun así seguimos de victoria en victoria junto a él derrotando cada intento de la oligarquía, que somos críticos e irreverentes ante los errores del gobierno pero monolíticamente unidos para enfrentar a la derecha asesina pro-imperial.
Deben saber que de haber asesinado al presidente Maduro inmediatamente se activaría la unidad cívico militar que derrotaría cualquier intento de subvertir el orden constitucional desde adentro y desde afuera, dejando tras de si una devastación del tamaño de las fuerzas enemigas, donde sufriríamos por igual opositores y chavistas, hasta tal punto que lo que vivimos hoy podría parecer un paraíso. La tardanza en lograr la unidad solo daría pie para que los chavistas más "alebrestados" intenten tomar venganza por sus propias manos. Y nada de soñar con militares sublevados porque la mayoría de las FANB llevan sobre sus hombros la carga histórica antiimperialista de héroes mundiales como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, Ezequiel Zamora y Chávez y que si bien hay militares "cuya única historia es la suya, el hoy" muchos de esos son los que están lamentablemente "corrompidos" y no van a ser pendejos para arriesgar su "tranquilidad".
Una vez con el control de la situación asumiría Delcy Rodriguez la presidencia quien se sometería al mandato de la ANC, la que tendrá la potestad supraconstitucional de abrogarse todos los poderes y el control de la FANB el tiempo que sea requerido para estabilizar la situación y garantizar la paz, es decir, todo el poder en las manos de Diosdado Cabello y la ANC. Así que el que celebra un atentado al presidente está rogándole a dios para que Diosdado les de con el mazo.
Lamentablemente poniendo en contexto el atentado de este sábado debemos tener la certeza de que la derecha entendió que todos los cartuchos quemados hasta el presente incluidas la rebelión militar, el terrorismo, el bloqueo comercial y financiero y la guerra económica ya no los llevará a la retoma del poder en Venezuela por lo que pasan a una etapa "superior" de la guerra internacional contra Venezuela por la vía del terrorismo y la intervención paramilitar. El escenario tomado para este atentado demuestra que no es un hecho aislado y que aun consumado requeriría de una intervención internacional encabezada por el imperio y su "Israel de América" dirigida por la oligarquía Colombiana que estima una intervención para el mes de septiembre. Para entender el contexto invito a leer este buen artículo: http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/intento-de-magnicidio-contra-el-presidente-nicolas-maduro.
Hoy más que nunca se requiere la unidad de los revolucionarios alrededor de la figura del presidente Maduro para defender la patria y evitar el avance de las fuerzas restauradoras del capital aferradas en la intervención internacional de la oligarquía "Santanderista", genéticamente enemiga de los deseos libertarios de Latinoamérica. Unidad que no implica callar los aportes críticos a la manera de gobernar y a los errores y omisiones que han contribuido con los esfuerzos de la derecha de dañar al pueblo con la guerra económica.