¡Ni un paso atrás! ¡Ni un paso atrás! Así nos pusimos a gritar desde el 2 de diciembre del 2002, y si nos ponemos a contar, hemos dado millones de pasos atrás desde aquel día. Pronto cumplimos 16 años de aquel paro que sigue flexibilizado. Y a lo mejor vienen Carlos –Bingo- Ortega y Juan – Malagente- Fernández para hablar en la Asamblea Nacional en desacato y decirnos cómo va la vaina. Eso sí, tiene que ser a las 6 de la tarde, porque esa era la hora en que nosotros, como unos mismos bolsas, nos poníamos a escucharlos por nuestros canales privados de la risa. Y menos mal que a uno no se le cae la cara de vergüenza, porque si esa vaina fuera cierto, las calles de Caracas estarían llenas de las caras de todos nosotros, pero como nosotros no tenemos vergüenza, no hay problema, por eso es que nos metemos en ese montón de peos. Y lo peor es que veníamos de dar un golpe el 11 de abril, y el 2 de diciembre le dijimos a los venezolanos que comeríamos hallacas sin Chávez, y el carajo del beisbol profesional, Ramón – Gris- Guillermo, era el presidente de la liga y estuvo de acuerdo y al carajo, que el gobierno se viene abajo. Y el 5 de diciembre se unió la gente del petróleo, y como dijo Luis- Teórico- Giusti, el dictador no aguantaba un paro petrolero y listo, a jodernos otra vez. Y ya son 16 años viviendo y soportando esta pena tan honda.
Y el 9 de diciembre son las elecciones a los concejos municipales, y todavía nosotros estamos discutiendo si cometemos o no el error de participar. Carajo, ya está bueno ya. La dictadura no se cansa de llamar a elecciones y nosotros no nos cansamos de cometer errores, y lo peor es que por lo visto vamos a lanzar un ofertón, es decir dos errores de un solo coñazo, llamamos a no votar el 9 de diciembre, y el 10 de enero llamamos a desconocer al dictador, y a celebrar nuestros errores encapillaos, como borracho sin amigos. Nos divorciamos de la realidad política del país, cómo será la vaina que estamos apoyando a Bolsonaro, no me jodas, con la cantidad de vainas que ha declarado ese loco, y también estamos loquitos hablando maravillas del Duque de Uribe, como que esos nos fueran a salvar, cuando en verdad la vaina es que estamos dando lástima porque no sabemos solucionar nosotros mismos nuestros peos, y tenemos que llamar a María y a una cuerda de corruptos para que nos salven, dígame aquel carajo que fue presidente de Perú y lo botaron por corruptísimo, un tal Kuczynski, o una vaina así, no me jodan, después no sabemos dónde meter la cara de vergüenza, menos mal que de eso no tenemos nada.
El papá de Margot estaba viendo los videos del paro nacional, y allí estaban Juan Fernández, Carlos Fernández, el de Fedecamaras, Carlos Ortega, y otros carajos dando su parte de guerra. "Mañana cacerolazo a las ocho de la noche, y en la mañana toca el pito de tu carro cuando salgas a trabajar. La navidad la celebramos en febrero..." El hombre apagó el televisor y tiró el control contra la pared y se paró y dijo: "Se les fue de las manos toda vaina a ustedes, grandes carajos". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y la lanzó con toda su fuerza bruta, y aquel coñazo se escuchó en toda Caracas, porque la gente salió a la calle gritando: "!Temblor! ¡Temblor!"
- Que me sirvan de una vez pa todo el año.- Me canta Margo